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Por ANTONIO GARRIDO / Normalmente suele ocurrir que en Jaén, salvo excepciones, los avances llegan por parte de los mismos actores protagonistas. Siempre estamos instalados en la queja, y a fe que no nos faltan argumentos para no dejar de hacerlo, sobre todo para ver si se logra hacer reaccionar a quienes tienen el poder de movilizar esfuerzos y recursos para apoyar el definitivo despegue de Jaén. Lo que más nos preocupa y nos inquieta es que por falta de dinamismo sigamos perdiendo puestos hacia la convergencia, de la que estamos en este momento a años luz, y me refiero tanto con Andalucía como con España. Los políticos responsables de las administraciones, sí, esos que aunque nos vendan humo saben de verdad, con pelos y señales, que estamos muy atrás, llevan un tiempo hablando de confluencia en lugar de convergencia. Se ve que es un término más ambiguo, lo mismo que en vez de llamar a cada cosa por su nombre, lo que antes era una inversión para el territorio, como quiera que las inversiones tardan en verse y lo habitual es que se cocinen las cifras para ofrecerlas a su estilo, modo y manera, dulcificadas, deciden asumir ahora el término “movilizar”, que no sé bien qué significa, si es tener el dinero de un sitio para otro, aunque al principio se haya comprometido con Jaén. Procedimientos para la gestión de lo que lo único que nos tiene que preocupar es que casi nunca salimos bien parados.

Estamos en el inicio de curso y hay algunas perspectivas esperanzadoras, si bien esto no es un redoble de campanas, en este último cuatrimestre de 2024 aún tendremos tiempo de despertar a realidades poco optimistas, no esperemos ningún milagro, ni siquiera el tranvía está cerca, le doy aún un año largo para su puesta en servicio, en el mejor de los casos, y ni yo mismo me lo creo. Y en cuanto a todo lo demás, pensar que de la noche a la mañana nos van a llegar por adelantado los reyes magos es estar lejos de la realidad, hay que hacerse a la idea, Dios quiera que me equivoque, que los presupuestos de la Junta no van a ser una respuesta al clamor de Jaén. Señalé hace unos días que las declaraciones del presidente, Juanma Moreno, en el sentido de que se ha llegado al límite de la capacidad financiera, era un aviso a navegantes. Un signo de alerta, para que estemos preparados, nosotros y todas las demás provincias, aunque no podemos olvidar que existe y es cada vez más evidente, la Andalucía de las dos velocidades, que tampoco es un invento nuevo, pero que ha conseguido, era inevitable, que unas provincias y capitales estén que se salen y otras estamos aún esperando que alguna vez nos llegue la hora. Más todavía, el mensaje del consejero de Justicia, José Antonio Nieto, al que considero un político serio, en el sentido de que en esta legislatura no va a ser posible concluir ninguna Ciudad de la Justicia de las proyectadas, porque se trata de grandes equipamientos, es otra advertencia. La Junta añade que se va con sus actuaciones más sonadas al horizonte del año 2030, aquí coincide con los objetivos del Plan Estratégico de la Provincia de Jaén, se toman su tiempo.

Veremos qué Ciudad de la Justicia toma más velocidad. Nieto, que no tiene inconveniente en reconocer que los recursos presupuestarios son escasos, sabe que mejor es no prometer lo que no se puede cumplir. Mantiene el compromiso de licitar antes de que acabe el año la tan esperada Ciudad de la Justicia de Jaén, ligado a otros proyectos como los de la misma infraestructura en Cádiz y Huelva, que se afrontarán en la conocida fórmula de inversión pública-privada, muy poco empleada en nuestro país y que el consejero reconoce que es compleja de gestionar, pero la considera útil para lograr un equipamiento que de otra manera seguiría durante mucho tiempo más en la lista de espera, como hasta ahora. En fin, estamos en ascuas y dispuestos a tomar asiento en la plaza pública para ver cómo nos administran. Del Gobierno de España lo único que se sabe es que el Cetedex es imparable y que simplemente hay que esperar unos años para ver si se confirman los pronósticos más optimistas, tiene buena pinta, eso sí, pero pretender que una ciudad y una provincia tan castigada como Jaén se puedan conformar solo con esta infraestructura, con la deuda histórica acumulada y con deficiencias graves, como las comunicaciones, especialmente la afrenta del ferrocarril, que se ha convertido en la tarjeta de visita de los gobiernos, lo cierto es que no cuela, ni tiene defensa, a pesar de los disciplinados mandatarios, el caso es que en este momento del Gobierno de Sánchez, no solo practica la inacción sino que se jacta de estar hacéndolo bien. Mundos paralelos, cada uno ve lo que quiere. Por cierto, qué poco me gusta el plan de regeneración aprobado hoy en Consejo de Ministros. Se puede vender de muchas maneras, está claro, y también remitirse a Europa para negar que sea un invento propio, pero también hay diversos caminos para la censura, aunque se utilicen eufemismos. Malos tiempos para la lírica.

En la ciudad de Jaén también toma cierta velocidad el Distrito Digital El Banco. Creo que la opinión pública aún no conoce la dimensión del proyecto, pero me parece muy a tener en cuenta. La presentación en los últimos días de Mosaicon, a celebrar en el próximo marzo, donde se pretende que estén en Jaén todos los que son algo en el mundo del videojuego, es una muestra de su ambición, y la Junta, con la presencia de dos consejeros, avala este importante empeño. La propia Universidad, según conversaciones del alcalde con el rector, va a colaborar a hacer más grande esta iniciativa de gran valor también para el ámbito del emprendimiento, no se descarta incluso una titulación a propósito. Hay que tomársela en serio, creo que es un poco exagerado ponerla al nivel del Cetedex, es más importante ir sumando, porque el futuro tiene que ser inevitablemente, si queremos que esta ciudad progrese, la unión de esfuerzos, de aventuras comprometidas y de modernización, conectar con las nuevas realidades y demandas sociales. Así que enhorabuena a los promotores del Distrito Digital El Banco, al alcalde, y también a la madre de la criatura, Mónica Moreno, que es su joya de la corona. Bienvenido todo lo que tenga como objetivo que Jaén avance. Por cierto, el consejero de Turismo, Arturo Bernal, presente junto al de Presidencia, Antonio Sanz, parece dispuesto a escuchar la voz de las diputaciones, entre ellas la de Jaén, respecto al reparto de espacios en Fitur 2025. El año pasado se condenó a Jaén a un espacio que no le hacía justicia. Hay cariños que matan, veremos si son capaces de resolverlo, en lugar de mantener la confrontación y convertir la Feria del Turismo, que es de todos, en otro ring político.

Por lo que respecta a la Universidad de Jaén, el rector, su equipo y el conjunto de la institución, han empezado el curso con todas las fuerzas y un cargamento de ideas y proyectos, para afrontar el segundo año de gobierno. Aunque falta el acto formal de inauguración, fijado para el día 25, y lo estoy deseando fervientemente para escuchar el discurso del rector, lo cierto es que se les nota que traen las pilas cargadas y a diario nos ofrecen buena muestra de ello, por ejemplo el acuerdo firmado con Google para incorporar la Inteligencia Artificial en las aulas, donde puede ser una buena herramienta de trabajo, formación y adiestramiento. Estoy seguro de que Nicolás Ruiz, el rector, tiene la cabeza llena de ideas, y con sus colaboradores me consta que se va a seguir trabajando en el Plan de Impulso al Desarrollo Territorial de la Provincia de Jaén, una prioridad en la hoja de ruta marcada. Ya ha habido reuniones con bastantes alcaldes. El propio rector se ha sentado a hablar con el regidor de Jaén, Agustín González, para marcar las bases de la presencia de la Universidad de Jaén, como no puede ser de otra forma, en la conmemoración del 1.200 aniversario de nuestra capitalidad. Se volcará la UJA y seguro que constituirá una de sus principales referencias desde el conocimiento y la aportación de ideas. Hay que llenar de contenido este aniversario y mantener viva durante todo el año 2025 la ilusión y el esfuerzo que corresponda por una capitalidad fuerte. Curiosamente, rector y alcalde han coincidido en promover una jornada sobre comunicaciones, de nuevo con el ferrocarril como emblema, a la que se invitará a la Unión Profesional, habida cuenta, todos los sabemos pero hay quienes no se sienten concernidos, de que las comunicaciones constituyen el gran freno para el desarrollo del territorio, para poner a Jaén y a la provincia donde se merecen.

Por lo demás, suelen ser habituales las reuniones de los rectores de la UJA con los alcaldes de cada momento. La mayoría de las veces son contactos protocolarios en los que ponen sobre la mesa muchos asuntos de interés mutuo, que a la larga acaban posponiéndose. Hay muchos proyectos en los que Universidad y Ayuntamiento pueden y deben ir de la mano, puesto que les une el mismo compromiso. Ahora, con el 1200 aniversario de por medio, se convierte en el principal reclamo, pero la lista da para mucho más, incluidos los terrenos de la discordia que debe recibir la UJA, que son imprescindibles para su expansión, pero que es una asignatura pendiente nada menos que hace ya casi un cuarto de siglo, cuando se firmó el acuerdo a tres bandas entre Ayuntamiento, Universidad y El Corte Inglés.  Al más puro estilo Jaén. El actual alcalde es un damnificado más de una tarea inconclusa, pero todos los regidores han comprometido celeridad y hay que ponerse a ello.

Foto: Un día especial en Espeluy con la apertura de la oficina de Caja Rural, que completa su presencia en la totalidad de los 97 municipios de la provincia.

La Universidad, que articula a toda la población, y que lo va a demostrar de manera fehaciente con todos sus planes, tampoco está sola en el empeño. Aunque tenga que repetirme, y no me importa, todo lo contrario, hay en la provincia tres instituciones, dos públicas y una como si lo fuera, que son sus grandes aliadas, las que siempre están, las que impiden que las grandes rémoras históricas y otras no tanto, acaben con la esperanza a la que tenemos derecho. Son la Universidad, la Diputación y la Caja Rural, naturalmente dentro de las posibilidades de cada una. La Caja Rural, lo señalé hace unos días, afronta una nueva etapa con una profunda convicción de su papel vertebrador del territorio en el ámbito económico. Sus directivos tenían una espina clavada, una sola plaza en la provincia sin que existiera una oficina de Caja Rural. Asunto resuelto, la entidad financiera de referencia ya está en Espeluy, se ha abierto e inaugurado la sucursal y en consecuencia La Rural se encuentra en los 97 municipios de nuestra geografía. Guerra a la exclusión financiera, a la que todas las marcas se han ido apuntando y, por tanto, apuesta por los pueblos, también por el futuro del mundo rural y, ahora que está tan de moda y en tierras del Santo Reino también lo sufrimos, una actitud decidida contra la despoblación. Posiblemente no haya un caso igual en todo el territorio español, una entidad que cubra la totalidad de su área natural de influencia. Allí estaban, en Espeluy, para dar fe, el presidente, Juan Núñez, el gran hacedor del milagro de la entidad, Enrique Acisclo, otros representantes y por supuesto el alcalde y vecinos. Nunca agradeceremos lo suficiente la valentía y el arrojo de Caja Rural en todos estos años por ser un instrumento de desarrollo, no ya en el ámbito económico o de negocio, que obviamente también, sino haciendo provincia al implicarse, para lo que ha sido decisiva su Fundación, a través de todos sus programas social, cultural y Olivarum. Larga vida a la Caja Rural de Jaén.

Foto: El alcalde, Agustín González, y el rector, Nicolás Ruiz. La colaboración institucional genera confianza.

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