Anoche, la Diputación Provincial, hizo a la ciudad, un año más, el regalo de iluminar su Palacio de la Plaza de San Francisco para que luzca, como en años atrás, durante las fiestas navideñas, y lo ha hecho también con el Centro Cultural Baños Árabes y el antiguo Hospital de San Juan de Dios. Bonito detalle que se va institucionalizando y que se adelanta en unos días a la iluminación navideña del Ayuntamiento que está prevista para mañana, día 2, viernes, y que por razones obvias tiene que quedarse en más modesta.
Los problemas económicos agobian al Ayuntamiento y su iluminación habitual es pésima, empezando por lugares como la propia Plaza de San Francisco, donde las luminarias, y nadie parece hacerse dado cuenta de ello, se pierden entre los árboles, y no es el único caso. Con un poco de esfuerzo debería conseguirse una iluminación más potente para estas fechas navideñas, sobre todo para que sea un revulsivo para el comercio, que también debería colaborar. Mientras tanto tenemos un perfil bajo y con él no podemos pensar en milagros, porque el marketing manda y hay una oferta muy amplia sobre la que escoger. De todas maneras nunca ne ha gustado que para todo se use la manida palabra de la austeridad o coste cero, porque esto no justifica que las gestiones se hagan mejor, por el contrario parecen el parte de un fracaso,
Esto no quita para que Diputación y Ayuntamiento de Jaén se hubieran puesto de acuerdo en apretar el interruptor de la luz el mismo día, para que no se perciba tanto la diferencia entre administraciones ricas y pobres.
Es obvio que la Diputación está interesada, y lo demuestra, por razones de vecindad y no hay que olvidar que también por política, en tener gestos con la capital, que son importantes, y la ciudad en vez de afearlo, que es lo que se ha hecho tantas veces, lo que tiene que hacer es aprovechar esta coyuntura positiva y sumar esfuerzos. De la buena relación política y personal entre Diputación y Ayuntamiento, entre Márquez y Reyes, en este caso, la ciudad de Jaén puede sacar mucho provecho si los dos políticos que están al frente, el alcalde que tal vez quiso ser y el alcalde que es, continúan en la mejor sintonía.