Por ANTONIO GARRIDO / El asunto de la actualidad que nos quema y que está llegando a su fin es el de la campaña para las elecciones municipales del domingo. Los candidatos apuran las últimas jornadas con sus mensajes y tratando de ilusionar a los jienenses, y en poco la suerte estará echada, la noche del domingo saldremos de dudas. Como todas las citas electorales el resultado es imprevisible, sí, hay encuestas, hay sensaciones sobre la opinión de la calle, pero lo único válido es la encuesta tamaño natural que es la que sale de las urnas. Sigo con extremo interés, por los medios de comunicación y también por las redes sociales, porque te lo permiten al instante, el trabajo de cada una de las formaciones políticas para llegar a los potenciales votantes. Unas con medios e infraestructuras poderosas, otras con escasos recursos y que en consecuencia han de realizar un mayor esfuerzo. Siempre digo lo mismo, al margen de los posicionamientos ideológicos, siento admiración por las personas que libremente deciden dar un paso al frente para dedicarse durante un mandato de cuatro años a la tarea de servidor público desde un órgano tan cercano como es el Ayuntamiento. En algunos casos repiten ciudadanos y ciudadanas experimentados, pero en otros se trata de nuevos aspirantes que pretenden llegar e incorporarse a una tarea que ya deben saber que es cualquier cosa menos cómoda. La experiencia dice que cuatro años, que puede parecer poco tiempo, da para mucho, no hay que echar la vista atrás a lo que ha supuesto el mandato que está a punto de expirar y que ha dado situaciones de infarto.
Una de las fórmulas tradicionales que se ofrecen a los candidatos en las campañas son los debates, que además ofrecen la posibilidad de que sean seguidos por los diferentes medios y las redes sociales por el universo ciudadano, de hecho me comentan que las grabaciones se están divulgando masivamente, lo cual me parece perfecto, una sociedad informada es siempre una garantía para que se pueda expresar con mayor conocimiento de causa. En la noche del lunes tuve la oportunidad de moderar el encuentro propiciado por el Foro Jaén de Opinión y Debate, al que pertenezco, con los candidatos de PSOE, Julio Millán Muñoz, actual alcalde; Agustín González Romo, el candidato del Partido Popular, y Manuel Vallejo Martos, el cabeza de lista de Jaén Merece Más. A mi modo de ver las dos horas de su duración, que pudo ser más tiempo, pero resultaron suficientes para sacar a relucir los principales asuntos que interesan a los vecinos y vecinas de Jaén, permitieron conocer mejor a las personas y a los personajes. Antes debo explicar que al Foro Jaén le hubiera encantado disponer de un local amplio y de más tiempo para reunir en un mismo acto a los representantes de las listas de las nueve formaciones que concurren por la capital, pero esto ni es práctico ni tampoco es útil, y no permite centrarse con cierto detalle en las cuestiones de interés general ni tampoco conocer con mayor profundidad la hoja de ruta que se plantean los grupos que a priori, de acuerdo con las encuestas, con la temperatura política de la calle y la propia sociología de la ciudad, tienen mayores posibilidades de hacerse con asientos en el plenario del Ayuntamiento y también de ostentar la Alcaldía.
Además de las preguntas que formularon los socios, en el turno de debate propiamente dicho, consustancial con la trayectoria de 32 años del Foro Jaén, por donde han pasado los candidatos de diversas convocatorias electorales para el Congreso, Parlamento de Andalucía y Ayuntamiento, donde quedó reflejado el sentir general sobre temas como las infraestructuras pendientes, el dichoso tranvía que se nos atragantó, la triste historia de la mala relación de Jaén con el tren, etc., la primera parte sin embargo, un poco para meternos en ambiente, consistió en una declaración de principios en torno al modelo de ciudad que defiende cada candidatura, entendiendo que el modelo no es solamente una buena planificación urbanística o un PGOU como Dios manda que marque el rumbo del Jaén a corto, medio y largo plazo, sino que es la suma de diferentes actuaciones que permitan que la ciudad avance, pero con un añadido, esto no se produce por generación espontánea, ni tampoco puede hacerse a base de ocurrencias, un modelo jamás se puede hacer a salto de mata, tiene que ser objeto de la planificación, hay que soñar la ciudad ideal y después hacerla realidad. Por eso llamamos a este debate “El Jaén que tenemos y el Jaén que queremos”.
QuisImos saber, por ejemplo, cómo ven los candidatos a Jaén por sí misma y también en comparación con el resto de capitales andaluzas, sobre todo las de su dimensión, si es posible la convergencia, y qué sugiere la velocidad de crucero que ha escogido Málaga, por ejemplo, que es un caso muy significativo de una planificación medida, estratégica, y de tiempo. También les pregunté por sus prioridades, exactamente qué estarían dispuestos a firmar como objetivos irrenunciables, dentro del margen que permite la situación económica municipal tan delicada por ruinosa, y, asimismo, de qué manera se puede combatir el enfrentamiento permanente entre administraciones y en concreto qué se proponen hacer como Ayuntamiento, si es que forma parte de sus planes, para que se le haga justicia inversora a Jaén y se despejen las incógnitas pendientes, en algunos casos desde hace décadas, tanto de la administración autonómica (Junta de Andalucía), como del Gobierno central, entre las que se llevan la palma ejemplos como el tranvía y el ferrocarril, por dividir proporcionalmente las responsabilidades. La última pregunta que les hice fue la de que durante un tiempo nos ilusionaron con el Colce, y en un principio estuvieron todos a una, si bien a la hora de la verdad hubo deserciones, y se trataba de conocer si entienden que el Cetedex, que está por ver si es un proyecto asimilado o un sucedáneo, puede ser esa empresa tractora que Jaén reclama como para apuntalar su carácter de auténtica capitalidad.
Y por último les digo cómo vi a los candidatos, avisando que mi papel de moderador me obliga a ser comedido y que me importa mucho más la disposición a debatir, en este lugar y en tantos otros, el hecho de que se hayan esforzado en trabajar por ofrecer fórmulas para hacer que Jaén avance, que dos horas de debate entre quince días agotadores de campaña y la precampaña anterior que también fue larga e intensa. Quiero dejar constancia expresa de que la situación de cada uno de los tres candidatos es diferente, uno está al mando, otro aspira a mandar y un tercero pretende convertirse en bisagra para tocar o poder o influencia.
Empiezo por el alcalde socialista y candidato a la Alcaldía, Julio Millán Muñoz. Era lógico que volviera a encabezar la lista del PSOE, cuatro años es poco tiempo para desarrollar un programa de actuaciones, más si como ha ocurrido en este mandato que finaliza, ha habido un paréntesis de casi dos años de pandemia, a pesar de lo cual la maquinaria municipal estuvo funcionando, aunque la gestión hubo de desarrollarse a fuego lento. Millán tiene que asumir las fortalezas y las debilidades de su etapa, yo vengo defendiendo que a pesar de todos los inconvenientes no tengo la impresión de verlo especialmente quemado en el cargo, es más, hay gente de muy diversa procedencia que lo defiende sin paliativos, aunque es evidente que si le preguntas a militantes de otros partidos no le van a dedicar halagos. Tiene, entre otros, el hándicap del Colce, cuyo espíritu se quiera o no sigue vivo, o la manera en que se hizo lo de Onda Jaén, incluido el fuego de las dependencias que lamentablemente jamás se aclaró, y es un debe para la Policía pero también para el Ayuntamiento, hay grietas notables en la gestión, pero no sería justo dejar de reconocer que los astros se han alineado y le han permitido actuaciones que con la situación del Ayuntamiento eran impensables, hablamos, entre otras, de ITI, DUSI, Next Generation, la Diputación…Los logros en la gestión en varios apartados, más visibles en materia cultural y de imagen, le salvan los muebles. En el Foro Jaén ha desgranado su proyecto para ultimar el proceso de cambio que desea para la ciudad. Hace tiempo en unas declaraciones, que creo recordar que fueron en lacontradejaen dijo que “la Alcaldía de Jaén es una silla eléctrica” y dijo bien, sobre todo porque los problemas económicos condicionan, el caso es que le puede más su pasión por dejar terminado el trabajo que se inició y que está apelando al voto útil, irremediable cuando el futuro está tan abierto, es más, le he visto conciliador con Jaén Merece Más y su candidato Manuel Vallejo, creo que es un detalle a considerar. Si sale elegido Julio Millán no nos va a sorprender en su hoja de ruta, ya queda poco para saberlo y lo podemos reconocer en sus obras. Por cierto les comento un detalle, en la copa de convivencia tras el acto tuve la oportunidad, por primera vez en este mandato, de cambiar impresiones unos minutos con Julio Millán, y les aseguro que no es por mi culpa, si bien recuerdo de siempre un trato cordial con el actual regidor, hasta que él lo quiso. Me agrada haber reanudado una relación de siempre afectuosa. Le deseo suerte, igual que al resto.
Por lo que se refiere a Agustín González, el candidato del Partido Popular, admiro lo que ha sido capaz de hacer en estos meses en los que parece que ha corrido la maratón de Nueva York. Jugaba con desventaja y no por su culpa, sino por su propio partido que se tomó más tiempo del necesario para designarlo candidato, aunque él, que ya lo era de modo oficioso, tomó del tiempo y se puso a la carrera de darse a conocer, porque por su trayectoria laboral como funcionario ha estado tiempo fuera de Jaén. Lo que ha hecho Agustín González en estos últimos meses es digno de aplauso porque se ha multiplicado para estar en todo y con todos, desde el acto más concurrido a las pequeñas reuniones, ha parecido alguna vez que tenía el don de la ubicuidad porque estaba en Sevilla y el mismo día en varias citas de Jaén, de manera que ha hecho, ya lo he dicho alguna que otra vez, un máster de jaenerismo, y no me refiero a conocimiento de la ciudad, que lo posee, ahí está como demostración el espléndido libro sobre sus paseos con Bruce, sino a imbricación con las realidades sociales, económicas, culturales, vecinales, etc. Quienes le conocen valoran mucho su empatía, su capacidad para establecer relaciones y la pasión por el trabajo bien hecho. Algunos críticos, desde dentro del PP, no dudan en poner en tela de juicio la conformación de la candidatura, no en su conjunto, más bien en la entrada de personas procedentes de Ciudadanos, esto me ha llegado incluso por militantes de esos que son capaces de dar dos caras, una a él y otra al resto. Otro detalle al que se dedica el candidato con mucha intencionalidad, es a la de fiar su futuro al de Juanma Moreno, y aun reconociendo los méritos y el talante del presidente de la Junta, que hoy precisamente se encuentra en Jaén para apoyarle, tengo dudas de si es algo que le beneficia y no sería mejor definir y defender un proyecto autónomo, pero él es quien tiene que decidirlo, de todas maneras me alegraré el día que el jefe del gobierno andaluz dé a Jaén todo lo que le tiene prometido. Dicho esto no tengo duda de que posee experiencia de gestión, aunque esa trayectoria per se no sea trasladable a la acción de gobierno en un Ayuntamiento como el de la ciudad de Jaén, pero no es un lastre, desde luego, por el contrario es un aval, y Agustín González tiene todas las cualidades que se precisan para poder ser, si así lo deciden sus paisanos, un buen alcalde de Jaén. Ya queda menos para descansar, pase lo que pase el domingo.
Y en cuanto al candidato de Jaén Merece Más, Manuel Vallejo, lo primero que sorprende es cómo ha crecido en su versión política. Él explicó muy bien las razones por las que decidió dar el paso y entrar a formar parte del tablero político, desde su ámbito universitario, él es catedrático, y detectaba el triste lamento de los estudiantes que no ven futuro en su tierra y tienen que salir de ella en busca de nuevos horizontes de oportunidades laborales. El que pudo ser otro candidato al Rectorado de la UJA, porque creo que lo que sentía era la necesidad de ser útil y desde ámbitos de responsabilidad e influencia mover ficha para poner remedio a algunas situaciones dolorosas para Jaén, finalmente desembocó en la esfera política, en Jaén Merece Más, que ya tiene un amplio bagaje primero como plataforma ciudadana, desde 2017 y más recientemente, como partido político. Al principio pocos apostaban por este candidato, por su bisoñez política, pero la voluntad obra milagros y a día de hoy se ha aprendido la lección, y proyecta una letra y una música que encuentran eco, lo cual no es extraño en una ciudad en la que desde hace tanto tiempo tenemos una sensación de orfandad, por mucho que los gobiernos traten de hacernos ver un panorama diferente, incluso idílico. En determinados sectores, tal vez los menos ideologizados o los que sueñan con un futuro de la ciudad por encima de los intereses políticos, por legítimos que sean, ha cuajado el proyecto de Jaén Merece Más, no hay que olvidar, aunque son comicios diferentes, que en las últimas elecciones autonómicas obtuvieron casi 10.000 votos, a muy poca distancia del PSOE. Bien es verdad que el discurso del agravio cala y además, lamentablemente es real. Basta plantear una lista de incumplimientos de las administraciones para motivar a un determinado sector de la población a sublevarse contra nuestro status quo. Por lo demás creo que el candidato ha cubierto las expectativas, que es un digno número 1 para Jaén Merece Más y que en el difícil papel que le puede corresponder en el próximo Ayuntamiento cabe la posibilidad de que le caiga en suerte la difícil papeleta de constituirse en bisagra, con lo cual asumiría una gran responsabilidad. En esa etapa se puede jugar su futuro: ser un revulsivo para la ciudad por la que se le reconoce que ha apostado, o, en caso de equivocación, iniciar lo que pudiera ser el principio del fin. Por el bien de Jaén espero que llegado el caso sepan administrar con mesura el papel que le otorguen las urnas. Amén.
Foto: Un momento del debate celebrado en la noche del lunes en el Foro Jaén de Opinión y Debate.