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Por ANTONIO GARRIDO / El narcisista Trump en ese imperio que no se parece en nada a lo que algún día fue, ha frenado por un tiempo su decidida voluntad de cambiar el orden mundial del comercio con los aranceles, pero seguro que vuelve a la carga. Ya ha dicho a los suyos, pero nos hemos enterado todos, que le gusta que los dirigentes y los gobiernos de todas las naciones, estén detrás de él para “besarle el culo”, qué se puede esperar de semejante espécimen. Que el Señor nos coja confesados. En España los gobiernos estatal y autonómico al menos en esta ocasión creo que van a ir a una porque aquí no se trata de claves ideológicas sino de perjuicios interesados para muchos sectores y en conjunto para la economía. También para la provincial. El Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén, que preside Manuel Parras Rosa, ya ha dado la voz de alarma ofreciendo algunas estimaciones de la repercusión que la motosierra de Trump sobre la economía global puede representar para el PIB de la provincia, una caída de entre dos y tres décimas, lo bastante significativa teniendo en cuenta que en PIB también estamos a la cola, así que cualquier adversidad que llegue de los Estados Unidos o de Europa, aunque tenga carácter general en el caso de la provincia siempre tendrá peores efectos.

Pero nosotros a lo nuestro, la polarización que de manera tan intensa se vive en toda España todavía es más agresiva en territorios como el nuestro. Surge cualquier asunto y al instante se movilizan las redes sociales en esa división sociológica que caracteriza a esta capital, donde conviven dos formas de entender la vida. Menuda la que se ha liado con la visita del presidente de la Junta y su presencia en el Colegio Jesús y María, unos que si partidista, otros que un maravilloso gesto del presidente. No me considero del club de fans de Moreno Bonilla, pero reconozco que de todo lo que hay en el paisaje político es de lo menos malo, me refiero a su talante, a su manera de ser y de comportarse, cuestión distinta son los temas concretos a los que se enfrenta la comunidad en los que me pongo a la fila como el primero de los críticos y lo habrán observado. Es perfectamente compatible felicitar por el Centro de Salud Alameda, que hacía mucha falta y que ha hecho este gobierno, porque las obras son de quienes las ejecutan, y reprochar que no hay manera de resolver los problemas estructurales de la sanidad pública, y por cierto hace poco nos avisaron de que se aliviaban algo las listas de espera en atención primaria, pero han durado muy poco, según he podido comprobar, se ha vuelto rápido a las andadas. Hay mucho que exigir a la Junta y a su presidente, con permiso de todos los palmeros que en las redes sociales les faltan palabras de halago, e insisto, me gusta diferenciar bien las cosas, Moreno Bonilla viste bien su cargo, es cercano, pero los problemas se le acumulan a una velocidad vertiginosa.

Un día próximo entraré a fondo en la dependencia, que es aún más fuerte que lo que está ocurriendo en la sanidad, conozco casos muy cercanos de espera de más de dos años para recibir una resolución mientras la persona que debería estar disfrutando de esa ayuda a domicilio avanza en la edad y en el estado general y ocurre en muchos casos que fallecen antes de que la burocracia ineficaz, pésima, de la administración andaluza, ofrezca respuesta. Esto no tiene nombre. Y por poner solo unos ejemplos, también se acaba de firmar en Jaén con mucha parafernalia el acuerdo de la Junta con los rectores de las universidades, en parte gracias a la presión ejercida por el rector de la UJA y la sociedad civil. Pues a pesar de todo no me fío de que se vaya a cumplir, el gobierno gasta mucho en palabrería y en imagen, pero a la hora de la verdad los hechos se encargan de ponerlo en su sitio. A pesar de todo me sigue cayendo bien Moreno Bonilla, insisto como señalaba hace unos días en un comentario, dentro de lo que cabe, pero también advierto que los frentes se están abriendo y que el buenismo por sí solo no es una solución. Los problemas hay que encararlos y resolverlos y ahí tiene tajo, lo ocurrido el pasado sábado en Sevilla es un aviso. No vale refugiarse en las palmas y en un entorno abducido, por razones obvias, teniendo en cuenta que casi todos defienden no solo al presidente, también sus nóminas. De las redes sociales no sé qué me gusta menos a este respecto, si los que con mala educación disparan contra el presidente de la Junta, algunas veces sin ton ni son, o los que haga lo que haga salen en su defensa y se les olvida hasta los problemas reales que como ciudadanos padecen porque fallan políticas de atención pública. En Jaén no tenemos remedio, somos así para todo.

Y lo que no falla es el desencuentro, es vergonzoso asistir al espectáculo permanente de que las administraciones no se pongan de acuerdo para casi nada y estos días abundan los ejemplos. La intermodal, al dictado del ministro Puente, sobre la que estos días, una vez que se ha celebrado la primera reunión de una comisión técnica, debaten los partidos, naturalmente por separado, con colectivos empresariales de todo tipo, y también el movimiento social. Antes que nada diré, mejor repetiré, que mi opción es la de integrar la intermodal en la ciudad, solo que por las características de la zona debe ser con soterramiento, porque sin él, a pesar de lo bien que lo están vendiendo, crearía más problemas, espero que no nos arrepintamos de la falta de ambición, empezando por los que antes eran tan exigentes. La intermodal en Vaciacostales es seguir alejando las infraestructuras y es una fórmula que aunque haya quien la defienda, respetable, en parte para rentabilizar el tranvía, no se sostiene. Entiendo a los vecinos de Expansión Norte, que no quieran en su ámbito tanta carga de infraestructuras, pero alejar la estación a varios kilómetros es una barbaridad, fundamentalmente por una razón de sentido común, hay que acercar a las personas a la ciudad, no es de recibo que alguien venga a un médico desde cualquier lugar de la provincia y desde el extrarradio tenga que buscarse la vida para llegar a su destino. Tenemos que hacer una ciudad cómoda y con facilidades para el jienense y el visitante, Vaciacostales está muy bien para guardar los vagones del tranvía, únicamente para eso.

Divergencias, enfrentamientos también con las obras en Santo Domingo, no hay manera de que un proyecto que pretende recuperar la parte de la iglesia y para lo que la Diputación tiene preparados tres millones de euros de los fondos Next Generation provoque esta controversia, unos pidiendo las llaves, otros frenando obras, no puedo entender que por protagonismo, por celos o yo qué sé, se llegue a situaciones absurdas, que parecen riñas infantiles y que merecerían, si pudiera ser, cesar a todos los políticos y mandarlos a que aprendan modales y servicio a la ciudadanía en lugar de estar siempre con el hacha levantada. Y cuando hablan de dinero los unos y los otros ya nos superan porque gestionan fondos europeos y parece que quisieran dar a entender que lo ponen de su bolsillo. Si no fuera por Europa en estos años estaríamos en una prolongadísima sequía. Volviendo a Santo Domingo, que dejen actuar a la Diputación porque con todos los defectos que se le quieran buscar representa la eficacia, y en pocos meses la obra puede estar terminada. Por favor, Junta, Diputación y Ayuntamiento, manos a la obra.

Sobre el Ayuntamiento, mañana escucharemos al alcalde en los Diálogos Nuevo Milenio de Diario Jaén, a ver qué se cuenta Julio Millán de su proyecto de ciudad en esta prolongación que le ha regalado Jaén Merece Más, un acuerdo que da la impresión al menos de que sigue funcionando, de hecho los “merece”, que se quieren colgar todas las medallas y eso que solo llevan unos años actuando, también a veces le hacen de gabinete de prensa al PSOE y al Gobierno, por ejemplo divulgando el acuerdo del Consejo de Ministros con la aprobación del plan urgente de abastecimiento. Pretenden distinguirse, pero no siempre lo consiguen o no siempre son entendidos por los jienenses. También sobre el Consistorio, poco se conoce más de los planes para aliviar la ruina municipal, sí se sabe que hay ayuntamientos como el de Jerez que celebran la buena nueva y eso que se trata de ampliar en diez años el periodo de amortización de la deuda. No dudo que tiene sus efectos positivos, pero también me pregunto ¿este es el plan tan ambicioso que nos estaban preparando? Puede que sea un alivio, es decir, lo es, pero a la vez supone prolongar la agonía. La parte buena, por decirlo de alguna manera, es que las nuevas circunstancias permitan que el Ministerio de Hacienda dé el plácet a unos presupuestos, porque si no es así apaga y vámonos.   

En torno a la parte más política del Ayuntamiento de Jaén la situación interna que se vive en el grupo del Partido Popular es especialmente movida. Hay que hablar con la gente y además hacerlo con las distintas sensibilidades para saber que existe inquietud. Faltan dos años para las elecciones municipales y a pesar de que el momento es complicado hay quienes no desean que se repita la situación anterior a las elecciones de 2023, cuando el PP se descuidó a hacer oficial el nombre del candidato, ahora ya no sé si es que se lo estaba pensando. Es una decisión de Moreno Bonilla y su equipo, en algunas declaraciones de los últimos tiempos el presidente provincial, Erik Domínguez ha escurrido el bulto, ya sabemos que no es su competencia directa pero algo pintará. El grupo en sí es un hervidero, no solo por el debate de las liberaciones, hay historias. Cuando se está en el poder casi todo pasa desapercibido, a la intemperie funciona más el vox populi.  

Foto: El inicio de las obras en la iglesia de Santo Domingo, pendiente de los enfrentamientos.

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