En esta ocasión la conmemoración del Día de Andalucía y el puente festivo que lo acompaña, coincide con los 40 años del referéndum en el que se decidía si los andaluces nos sumábamos al hecho autonómico. En esta provincia resultó más complicado de la cuenta, no fue un paseo militar, pero finalmente se logró. Se necesitaba al menos un respaldo de más del 50% de los votos favorables y nosotros nos quedamos en el 49,34%. Menos mal que varios partidos recurrieron y la Audiencia Territorial de Granada dictó una sentencia favorable con el resultado, ya definitivo, del 50,07%. A favor se posicionaron PSOE, PCA y PSA y en contra estaba la UCD que muchos recordarán que se inventó una pregunta retorcida para aguarnos la fiesta, que provocó la salida del partido del profesor Clavero Arévalo, entre otras cosas. La Audiencia de Granada lo que hizo básicamente es admitir como válidos los votos emitidos en sobres con dos o tres papeletas del mismo signo, que habían sido computados como “noes” por la Junta Electoral Provincial. Por su parte, UCD había presentado un recurso en solicitud de que se excluyeran del censo electoral las personas fallecidas o incapacitadas entre el 1 de enero de 1979 y el 28 de febrero de 1980, que fue desestimado.
El comportamiento de Jaén hay que verlo ahora, con la suficiente distancia, desde el punto de vista de que nuestra tierra, hay que decirlo con toda claridad, para qué andarnos con rodeos, siempre fue leal a los poderes, el que fuera, lo fue a Franco, por no remontarnos a otros periodos históricos anteriores, que también, y lo fue a UCD, y como la UCD no quería la autonomía, nos costó trabajo sacarla. Recordarán la famosa pregunta que quedó para la historia a la que puso voz Lauren Postigo y que resumía en la frase de “Andaluz, este no es tu referéndum”. A partir de ahí ya la adhesión cambió de escenario y se fue del lado del PSOE, partido histórico, que desde entonces, y ha pasado algún tiempo, es el mayor depositario del voto provincial. Pero bueno, lo importante es que superamos aquel trance complicado y esa etapa marcó un antes y un después en la provincia. Aún retengo en la memoria algunos episodios de aquellos tiempos en los que no faltaban convulsiones, pero resultaban ilusionantes, estábamos ante un nuevo escenario para la política y para la provincia. Hoy el panorama en muchos aspectos es cambiante, no hay más que ver lo que dicen ahora las encuestas sobre la opinión de los andaluces respecto a las tendencias de voto y denota que de nuevo el poder, ahora ejercido por el espectro de la derecha, con PP y Cs con la mirada atenta de Vox, tiende a consolidarse en el territorio. Nada nuevo bajo el sol, así fue y así es. No hay nada como el poder para revalidar, aunque también la historia nos advierte que lo mismo que hay un principio existe un fin, nada es eterno.
Durante estos días estamos asistiendo a distintos actos conmemorativos, sobre todo para enfatizar que ya han pasado cuatro décadas de aquella conquista. Es agradable sobre todo que en los centros escolares desde una edad temprana nuestros chicos y chicas aprendan a entonar el himno y a reconocer las señas de nuestra cultura, que es tan rica. También mañana tendrá lugar el acto promovido por la Junta, en la Universidad de Jaén, para la entrega de diez banderas a otras tantas trayectorias jienenses y aprovecho para felicitarles a todos, merecedores de la distinción. Los galardonados este año han sido el actor Santi Rodríguez, que recibirá la Bandera Especial a la Trayectoria por su carrera profesional encima de los escenarios y en la televisión; y Emilio Lara que hará lo propio con la de las Ciencias Sociales por su trayectoria literaria. La Bandera de Andalucía de las Artes ha recaído en la directora de orquesta Lucía Marín, la del Deporte para Alberto González Moyano, oro en atletismo en los campeonatos de Europa sub23 que se celebraron en Gavle (Suecia). La Bandera de Andalucía de la Solidaridad y la Concordia será para la Asociación Andaluza de Centros Católicos de Ayuda al Menor mientras que la de la Economía y la Empresa irá a la empresa Software Del Sol. La de la Investigación, la Ciencia y la Salud será para el Colegio Oficial de Médicos de Jaén y la de Proyección de la Provincia será para Juan Aceituno, cocinero del Restaurante Dama Juana, que ha sido galardonado con la Estrella Michelín. El Centro de Capacitación y Experimentación Forestal de Cazorla, pionero a nivel nacional en la implantación de los precursores Módulos Experimentales recogerá la Bandera de Andalucía al Mérito Medioambiental y la asociación ‘Pídeme la Luna’ será galardonada con la Bandera de Andalucía a los Valores Humanos. Ya el día 28, esta vez en Sevilla, otra jienense ilustre, la doctora María Castellano Arroyo, pionera en el ámbito universitario y en el estudio de la violencia contra la mujer, recogerá la Medalla de Andalucía de las Ciencias Sociales y las Letras, todo un lujo para Jaén esta médica, maestra y humanista.
Con el tiempo y ha habido ocasiones para reflexionar sobre ello, la autonomía también ha sido injusta con Jaén, mejor dicho no ha sido la autonomía sino los políticos que han gobernado las instituciones andaluzas, pese a que en ellas hubo tantos jienenses con mando en plaza. Por eso de cara a este día, cada año muchos jienenses entre los que me cuento, tenemos una sensación extraña porque queremos a nuestra tierra como los que más, pero la autonomía, que en sí es un buen instrumento para el autogobierno, como puede desilusionar es creando agravios comparativos, desigualdades y desequilibrios. No es el momento de hacer una relación pormenorizada de nuestros reproches, pero cualquiera sabe que la lista de agravios es considerable y que Jaén espera mucho más de su autonomía que lo alcanzado en estos primeros 40 años. Somos y nos sentimos andaluces y necesitamos demostrarlo, pero al tiempo que nos lo demuestren las instituciones que están obligadas a dar ejemplo de solidaridad y de equilibrio en todo el territorio, y eso significa también acabar con tanta acumulada indiferencia.
No es este el momento para profundizar en los desencuentros, por desgracia no van a faltar oportunidades. Por eso prefiero señalar que estamos muy orgullosos de ser andaluces, nos vemos identificados con ese himno que es de todos, y donde con tanta contundencia se habla de Andalucía, España y la Humanidad. Vayan por delante los sentimientos, sin los cuales pasaríamos por ser un pueblo sin alma. Eso somos, Andaluces de Jaén, y bien que lo plasmó Miguel Hernández en su poema “Aceituneros” al que hemos hecho himno de la provincia para que lo tengamos muy presente, sobre todo su significado, y seamos capaces de levantarnos cuantas veces sea necesario para exigir el puesto que merecemos en el concierto andaluz. Y me identifico con una frase que dejó escrita el recordado Carlos Cano, andaluz de pro: “Ser andaluz es la forma cultural que tengo yo de ser persona”.
El otro asunto de la semana, del mes y parece que ha llegado para quedarse, es el de la rebelión del campo jienense, en su mayoría cívica, aunque es entendible que no aceptable, que haya quienes se hayan pasado de la raya. Hay unas normas y unos derechos que asisten a terceros, lo sabemos, señora subdelegada del Gobierno, que había recomendado de acuerdo con su papel, coherencia y racionalidad, pero sin justificar excesos hay que ponerse también en la piel del sufrimiento y la desesperación. La convocatoria de las organizaciones agrarias para hacer sentir el apoyo de los 97 municipios de la provincia se puede considerar un reto conseguido, porque al menos en todos ellos el mensaje caló con independencia de si había mayor o menor participación. El hecho principal era ver que toda la provincia, al unísono, podía expresarse ante un problema que es de todo Jaén. En el caso de la capital, francamente se esperaba más, algunos lo justifican en falta de información y razones así. Es curioso que en el siglo XXI en pleno desarrollo de la sociedad de la información por tierra, mar y aire, parezca que la gente se informa menos, pero es un fenómeno a estudiar.
En el día de hoy no quiero caer en el derrotismo, pienso que por encima de todo se cubrió el objetivo y España entera miró a Jaén. El sentimiento sí ha sido unánime, pero tal vez, y es solo una impresión, nos hemos quedado cortos en un momento en el que el olivar y el aceite tanto nos necesitaban. No nos desanimemos, hay que seguir porque esta batalla es de largo recorrido. Por lo pronto el Consejo de Ministros ha empezado a escuchar el clamor de la calle y da luz verde a algunas medidas, como la prohibición de la venta a pérdidas, que es un gran paso. Principio quieren las cosas, pero los problemas del campo, incluido el olivar, están en la agenda, las movilizaciones cuando son contundentes y asisten razones, generalmente no suelen fallar, los políticos les temen como a una vara verde.
Por cierto, hace cuarenta años, cuando se votaba el referéndum para la autonomía andaluza, también el campo de Jaén estaba en pie de guerra. El olivar era fuente de preocupaciones, al inicio de la campaña se obtenía una subvención oficial de 7 pesetas por kilo pero el precio de nuestro oro líquido bajaba en los mercados, como ahora ocurre. Tanto es así que en aquel momento de impotencia se extendió la idea de hacer del algodón el cultivo de futuro. Menos mal que los berrinches se pasan. Por eso en aquella época se repetía mucho que el olivar era un cultivo problema. Tiene muchas dependencias, hay que mirar al cielo, a los mercados, a los consumidores, a Madrid, a Bruselas, a Estados Unidos…Pero el olivar es nuestra vida, nuestro emblema, nuestra cultura…hoy no se entendería a Jaén sin su oro líquido y sus 66 millones de olivos. Por eso hay que defender este patrimonio con uñas y dientes.
La vida sigue con sus tensiones y sus preocupaciones. Nos están metiendo el miedo en el cuerpo con el dichoso coronavirus, con un exceso de información y de bulos. El Colegio de Farmacéuticos de Jaén transmite un mensaje de tranquilidad porque, a título de ejemplo, las mascarillas han desaparecido de las farmacias. Cuesta trabajo administrar un problema de esta naturaleza, pero recomiendo, si de algo les sirve, no dejarnos llevar por el alarmismo tantas veces infundado y del que en buena medida hay que hacer responsables a los medios de comunicación, en esa escalada tan lamentable de pretender dar la exclusiva, aunque se trate de una enorme mentira. Por eso se ha valorado tanto, sobre todo en redes sociales, la actitud tan profesional de un periodista de largo recorrido como es Lorenzo Milá, profesional creíble, quien con una naturalidad apabullante desarrolló una información sin concesiones a la galería, como Dios manda.
Por otro lado no quería dejar de darles el parte semanal del tren. Las incidencias siguen prácticamente a diario, sin recato alguno, ya hasta ha dejado de ser noticia, creo que lo que quieren en Renfe es hartarnos del todo y que nos olvidemos del ferrocarril para siempre. En vez de protestar por los servicios ferroviarios, que lo hemos hecho hasta la extenuación, lo que tendríamos que hacer, si tuviéramos lo que hay que tener, es pedir que empiecen a producirse dimisiones de políticos. Visto lo visto, sobran casi todos.
Y por último llegamos al Miércoles de Ceniza, empieza la Cuaresma y en nuestra geografía jaenera este hecho tiene especial relevancia porque todo un mundo cofrade se pone en marcha para preparar la Semana Santa. Hoy la ceniza que se impone en los templos nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera: Memento, homo, quia pulvis est et in pulverem reverteris…Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás. Es una cita del Génesis, pero también es una metáfora de la vida, que con frecuencia olvidamos. Como dice el poeta libanés Khalil Gibran y me aferro a este hermosa idea: “Vivimos sólo para entrever la belleza, y todo lo demás es larga espera”.
(Un resumen de este comentario ha sido emitido al mediodía de hoy en la programación de Onda Cero Jaén, en el espacio La Columna de Antonio Garrido)