Por ANTONIO GARRIDO / Fitur está ya en su recta final, todo lo bueno se acaba. Con independencia de lo ya señalado en días anteriores, que lo deseable es que la provincia exhiba su fortaleza de manera unánime, que es tanto como pedir peras al olmo, porque la política lo impregna todo, lo cierto y verdad porque la venimos siguiendo muy atentamente a la Feria y a sus resultados, lo que se ve y también lo que no se percibe, es que todo el territorio de Jaén ha exhibido de una manera asombrosa sus fortalezas, en una sucesión interminable de acontecimientos que constituyen el mejor reclamo de la riqueza que en patrimonio, gastronomía, tradiciones, naturaleza, pueblos espléndidos y un largo etcétera caracterizan a esta privilegiada geografía. En circunstancias como esta de Fitur, la feria de las ferias en la que hay que estar porque es el mejor escaparate para promocionarse, o en otros acontecimientos más de andar por casa como pueden ser la feria de los pueblos o el día de la provincia, observadas en su conjunto, es como mejor se palpa la grandeza, el privilegio y el orgullo del lugar donde vivimos. Hoy vamos a destacar a todos los que con esta intención han viajado a Madrid con un firme propósito, sentirse embajadores de su tierra.
No sabría decir, porque todos los años es visible el esfuerzo, si en esta edición es posible que se hayan superado las previsiones, lo cierto es que tanto los responsables políticos, todos, como los empresarios del sector, principales protagonistas, aunque se les vea menos porque están más en la parte de contactos profesionales de negocio, han dejado muy en algo el pabellón jienense. Hemos visto en un primer plano a la Diputación, por algo es la más veterana corporación en la tarea promocional de la provincia, los demás han cambiado, pero ella mantiene un evidente liderazgo y este año de nuevo ha tratado de proyectar el Jaén total, con decenas de acontecimientos y el protagonismo de nuestros recursos más conocidos y otros que trata de incluir, porque a la provincia le salen continuamente nuevos y potenciales atractivos. Chapó por los ayuntamientos que repiten año tras año en Fitur, con especial referencia a los casos de Baeza y Úbeda, la joya de la corona, que se venden solos, pero que son parte de la excepcional categoría que exhibimos.
Por lo que se refiere al Ayuntamiento de Jaén, en este primer año de hacer los madriles por parte del nuevo equipo de gobierno, con el alcalde Agustín González al frente, he de decir que me ha sorprendido, muy agradablemente por cierto, porque han llevado al recinto ferial todo un arsenal de ofertas y de acontecimientos que han llenado por completo estos días feriales con mucho contenido y dando una imagen atractiva de la capital del Santo Reino. Se preguntaba uno de los chef estrella Michelín, el baezano Juan Carlos García, algo así como ¿quién ha dicho que en Jaén no hay ná? Pues claro que nos sobran los motivos para que la gente venga, incluida, por supuesto, la oferta culinaria, con esos cocineros de lujo que también han realzado este año con su presencia el espacio dedicado a “vender” las bondades de este destino.
Insisto en que una de las buenas sensaciones la ha trasladado el propio alcalde de Jaén, que también se ha puesto en estos días el mono de faena, y me ha sorprendido las ganas que le ha puesto a la defensa de los valores intrínsecos de la ciudad. Lo mejor es que no había impostura alguna, o al menos así me lo ha parecido, igual va uno por la vida de sensible jaenero, la gestión de Agustín González se podrá discutir, unos dirán que es extraordinaria y otros serán críticos, pero lo que no admite duda es que es un enamorado de Jaén y que le ha puesto pasión a sus intervenciones, se le nota que quiere a la ciudad que rige. No exagero, escribo después de ver sus intervenciones, visionar algunos vídeos, verlo expresarse en distintas situaciones…Y de qué manera tan hermosa ha definido a Jaén: juvenil, vibrante, innovadora, llena de energía…donde cohabitan la tradición y la vanguardia, la cultura y la gastronomía, la naturaleza y el deporte…cada rincón cuenta con siglos de historia, cada rincón se proyecta hacia el futuro… La verdad es que no se puede pedir más. Bueno, sí. En la presentación de Jaén como ciudad para congresos y reuniones profesionales se ha resaltado una variedad de edificios y lugares emblemáticos, pero no a lo que hasta ahora hemos conocido como Ifeja, que es el gran referente, y es que se ha cuidado de no hacer alusiones a los monumentos y lugares que dependen de la Diputación. Esos celos y esos egos que tanto dañan a Jaén y que casi todos los políticos con responsabilidad, en esa tradicional confrontación que tanto nos perjudica, exhiben sin el menor recato. Batalla perdida.
En términos generales Jaén y toda la provincia han dejado un magnífico recuerdo de su paso por Fitur. Por eso hay que agradecer todo el potencial, destacar por supuesto la presencia del delegado de Turismo de la Junta, José Ayala, en su doble condición de político y empresario, porque nadie como él sabe lo que cada año se juega el territorio en esta cita tan singular. Ojalá que el esfuerzo realizado empiece a dar pronto buenos y abundantes frutos.
Además de la Feria de Turismo, incluso coincidiendo con ella, porque han desfilado políticos nacionales y andaluces, entre otros muchos, ha estado muy presente la política, sobre todo el nuevo organigrama diseñado por Juan Espadas al frente del PSOE andaluz en el que cuenta con algunos peones de la provincia, entiendo que en buena medida por la sintonía que mantiene con el secretario general socialista, Francisco Reyes. De Espadas se esperaba alguna reacción, sobre todo después de la última encuesta del Centra que otorga un respaldo impresionante a Juanma Moreno al frente de la Junta, de tal manera que si mañana hubiera elecciones no solo mantendría su actual mayoría, es que posiblemente pudiera ampliarla. Por su parte Juan Espadas nos ha parecido, no ya a nosotros sino a más de media Andalucía, un político amortizado, al que han colocado de portavoz en el Senado, algo que no se entiende en un líder que pretende ser una alternativa real en su circunscripción. Pero vemos que “resucita”. En política, como todo en la vida, el que la lleva la entiende, y aquí se ha producido un hecho evidente de acción-reacción, de manera que diseña un nuevo equipo y hasta se atreve a designar el que se ha llamado un gobierno en la sombra, mero brindis al sol.
En suma, creíamos que el PSOE iba a optar por relevar a Espadas y lo que está haciendo es proporcionarle un bote salvavidas como una nueva oportunidad. Reyes, por si acaso, le ayuda, y ha dicho bien alto en rueda de prensa que el de Moreno Bonilla es un “lustro negro”, ahora tiene que convencer al ejército de apoyos, a pesar de que el panorama no sea ejemplar, la sanidad sigue mal, muy mal, pero por el momento no le pasa la más mínima factura. En fin, creo que la estrategia socialista es equivocada, pero en todo caso es el problema de esta formación política. Francisco Reyes le cede a Espadas, así es como yo lo veo, a uno de sus colaboradores de confianza, Jacinto Viedma, el actual secretario de Organización que pasa a la misma responsabilidad pero en el ámbito regional, un subidón, que demuestra el buen entendimiento de colaboración y de proyecto compartido. Viedma es un político curtido en mil batallas, eficiente y a la vez discreto, es un buen segundo. En cambio se aminora el papel relevante de Ángeles Férriz, la vicesecretaria que ahora pasará a un segundo plano, en beneficio de la onubense María Márquez, a la que se le ofrece ahora la canonjía. Férriz es un animal político en el mejor sentido de la expresión, su trayectoria lo dice, pero se la sitúa en una órbita discrepante del jefe de la provincia, hay que tirar de hemeroteca, y supongo que además no es posible, puesto que Andalucía es muy grande, dar demasiado peso a una sola provincia. Ángeles Férriz estará en la pomada, va a seguir siendo portavoz en el Parlamento, la que le da ‘caña’ al gobierno de los populares, y el futuro está por escribir. Por cierto, Juan Espadas incluye en ese testimonial grupo de los elegidos, a su amigo Julio Millán, el exalcalde de Jaén, al que le persigue la espada de Damocles del caso del fraude electoral o como quiera se llame, ya es hora de que este asunto termine de la forma que corresponda legalmente, pero no se puede mantener ni la denuncia ni la duda ni con respecto a Julio Millán ni de nadie. También la diputada Mercedes Gámez sigue en la ejecutiva regional al frente de Igualdad.
Y poco más por no alargarme en esta víspera de fin de semana. En el ámbito municipal hay tema, incluida la enésima discrepancia en el propio equipo de gobierno sobre hechos como las obras en una plaza tan singular como la de San Bartolomé, para la que Jaén Merece Más ha urgido la convocatoria de la Comisión Municipal de Patrimonio. Siempre que hay una actuación de este tipo parece que falta información y los jienenses no se ponen de acuerdo respecto a los materiales que se utilizan y los pavimentos, ese granito tan omnipresente. Con un poco de sensibilidad e información se ahorrarían muchos disgustos. No digamos de la polémica suscitada con el “Pelelemón”, pelele premiado en la fiesta de San Antón, un muñeco alusivo al tan famoso político catalán y tan influyente ahora en la política española. A veces tenemos la piel muy fina, él y sus afines se pueden hartar de insultarnos, incluso de quemar banderas nacionales, etc., y nosotros, quien sea, no se puede permitir el lujo de hacerlo protagonista de una crítica social, porque en este caso acusan de estar incitando al odio. Ya lo dijo Demócrito en el siglo V a.C., “todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa”. Pues algo así.
En cuanto a la evidencia, lamentable a más no poder, de la pérdida de nueve millones de la estrategia Edusi, esto es algo que habrá que tratar con más detenimiento. Los equipos de gobierno, el actual y el anterior, se enfrentan y cada uno busca la responsabilidad en el otro. No es posible, o tal vez sí, que tengan que repartirse el despropósito, pero un plan tan antiguo, y que costó sangre, sudor y lágrimas, que termine sin ejecutarse al cien por cien en una ciudad que tiene tantas carencias, me parece tan grave que alguien debería denunciar con claridad lo ocurrido. Veremos en qué termina el conflicto de la asesoría jurídica, en el que el propio concejal, Vicente Oya Amate, ha tenido que salir al ruedo a suavizar el malestar de los afectados. Será que otra vez toca mirar hacia otro lado, hay que ver el peso que tienen algunos servicios, que dan una voz y consiguen poner firme al más pintado. Que yo sepa es un servicio más del Ayuntamiento. ¡Ay los privilegios!
Por último, hoy ha tomado posesión de su cargo en Sevilla el nuevo subdelegado del Gobierno de España en Jaén, Manuel Fernández Palomino. Ya dije en su día que es un político experimentado y que se espera de él que esté a la altura de las circunstancias. Es una persona que me merece crédito, aunque la política en general lo tiene casi perdido, pero démosle al menos el beneficio de la duda. Hoy ha evocado que Jaén tiene ante sí un caudal de oportunidades. Eso ya lo sabemos, y el Gobierno de la nación es uno de los que deben mover ficha para reconocer la dignidad que merece esta tierra, que siempre dio más que recibió y a la que todos los gobiernos condenaron sin compasión. Suerte.
Foto: El alcalde de Jaén, Agustín González, muy presente en Fitur, en la jornada inaugural con el presidente de la Junta, Juanma Moreno.