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A estas alturas ya tengo la impresión de que el presidente provincial del PP, José Enrique Fernández de Moya, tiene el camino expedito para la reelección al frente del partido en Jaén. Esto es así porque todo hace indicar que la actual secretaria general, María Dolores de Cospedal, a pesar de tener la responsabilidad del Ministerio de Defensa, va a poder compatibilizar el puesto aunque se le asigne a alguna persona que colabore directamente con ella en las tareas de partido.

Ya dijimos en su momento que la continuidad de Cospedal significaba, de hecho, la vía libre para que Fernández de Moya revalidara su cargo, para el que dice contar con un amplísimo respaldo, que si él lo dice debe ser verdad, aunque también es rigurosamente cierto que en el PP jienense hay mucha gente que demanda un relevo, y no faltan quienes se postulan para ser alternativa. Es probable que Fernández de Moya tenga un rival esta vez, aunque me cuesta creerlo en principio, pero la posición de poder en la que se encuentra instalado en este momento constituye un respaldo a su candidatura. Ignoro por el momento si se va a producir alguna contestación interna y, sobre todo, si Juanma Moreno y la dirección regional pueden tomar cartas en el asunto, aunque las buenas relaciones de Fernández de Moya con Cospedal hacen pensar que los obstáculos, si los hay, serán mínimos.

El exalcalde sabe que el cargo de presidente es una garantía en la continuidad política. Ya no es parlamentario y el cargo de confianza se puede caer en cualquier momento, no es para siempre. La presidencia le condiciona positivamente la continuidad de la carrera política, por eso defiende su cargo a toda costa y evita abrir los ojos a la realidad de una contestación interna a la que niega la menor importancia. De hecho algunos alcaldes se han posicionado a su favor, entre ellos el de Jaén, Javier Márquez, como no podía entenderse de otra manera, porque al principio quiso marcar distancias y con el paso del tiempo son menos perceptibles.

Hoy ha vuelto a la ciudad y como ya se va haciendo normal ha instaurado la agenda jienense del viernes, para celebrar todas las reuniones que otros días no sería posible debido a sus responsabilidades como Secretario de Estado de Hacienda. Semana tras semana el PP, y esta es una crítica que es conveniente hacerle, reitera el rosario de asuntos pendientes en Jaén y de los que ha hecho bandera política. Esto puede formar parte de la normalidad, pero se percibe un cierto hartazgo en tanta repetición, más que nada porque no se ve acompañada de temas nuevos, proyectos ilusionantes para Jaén que el PP sea capaz de liderar, en lugar de recurrir constantemente a las competencias de la Junta y de la Diputación.

No digo que se olviden de necesidades importantes sobre las que conviene dar la batalla de forma continua, por supuesto que no, pero creo que los populares deberían hacerlo compatible con sus aportaciones para el futuro de Jaén poniendo el reloj en hora y recuperando mayor capacidad de iniciativa y liderazgo. Los jienenses no les van a votar solamente por ser el Partido Popular, sino por la ilusión y confianza que sean capaces de trasladar con sus propuestas para Jaén. Y yo al menos, salvando toda la retahíla que dependen de otras administraciones, no las veo por ninguna parte. El PP le debe a Jaén algún proyecto novedoso propio que lo identifique porque lleve su firma. El partido está en el poder en la Administración central, ¿no se nos ocurre nada?

 

 

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