Por ANTONIO GARRIDO / “La economía, estúpido” (the economy, stupid), esta frase como se sabe fue muy utilizada en la política de Estados Unidos durante la campaña electoral de Bill Clinton en 1992 contra Bush padre, y que llevó al primero a convertirse en presidente de los Estados Unidos. Pues esto mismo se podría aplicar en este momento y en realidad desde las pasadas elecciones, a la capital jienense, porque nos están llegando mensajes de que el PSOE nacional nos ofrece un Jaén de rosa, el pago de la toda la deuda histórica, poco más o menos, con el trueno gordo de la quita de la inmensa deuda municipal, y la reacción lógica es sorprendernos de que hayamos estado a la espera durante décadas de que vengan inversiones para Jaén, que sistemáticamente nos las hayan negado y de pronto, porque el PSOE precisa con urgencia cuotas de poder territorial, se deshagan en ofrecimientos.
De algún modo se está tratando sobre la dignidad de Jaén y cómo hemos estado y estamos sometidos a que los partidos únicamente se acuerden de Jaén como moneda de cambio. Claro que, dicho lo anterior, si desde hace tantos años el problema más grave que tiene la capital es la deuda del Ayuntamiento, más de 600 millones, provocada por alcaldes irresponsables y manirrotos que se fueron además de rositas, esto son palabras mayores. Sin un Ayuntamiento saneado, no solo es imposible que Jaén avance, por mucho que nos quieran vender lo contrario, es que en la práctica nos quedamos sin presupuestos, y ya vamos por siete años sin documento económico, algo incompatible con la normalidad, además de que nuestra economía, la de la ciudad y la nuestra propia, está hipotecada a muy largo plazo, hasta el 2050, las próximas generaciones.
La pregunta ahora es el motivo por el cual este bote salvavidas no le fue ofrecido en tiempo y forma al gobierno de Julio Millán, que estuvo en Madrid y se reunió con la ministra de Hacienda, la ínclita María Jesús Montero, tantas veces presente en los mítines socialistas de Jaén, pero que nunca se abrió a un diálogo en condiciones para sacar al Ayuntamiento del agujero en que se encuentra. Y por supuesto que tampoco se haya dado esa opción al actual gobierno local. Cualquiera se puede llevar las manos a la cabeza porque puedan más las ansias de poder que las necesidades de una ciudad de más de 100.000 habitantes, con el agravante de que pertenece a una provincia de siempre olvidada. Antes no y ahora sí. Cuidado con las promesas, ya lo dijo un político andaluz, que están para no cumplirse, asegúrense de que lo que ofrecen salga previamente publicado en el BOE y se refleje en los presupuestos, que al parecer van a estar pronto, con permiso de Puigdemont, lo demás siempre hay que ponerlo en cuarentena y a los hechos me remito, hay una larga lista de incumplimientos, por esta razón está Jaén como está.
Precisamente hoy, qué casualidad, se cumplen tres años de otra fecha singular, 7 de marzo de 2021, con la caravana a Despeñaperros organizada por las plataformas ciudadanas, entre ellas Jaén Merece Más, exigiendo el abandono de una vez por todas de un estado de postración, con la queja de que las administraciones por sí solas son incapaces de dar el paso por su cuenta y en Jaén llevamos más de 40 años esperando que se obre el milagro, en realidad más, porque venimos de los olvidos del franquismo, cuando Jaén le quitaba el sueño al dictador, una gran mentira la del insomnio como lo ha sido después con todos los presidentes de la democracia, del primero al último, pues solo tienen palabras cálidas para Jaén en tiempos de campaña, y después, si te vi no me acuerdo.
Precisamente en aquella caravana, en la que participé, por supuesto, el poder no nos lo puso fácil y después llegaron las multas a conductores cívicos, en fin, no les voy a contar la historia por todos conocida ni el trato que la bien mandada subdelegada, Catalina Madueño, tuvo para con los participantes. Aquel día nos demostraron desde el Gobierno de España que hacían con Jaén lo que nunca han tenido coraje de ejercitar en territorios donde ha campado a sus anchas la violencia. Débil con los fuertes y fuerte con los débiles. Y es que ese poder que tanto hemos conocido y padecido, nos ha querido dóciles, sumimos.
Prácticamente lo mismo se puede decir del PP, no solo en sus etapas de gobierno en Madrid, con igual actitud de ninguneo con Jaén que ahora, sin nada especial que agradecerle ni a Aznar ni a Rajoy, y que ahora tiene mando en plaza en Andalucía y en cinco años tampoco es que nos hayan entusiasmado, sí, muchas buenas palabras, una declaración de intenciones impecable, pero hechos, menos. Tras las elecciones municipales y dado que los populares querían pintar de azul el mapa de las alcaldías de las capitales andaluzas, se ofreció a firmar con Jaén Merece Más el famoso Acuerdo por Jaén con 101 medidas que básicamente eran el programa de mínimos del partido provincialista, convencido entonces de que el PP estaba a un paso de La Moncloa, el poder absoluto. Casi nueve meses después algunas actuaciones están encaminadas, pero la mayoría necesitarán tiempo y algunas ni están ni se esperan. Además, aunque se presentó a bombo y platillo una comisión de seguimiento, la realidad es que han sido continuos los desencuentros. No niego que exista voluntad en todas las partes, pero el ritmo es muy lento y cuatro años se pasan muy rápido, lo que en unos meses no esté encarrilado ya posiblemente tenga que pasar a resultas, y en cuanto a los grandes proyectos, largo me lo fiais.
Complicada situación y ya en la ciudad no se habla de otra cosa, a pesar de que no todos los políticos están en la misma sintonía. El presidente de Jaén Merece Más, Juanma Camacho, en una entrevista con 7TV, al menos tuvo la valentía de dar la cara y reconocer que la negociación existe. Ya lo creo que existe y desde hace semanas, lo que ocurre es que empezaron con cautela y como se va avanzando se lanzan a contarlo, guardar secretos en una ciudad como Jaén es tarea compleja, y además es que hay quienes no lo niegan y son partidarios de luz y taquígrafos. Jaén Merece Más sabe que le van a llover las críticas, y su respuesta es que el único acuerdo que en realidad tienen no es ni con el PP ni lo sería con el PSOE, sino con Jaén. En realidad en esto han cambiado poco en sus siete años de existencia, Jaén, Jaén, Jaén…Este de ahora es también el discurso de la equidistancia, pase lo que pase el tiempo dirá la última palabra.
El secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, ha reconocido las negociaciones, y el deseo de que Julio Millán pueda recuperar la Alcaldía. En cambio leo una declaración del primer teniente de alcalde de Jaén Merece Más y portavoz de su grupo, Manuel Vallejo, y me parece que está fuera de juego, o así lleva tiempo, dice que no hay negociaciones y que lo que consta es una llamada del PSOE con una oferta. Me deja perplejo de cómo se puede estar tan ausente, de hecho en una foto le he visto sacarle una sonrisa al alcalde, que está bien, lo cortés no quita lo valiente, pero cuestión distinta a estar, o al menos parecerlo, a la luna de Valencia. A todo esto el alcalde sigue su hoja de ruta, no parece inmutarse, me cuentan que proyecta a medio y largo plazo sin hacer la mínima concesión al ruido político, y por toda respuesta afirma, tajante, que no piensa dedicar ni un minuto a mercadear el Ayuntamiento.
En una ciudad como Jaén, tan dividida sociológicamente, es normal que haya opiniones para todos los gustos, los que creen que debería continuarse con la senda de la gestión iniciada en el pasado mes de junio, porque es poco tiempo para ver resultados, y los que piensan que sobre todo si el Gobierno de España asegura la quita de la deuda se estaría haciendo el favor del siglo al Ayuntamiento. Bien es cierto que es una salida a medias “casarse” con una administración, porque como bien tenemos asumido en las últimas décadas, los partidos y las instituciones que sustentan toman nota y nos pasan factura. Si ya es complicado sacar adelante proyectos con gobiernos del mismo signo, podemos imaginarnos la situación, tan conocida, del enfrentamiento y de que nos echen el freno. En resumidas cuentas, no sé bien ahora mismo si estamos ante una oportunidad o vamos camino de hacer más grande y profundo nuestro pozo. Que el Señor nos ampare.
Foto: El futuro del Ayuntamiento y por tanto de la ciudad está ahora negociándose.