Por ANTONIO GARRIDO / Tratemos de poner al mal tiempo buena cara, por una razón elemental, no queda otra. Estamos en una difícil encrucijada geopolítica, pero no solo parece que nos están apuntando los misiles que se lanzan sobre la inocente población de Ucrania, en una guerra sin sentido más que para un cruel iluminado, un asesino que ya tiene en su haber miles de víctimas, pero que todavía puede llegar más lejos, si nadie ni nada es capaz de frenarlo, otra escalada más en la historia. Los problemas se amontonan, y además, en este momento, los gobiernos, algunos gobiernos, entre ellos el nuestro, tienen la excusa perfecta como la llevan teniendo desde hace dos años, cuando se inició la terrible pandemia, para echar balones fuera y transferir responsabilidades. Putin es culpable de muchas situaciones que se están dando, cierto, pero no de todo al mismo tiempo.
Asistimos a una espectacular subida de la cesta de la compra, de la electricidad, no digo de los combustibles, que entre otras razones ha desencadenado la huelga en el transporte, la psicosis con el aceite de girasol, siempre estas crisis se ceban con los más vulnerables, y ahora los expertos nos anuncian estanflación, no les quiero alarmar, pero si se confirma este mal pronóstico de un estancamiento de la economía, adiós previsiones, y en Jaén siempre vamos a la cabeza, la inflación en febrero fue récord, más del 8 por 100, algo que no ocurría desde hace tres décadas. Sánchez ha anunciado medidas, ojalá acierte porque este barco va a la deriva. La bajada de impuestos debe ser inminente, de hecho ya la han aplicado algunos países de nuestro entorno, urge porque hay millones de familias que esperan una respuesta de sus responsables públicos ante una situación insostenible. Lo que sí hay ya es un acuerdo de rebaja del 20% en los módulos del IRPF para los agricultores en el decreto de antisequía. No es mucho, pero es algo. Y de nuevo chapó para las expresiones de solidaridad con Ucrania, hay decenas de ellas que confirman la bondad y la generosidad de esta bendita provincia. Podría decirles mucho más, pero lo puedo resumir: los desastres económicos llevan aparejados dramas sociales. Malos tiempos.
Por lo demás esta ha sido una pésima semana para la Universidad de Jaén, y también para su rector, Juan Gómez, tal como él mismo ha confesado. La incertidumbre sobre el modelo de financiación que garantice el futuro de la institución, y un borrador en el que la UJA sale seriamente perjudicada con respecto a otras universidades, ha supuesto una reacción en cadena de apoyo por parte de una amplísima representación social, incluidos los partidos políticos de la oposición al gobierno andaluz, en tanto que los que sustentan la Junta de Andalucía y los partidos PP y Ciudadanos, en el mejor de los casos, han salido a la defensiva, y a la vista del clamor han empezado a justificarse, pero han estado ausentes voces y personajes de relevancia provincial, y otros sencillamente se han ido por los Cerros de Úbeda. El grupo de populares en el Ayuntamiento, por medio del edil Manuel Palomares, ha aprovechado que el Pisuerga pasaba por Valladolid para exigir la cesión de terrenos del Ayuntamiento a la UJA, que es una asignatura pendiente, de un convenio cuando se iba a construir el edificio de El Corte Inglés, fíjense si ha llovido, pero que no tiene nada que ver con esta historia. Ahora estamos en lo que estamos.
Todo esto me recuerda una frase de San Francisco de Sales: “En nosotros todo lo excusamos; en los prójimos, nada; queremos vender caro y comprar barato”. Al más puro estilo Jaén. Solo espero y deseo que salga a flote un modelo de financiación con luz y taquígrafos y que todo el sistema universitario público quede reforzado. El consejero de Universidades, Rogelio Velasco, ha salido a la palestra para anunciar ‘compensaciones’ a las universidades más perjudicadas, una de ellas podría ser la nuestra, pero ha dicho más, utilizar fondos europeos, medidas extraordinarias, otra vez una especie de beneficencia política, que no es lo que se pide, sino presupuestos donde se defina bien el modelo y no haga aguas por ninguna parte. Mi enhorabuena al rector por haber dado un ejemplo de dignidad al defender los intereses de la institución y de Jaén. Es fácil suponer, conociendo cómo se mueve la política, las presiones a las que ha tenido que enfrentarse en estos días Juan Gómez, para hacerle desistir de su denuncia, pero le honra mantenerse firme y unirse al resto de los rectores por un modelo justo, y en este término está recogido todo lo que debe ser tenido en cuenta para que el sistema funcione.
Felicitación extensiva a todos los colectivos de cualquier naturaleza que han salido en tromba a apoyar sin reservas a su Universidad. Hoy me dicen que entre las iniciativas que se ponen en marcha figura una plataforma en defensa de la UJA con una amplia y plural presencia. Los silencios también sabremos interpretarlos. Hay que estar muy alertas en la defensa de lo público, precisamente en un momento en el que la Junta está apoyando a universidades privadas y la acción política exige prioridades, no creo que se le tengan que cerrar puertas a nadie, pero lo primero es cimentar bien lo que es de todos.
Una breve incursión por el panorama político o cuando los políticos se dedican a dar mensajes en positivo de lo que la gente quiere escuchar. Hemos tomado nota de la presencia en los últimos días del secretario general de los socialistas andaluces, el paisano Juan Espadas. En Baeza, en un acto feminista, dejó esta aseveración: “El próximo gobierno de Andalucía será socialista, municipalista y feminista”. En otra celebración, en Andújar, les transmitió a las Juventudes Socialistas el compromiso de mitigar las altas tasas de paro juvenil. Y así sucesivamente, aunque lo más optimista que ha dicho, no sé si por falta de información, es cuando al inicio del curso, en el acto al que asistía también Pedro Sánchez, Espadas se atrevió a augurar una solución próxima de la ruina económica del Ayuntamiento, y dijo más, que Julio Millán lo conseguiría y con el equipo que le acompaña su gestión sería ampliamente reconocida. Lo de solucionar el agujero económico del Ayuntamiento eso resulta insostenible, tendría que producirse un milagro y, la verdad, no se espera. Tan mal está el panorama que no hay ni presupuesto, pese a las veces que ha hecho el anuncio la concejal María Orozco. Va a dar de sí el elaborado en 2017 por el para mí gran concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, hace la friolera de cinco años, pero eso no es para echar las campanas al vuelo, sino todo lo contrario, para hacérselo mirar. En política, como en todo, muchas veces se trata de hablar menos y hacer más.
En cuanto al parte semanal obligado del desprecio de Renfe a Jaén, a pesar de los brindis al sol de los responsables políticos que se agarran a un clavo ardiendo, es que si hace unos días ya dábamos cuenta de que la taquilla de la Estación de Linares-Baeza estaba casi todo el tiempo cerrada, ahora trasciende en medios, pero sobre todo por las redes sociales, y lo ha denunciado Jaén Merece Más, que en Jaén capital ocurre exactamente lo mismo, en una situación vergonzosa. No solo no se ha visto ninguna voluntad de mejora, más que el camelo del AVE por Córdoba, sino que falta personal y la imagen que da el servicio ferroviario en Jaén es penosa. Tal vez por eso el Consejo Provincial de Turismo que se acaba de reunir, propiciado por Diputación, opta por recuperar en la medida de lo posible el turismo extranjero y valerse para las acciones a emprender del aeropuerto Federico García Lorca, que sigue llevando el nombre de Granada-Jaén. Otra de las ideas es acercarse con acciones promocionales a zonas cercanas como Madrid, Castilla la Mancha o el Levante, lugares donde los potenciales visitantes usen coches privados para desplazarse, porque pensar en el tren es fracaso seguro.
Y mucho cuidado con la borrasca Celia y su calima que han venido para soliviantarnos con agua, viento, y polvo sahariano, y un cielo a veces plomizo, a veces anaranjado, distinto, apocalíptico, en estas vísperas de la primavera, porque lo que es la lluvia es el mejor regalo que la naturaleza nos puede proporcionar, porque en Jaén la lluvia no solo es vida, es riqueza y futuro. Así que como dijo un eximio poeta, lo mejor que uno puede hacer cuando está lloviendo es dejar que llueva.
Cuídense de los idus de marzo!!!
Foto: El consejero Rogelio Velasco, interviene en una reciente inauguración de curso de la UJA, en presencia del rector, Juan Gómez.