Por ANTONIO GARRIDO / Sin paliativos, el Partido Popular ha ganado las elecciones europeas en toda regla en el conjunto de la provincia, con permiso de la abstención que ha sido la opción vencedora, nada menos que el 50,43 por 100 a nivel provincial, y antes de continuar es necesario preguntarse por las razones que llevan a esta desgana del electorado, aunque es una evidencia que para una gran parte de la población Europa queda lejos y no se ha hecho la correspondiente labor didáctica en todos estos años para que en nuestro caso los jienenses tengan lo suficientemente claro cuál es nuestra dependencia de la política europea, nuestra tabla de salvación, pues si mal estamos, y hay motivos sobrados para que nos lamentemos, mucho peor sería el panorama si de Bruselas no emanaran decisiones que nos beneficien, no solo la famosa PAC, que ya es un pico, sino todos los fondos comunitarios que llegan vía gobiernos estatal y autonómico y que ellos administran como si fueran suyos propìos o de los presupuestos que gestionan, cuando en realidad son de ese club de 27 países al que pertenecemos desde hace muchos años.
Es curioso que en la noche electoral y en el día después, de la resaca, lo estamos viendo en España, en Andalucía y por supuesto en nuestra provincia, todos utilizan los argumentos que más les cuadran a sus intereses y desde ese punto de vista da la impresión de que todos han ganado, algo que no se sostiene. El PP es el verdadero ganador en España, en Andalucía, -donde el efecto Moreno Bonilla no se altera, a pesar de todos los frentes abierto-, junto a un PSOE que no levanta cabeza y Espadas debiera saberlo, una retirada a tiempo es una victoria, y en Jaén provincia donde el PP se afianza como fuerza política de referencia. Las encuestas, una vez más, lo han clavado, la pugna entre los dos grandes partidos se ha mantenido, con ventaja para el de Núñez Feijóo, sin que el PSOE de Pedro Sánchez, con la que está cayendo, haya salido tan malparado, dos eurodiputados les separan y esto le da alas a Sánchez para sobrevivir y hacer piruetas para mantenerse en el poder, siempre mirando a Cataluña y a sus posibilidades reales de mantener un acuerdo de gobernabilidad, porque se le abren flancos, pese a lo cual parece que la suerte está de su lado y que tiene más vidas que un gato.
Anoche aparecía el secretario provincial de los socialistas, Francisco Reyes, en plan victoria, es verdad que se mantiene como primer partido en casi sesenta municipios, pero no están ninguna de las grandes ciudades sino pequeños pueblos en la mayoría de los cuales hay una larga tradición socialista, que aún pesa. Pero sí, el que no se conforma es porque no quiere, y Reyes saca pecho porque en un periodo de vacas flacas la organización de la que es responsable es capaz de seguir siendo el bastión andaluz, es decir, la provincia que mayor porcentaje de voto socialista aporta y una de las tres primeras de España. No deja de ser cierto, pero tampoco lo es menos que la victoria de los populares en la provincia es rotunda, dicho esto que cada cual haga las interpretaciones que estime oportunas.
No es excesivamente sorprendente que la abstención se haya situado tan alto, el 50,43 por 100 en la provincia. Por un lado lo lejos que a una gran parte de la población se le antoja Europa, una idea equivocada que en elecciones anteriores no se ha tratado de combatir, y en los últimos comicios, en 2019, al coincidir con las municipales, no hubo merma en la participación. Baste decir, por referirnos a las últimas citas con las urnas, que en las generales de 2023 la abstención no llegó en la provincia al 28% , igual que en la capital, en tanto que en las municipales igualmente del pasado año se quedó un poco por encima del 30% y en la capital del casi el 37%. En las andaluzas de 2022 la abstención provincial fue del 36,35% y en la capital del 35,85%. Queda bastante claro que el factor abstención ha sido decisivo y que es un dato que impide extrapolar los resultados porque en otras elecciones que sean más próximas a los ciudadanos el panorama podría variar en cualquier dirección. Otro asunto crucial en el que merece la pena detenerse y que los políticos diriman es la causa por la que va en aumento la desafección a la política.
Se han escuchado en esta campaña multitud de mensajes en contra de la subida exponencial de los grupos de la derecha y de la ultraderecha, que creo que han logrado el efecto contrario, pues ya se ha visto que es un fenómeno común en Europa, por tanto algo estará pasando y estarán haciendo mal el resto de las fuerzas de izquierda, sobre todo los partidos socialistas, socialdemócratas y los situados en el mismo espectro ideológico, y no digamos el resto de las izquierdas, como en el caso de España, que encima dan tan mal ejemplo en el sentido de que no son capaces de ponerse de acuerdo y establecer verdaderas alianzas para ser útiles. En España, pero también en la provincia, a la izquierda del PSOE lo que hay es un batiburrillo de opciones que quitan las ganas de votar incluso a los que se sienten identificados con ese espectro. Hoy hemos visto que Yolanda Díaz tomaba nota y renunciaba al liderazgo de Sumar, pero sigue siendo poco, si en España hubiera verdadera ética política lo que tendría que haber hecho la vicepresidenta del Gobierno es renunciar también a ese cargo, lo demás no es más que un brindis al sol, pero aferrarse a lo que da verdadero confort, el sillón es lo más. Aquí no dimite ni el Tato.
A la vista de la situación política en la provincia, los continuos enfrentamientos entre los dos grandes partidos, PSOE y PP, estos comicios mantienen el pulso vital del PSOE pero le conceden la vara de mando al Partido Popular. Erik Domínguez, protagonista en los últimos meses de alguna situación un poco escabrosa, sin embargo logra un apoyo suficiente, rotundo, para asentar su liderazgo. No hay más que ver los perfiles en redes sociales de sus principales responsables políticos en la provincia, imitando a los de toda España y de Andalucía, sacando pecho. Y fotos en las que anoche estaban de celebración. Se entiende, cada consulta a los electores es una prueba de fuego y tras ella se puede advertir que a veces en los medios de comunicación saltan polémicas, igual que en las redes sociales, etc., que en absoluto parecen afectar al común de la gente, creo que sobre todo porque funciona mucho la adhesión inquebrantable a los partidos, es más, creo que quienes votan son los convencidos, los que apoyan a un partido contra viento y marea, los que nunca fallan en las duras y en las maduras, por supuesto los fieles que no piden explicaciones a la hora del voto sobre los incumplimientos de los gobiernos para con Jaén, ni la Junta de Andalucía, endeudada hasta las cejas, ni el Gobierno central, que hemos perdido la cuenta del montante de su deuda histórica. Nada, parece que eso puede esperar, que a la política nos la presentan como una actividad para que unos suban y otros bajen, para el éxito y el fracaso de partidos y personas, pero no sujeta al compromiso de dar respuesta a los problemas de un territorio. Todos tienen la sensación de que esta provincia sigue en modo espera permanente y que nos alimentamos de las promesas y de las frustraciones de ayer, de hoy y de siempre. Muy mal acostumbrados, y encima les regalamos los votos para que sigan haciendo y deshaciendo a su antojo. Jaén en estado puro.
Los populares mantienen plazas fuertes, además de la capital, como las de Linares, Andújar, Úbeda, Martos, La Carolina, Baeza, Alcalá la Real, Villacarrillo…y en el caso de que se tratara de elecciones para formar gobiernos locales, en todos los casos tendrían posibilidad de sumar con grupos a su derecha. El PP ha obtenido en la provincia el 39,74% de los votos, frente al 35,44% del PSOE, que insisto, salva los muebles y queda en una posición decorosa para como se ha puesto el escenario político. En Andalucía el PP llega al 37,86% de los votos frente al 32,16% de PSOE. Tercer y cuarto puesto andaluz son para Vox, el 10,91% y Se acabó la fiesta, el partido de un tal Alvise Pérez, que solo con el nombre y un discurso populista, con un agitador ultra al frente que esgrime el argumento de su rechazo a la “casta parasitaria y la partitocracia” ha conseguido en la provincia casi 11.000 votos, de ellos 2.540 en la capital, pero en el conjunto andaluz un 6,21%. Les confieso que hasta hace cuatro días era un desconocido para mí. Existe consigue en Andalucía solo el 0,12 por 100 de los votos y Sumar y Podemos ocupan la quinta y sexta posición. Les toca hacer una reflexión profunda, aunque los personalismos están tan acusados que serán incapaces de entrar en ese que debiera ser imprescindible debate, porque ellos, con su conducta, están favoreciendo la subida de la ultraderecha, es decir, podían hacer algo por combatirla en vez de atacarla.
Vayamos ahora a una de las principales batallas, la de la capital, que se salda, esta sí, con un resultado arrollador para el Partido Popular, nada menos que el 43,88% de los votos, casi 20.000, frente a un PSOE que perdió su hegemonía de las municipales y se queda con tan solo 12.283 votos, un 27,51%. Tercer y cuarto puesto los ocupan Vox y Se acabó la fiesta, con 5.027 y 2.540 votos, más de 7.500 votos entre las dos formaciones hermanas o al menos primas hermanas. Quinto y sexto puesto en la capital es para Sumar (3,03%) y Podemos (2,14%), en tanto que Existe, la agrupación en la que ha participado Jaén Merece Más, se queda en 940 votos, y séptima posición, con un 2,1% de los sufragios. Ciudadanos obtiene 305 votos y Cree en Europa, el partido liderado por Edmundo Bal, se ha pegado un batacazo y sus votos en la capital han sido 53, a pesar de que figuraba en segunda posición la que fuera teniente de alcalde de Ciudadanos en el último mandato municipal, María Refugio Orozco. No son datos extrapolables, insisto, porque en el caso de la capital la abstención ha sido del 50,09 por 100, pero sí es un buen termómetro y sin duda un aviso a navegantes, demostrativo del buen estado de salud de los populares y que a pesar de la dificultad de gobernar proporciona un balón de oxígeno al equipo de Agustín González. En cuanto a Existe, la marca en la que ha estado incluida el partido Jaén Merece Más, que en las últimas elecciones municipales consiguió 7.064 votos, ahora ha obtenido el apoyo de 940 electores y posiblemente también deba ser un motivo de reflexión de lo que esta opción pretende ser en el futuro. No haré el trabajo de trasladar estos registros a una composición del Ayuntamiento porque sería engañosa, un 50% de abstención es muy alto para que se puedan hacer deducciones, en todo caso lo que se debería es tratar de motivar a los ciudadanos, con políticas serias, propuestas, en vez de confrontaciones y conflictos de intereses, para que decidan participar en las elecciones futuras. Pero en el caso de que fuera posible la extrapolación, hoy por hoy, los populares barrerían lo mismo que en sus mejores tiempos.
Volviendo al escenario provincial, además de la distancia superior a cuatro puntos entre el ganador, PP, y el segundo PSOE, lo que llama la atención es la potencia tanto de Vox, con 26.771 votos en el territorio provincial y más aún la sorpresa de que la agrupación de electores Se acabó la fiesta haya conseguido 10.975 votos, casi tantos como Sumar y Podemos juntos. Algo está pasando. Existe, donde como he señalado se insertaba Jaén Merece Más, únicamente obtiene 1.581 votos en toda la provincia, muy por debajo de sus expectativas, y Cree en Europa se queda en 140 votos en todo el territorio provincial, nada que ver con Ciudadanos, de donde proceden sus integrantes, que ha salvado el escollo con 1.222 votantes. En cuanto a algunas singularidades llama la atención que en Porcuna, la lista de Ciudadanos en la que iba incluido el alcalde, Miguel Moreno, se quede en solo 154 votos, es un ejemplo evidente de cómo la gente es capaz de discernir entre votaciones a una institución u a otra, porque Moreno obtuvo la alcaldía de paseo militar. Luego está el caso de Baeza, donde Jaén Merece Más gobierna con el PP y Existe obtuvo ayer 115 votos. En Santiago-Pontones, la lista de Existe se salda con 4 votos. En Bedmar, el feudo de Reyes, gana el PSOE por una abrumadora mayoría del 58,07% frente al 29,6% del PP y en Guarromán, el del líder provincial del PP, Erik Domínguez, ganan los populares pero solo con una diferencia de 10 votos, 362-352. Siempre me gusta conocer el comportamiento electoral de los pueblos de donde proceden los principales líderes provinciales.
Pues nada más, que cada palo aguante su vela. Nadie mejor que los partidos, aunque en público no lo reconozcan, para conocer cuáles han sido sus fortalezas y sus debilidades en el día a día y concretamente en estas elecciones. Todo hace indicar, salvo que Pedro Sánchez se vea contra las cuerdas y no tenga otra salida que convocarnos de nuevo en julio, que estamos ante un periodo de cierta tranquilidad al menos para ser llamados a las urnas, pero no se olvide que España no tiene presupuestos y que el escenario necesitaría de mayor estabilidad y no estar permanentemente a expensas de cómo se levanta cada día el independentismo catalán. Hay mucho margen para mejorar, también en la provincia. Vamos a aprovecharlo.
Foto: Parte de la familia del Partido Popular, muy motivada, en un acto público en la recta final de la campaña electoral a los comicios europeos del domingo.