Por ANTONIO GARRIDO / El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, ha superado hoy la prueba y con nota. En la inauguración oficial del curso académico en la institución, con la representación de la comunidad universitaria y de la sociedad jienense, como es costumbre, ha rendido cuentas de su gestión y no se ha ido por los Cerros de Úbeda. Cierto que las veces que ha tenido que exigir dignidad para la UJA y para Jaén no le ha temblado el pulso ni ante el presidente de la Junta, ni ante el consejero de Universidades, ni ante algún que otro ministro. Hoy ha repartido críticas a diestro y siniestro, ante la Junta y ante el Gobierno de España, pero lo ha hecho de manera enérgica, sí, pero respetuosa, en el marco de su responsabilidad. Él mismo se ha justificado por si alguien se sentía concernido: “Dije el año pasado que iba a estar por encima de intereses de cualquier tipo y espero haber estado a la altura”. Por mi parte le digo rotundamente que sí. Una cosa es mantener el consenso en lo posible con las administraciones y la cohesión en el sistema universitario público y otra permanecer ajeno cuando las decisiones nos puedan afectar negativamente, ahí existe la línea roja. El rector ha sido todavía más explícito si cabe: “hay que hacer lo correcto y no lo cómodo”. Claro, lo cómodo es la inacción, ya habrá buenas noticias, y de paso reírle la gracia al más pintado. Pero puede ser lealtad a quien sea, jamás a la UJA y a Jaén. ¿Está claro? Por mi parte, insisto, chapeau, el rector conoce cuáles son las prioridades y no entra en el juego del clásico “mamoneo” que tantas veces caracteriza a las relaciones que se dan en Jaén entre política y sociedad, sálvese quien pueda.
Estaba muy interesado en este discurso, es más, hasta mediado el mismo, que inició Nicolás Ruiz a las 13,33 horas, llegué a pensar que había arrojado la toalla porque hasta ese momento todo habían sido parabienes, que parece que es lo normal en un acto de estas características en el que hay que “vender” la imagen de la UJA, que tiene muchas fortalezas, pero finalmente no me ha defraudado, ha hecho lo que debía con un sentido de la dignidad y de la responsabilidad del cargo que debo reconocerle. En la parte central el Rector Magnífico dibujó ante el Aula Magna repleta de público, el escenario complelo que es motivo de preocupación, empezando por el polémico modelo de financiación, y lo denomino así porque una cosa es la aprobación que se produjo en su día y otra muy distinta es su cumplimiento. Los rectores han consensuado con la Consejería de Universidades un aumento de 25 millones para que las instituciones no se vean abocadas a una situación de insuficiencia financiera, pero han pasado meses del acuerdo y no se materializa, por lo que recuerda que las universidades públicas no se subvencionan, en ellas se invierte. Similar inquietud, esta vez dirigida al Gobierno central es el preocupante panorama que se presenta con la discriminación hacia comunidades como el caso de Cataluña, con la anunciada financiación singular, que es un serio riesgo para los medios que han de llegar al sistema público de otras comunidades como la andaluza en las obligaciones que tiene asumidas la Administración central. “No queremos ser más que nadie, pero tampoco menos”. En este momento el público respondió espontáneamente con un prolongado aplauso. Sobran las palabras. Además que Nicolás Ruiz no es que tenga voz de barítono, pero casi, y además de con las palabras habla con los gestos, casi más con las manos y los ojos que con la boca, porque es tremendamente expresivo, tanto como sus abrazos, en los que es pródigo.
Otro asunto en el que se detuvo el rector fue el que también preocupa a los rectores, el creciente aumento de las universidades públicas, y no es que estén en contra de ellas, ha señalado el responsable de la institución jienense, pero no pueden compartir el criterio porque entienden que no reúnen los requisitos mínimos establecidos por ley, por lo que estima que se trata de una discriminación positiva para ellas cuando la universidad pública es un bien común que requiere calidad y no competencia desleal. El cuarto reproche es la ausencia de un Plan Plurianual de Infraestructuras que reivindican para el próximo año y con voluntad de hacerlo operativo.
Previamente Nicolás Ruiz se mostró encantado por la cita de este día en el que brillaba la ilusión, el compromiso y el gozo de celebrarlo en comunidad. Insistió en su discurso convertido en obsesión para que todo el mundo en Jaén lo haga suyo, que la UJA es una institución imprescindible para el territorio. Valoró la memoria presentada por la secretaria general, María José Carazo, que aunque resumida, da idea de que han sido doce meses intensos, muy bien aprovechados. “Hoy no se entendería a esta provincia sin su Universidad”, remachó para mayor abundamiento, totalmente convencido como suele hacer en cualquier foro al que asiste, él y sus vicerrectores, e hizo una llamada para no caer en la autocomplacencia, es decir, valorar los logros, pero a sabiendas de que hay que recorrer aún mucho camino, porque el objetivo, siguió diciendo el rector, es preparar a la UJA de cara al futuro y ponerla al servicio de los grandes proyectos transformadores del territorio siempre pensando en los jóvenes y su futuro, de ahí que reitere que “este rector ejercerá el liderazgo social que nos corresponde”, para después congratularse por el aumento del número de matriculados, cambiándose la tendencia de años anteriores, y más todavía, transmitió su mensaje de llevar la cultura cada rincón de la provincia y mostrar “nuestra vocación territorial”, sin olvidarse de un aspecto muy importante en el que la UJA está bien posicionada, la internacionalización, aprovechar la globalización sin olvidar la identidad, todo lo contrario. Muy bien por el rector, lo remacho, ignoro la opinión de los políticos, pero más de uno debió removerse en su asiento, es lo que hay.
Por lo que se refiere a la intervención del secretario general de Universidades, Ramón Herrera, ha sido correcta, procotolaria, aunque, como era de esperar en el reparto de papeles le ha tocado el de felicitarse a sí mismo y a su Consejería por “la mayor financiación de la historia para la UJA”, que concreta en la subida del 7,18% en dos años, aunque se ha olvidado de la afrenta del “Modelo Velasco”. Lo de “la mayor financiación de la historia” es muy socorrida, y es que por muy poco que sube un presupuesto lo normal es que siempre sea algo mayor que el ejercicio anterior. La Universidad de Jaén no puede tener el mismo presupuesto que hace diez años, pongamos por caso.
Excelente la conferencia del catedrático Gerardo Ruiz-Rico Ruiz, sobre el derecho del medio ambiente, un asunto de trascendencia social, tratado de manera magistral, el propio rector ha valorado su trayectoria académica desde los tiempos del Colegio Universitario y ha dicho de él que es «digno representante de los valores universitarioos». El acto ha sido muy solemne, daba gusto ver la entrada de esa procesión prolongada de miembros de la comunidad universitaria, el grupo numeroso de nuevos doctores, con presencia, dicho sea de paso, de diferentes etnias. Un día de fiesta en la más grande institución que tenemos en Jaén. Una jornada para observar el Campus y darnos entre todos un regalo de autoestima.
Foto: El rector de la Universidad de Jaén, Nicolás Ruiz, durante su intevrención. (UJA)