Está animado el patio político. No hay más que poner atención a las noticias que se transmiten desde Cataluña, para hacerse una idea del minuto y resultado del pulso a la democracia, cuya salida es bastante imprevisible, al menos por el momento, y me da que de cara al futuro la situación es susceptible de empeorar. Si nos queda tiempo podemos echar un vistazo a los sondeos que diferentes medios de comunicación nacionales publican hoy en torno a los comicios del próximo 10 de noviembre, donde ya se empieza a dar por hecho que los resultados no van a ser tan miméticos como algunos pensaban en relación con la última cita del 28 de abril, es decir, más de seis meses en blanco.
El presidente en funciones del Gobierno de España, Pedro Sánchez, alias “el lumbreras”, ha invertido casi todo su capital político en plena campaña, en la figura de Franco, que ya lo creo que ha resucitado, ha sido el tema del año y del mes, por supuesto, pero al inquilino de La Moncloa le ha salido el tiro por la culata, porque si ha resucitado a Franco ha sido a todos los efectos. Él y nada más que él tiene que asumir la responsabilidad de que una fuerza como Vox, a la que ya se le adjudicaba un techo electoral discreto, aparezca en este momento en las diferentes encuestas como el firme candidato al tercer puesto en número de escaños para el Congreso de los Diputados. Los socialistas no van a reconocer el error en público, algunos sí lo hacen en privado, pero no quieren dar cuartos al pregonero. La ha liado parda.
No es momento de entrar ahora en si había que hacer ahora la exhumación de los restos del dictador, también entiendo y respeto las opiniones encontradas de los dos bandos que se enfrentaron en la guerra civil, las dos Españas de Machado, pero sí creo que situaciones como esta, tan especiales, deberían tener como escenario una situación política estable en el país, que no es el caso. Así que Sánchez pasará a la historia como el político que 44 años después nos ha dado un atracón de franquismo, un exceso sobre el que parece que quieren hablar las urnas. Otro que va de iluminado por la vida, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se puede llevar un revolcón electoral, en tanto que los socialistas o se quedan como están o retroceden, habida cuenta, o así lo parece, que les van a acompañar en esta complicada coyuntura, sus fieles votantes de siempre. Ya digo, en el PP de Casado se frotan las manos con estos movimientos, porque este partido vuelve a estar en solitario como lo que es, el principal referente de su espectro, y si Ciudadanos llega al tercer puesto su líder tendría que actuar en consecuencia.
El partido Vox está encantado, por unas cosas o por otras a Abascal se lo han puesto como a Fernando VII, hasta en Jaén puede sacar tajada. De la lectura de los sondeos saco la duda de si Ciudadanos puede perder su escaño por esta provincia, y lo lamento porque admiro a su parlamentaria Marián Adán, pero este no es un asunto de los votantes, esta es una situación provocada irresponsablemente, y también con ese afán personalista y soberbio que distingue a algunos líderes. Me viene a la memoria la famosa frase del poeta romano Horacio que les viene como anillo al dedo a unos cuantos políticos que están encantados de haberse conocido: “Populus me sibilat at mihi plaudo” (El pueblo me silba, pero yo me aplaudo).
Aunque sin lugar a dudas el tema del día ha sido la dimisión del diputado de Adelante Jaén en el Parlamento de Andalucía, José Luis Cano Palomino, otra víctima de la llamada “crisis del blablacar”. Uno está curado de espanto y ya se sorprende muy raramente, pero he de reconocer que en este caso me ha sobrecogido la noticia porque no esperaba un comportamiento de esta naturaleza de Cano, al que conozco bien, sobre todo de su paso por el Ayuntamiento, y mi opinión sobre él siempre fue de reconocimiento a su visión política y a su trabajo por Jaén, que ni siquiera este episodio pueden nublar. Ahora bien, dicho esto no puedo entender que Cano Palomino haya caído en este grave desliz, cobrar a los viajeros que llevaba en su coche a Sevilla, y también percibir sus dietas por viaje, como otro caso similar ya conocido en Almería, porque en política como en la vida, pero especialmente en el ejercicio de la actividad pública, hay que actuar con ejemplaridad, más aún cuando todo el discurso que se defiende va en esta dirección, y es claro que no se puede tener doble vara de medir, una para los demás y otra para el comportamiento propio. He leído la nota que a modo de explicación ha ‘colgado’ el hasta ahora diputado en redes sociales, pero aunque entiendo su razonamiento, que es humano, no hace más que echar leña al fuego de una actitud reprobable, y menos se puede razonar con el hecho de que parte de sus ingresos los da al partido, porque es algo interno que a los ciudadanos no nos interesa absolutamente para nada.
En fin, no sé qué diría el recordado Fernando Arévalo sobre esta “hazaña” del que cariñosamente llamaba en sus columnas de Ideal, “el frailón”, pero la sensación que tengo personalmente es que José Luis Cano nos ha fallado, como tampoco puedo entender que gente que le apoya se lleve ahora las manos a la cabeza y por toda respuesta se pretenda desviar la atención sobre conductas presuntamente anómalas de otros políticos, en especial de la derecha. Error, grave error, en situaciones como la presente, solo cabe asumir la responsabilidad: “Me he equivocado”. Lástima porque creo que perdemos a un buen parlamentario que ya lo estaba demostrando, pero la política es así, y a todos los que meten la pata, en mayor o menor medida, el tiempo suele pasarles factura, es cuestión de esperar. Dicho esto, en un sector de la izquierda, en especial de IU, no digo que lo estén celebrando, pero sabido es que hubo mucha oposición a que Cano Palomino encabezara la lista al Parlamento andaluz. Lo siento, un poco por él y un poco también porque se pierde una voz experimentada y firme, y queda la duda de si quien le sustituya cubrirá ese vacío. Por lo pronto ya se ha empezado con el linchamiento. ¡Ay si los ciudadanos también aplicáramos a todos los políticos la misma vara de medir!
A un paso de iniciarse oficialmente la campaña electoral está interesante la “batalla de Jaén”, el reparto de los cinco escaños en el Congreso y cuatro en el Senado. En las pasadas elecciones el PSOE se quedó con tres diputados y tres senadores, en tanto que el PP obtuvo un escaño en la Cámara Baja y otro en el Senado, y Ciudadanos consiguió la quinta plaza. Ahora hay que pelearlo y ya dejamos dicho más arriba por dónde andan las previsiones. Se juega mucho el PP porque pretende, y puede que consiga en esta ocasión, dos escaños, con lo que sería de justicia la continuidad de María Luisa del Moral, es un clamor en el PP de la capital, una vez que el partido impuso como cabeza de lista al presidente provincial, Juan Diego Requena, que estos días anda aún quitado de la circulación porque también tiene derecho a disfrutar de su luna de miel. La visita este pasado fin de semana de Casado fue un baño de masas en el recinto de Ifeja con motivo de “Tierra Adentro”, de hecho he visionado un vídeo impresionante porque se ven los codazos de quienes quieren estar en primera línea. Es digno de estudio el reportaje en cuestión, porque la voz cantante la llevaba el coordinador general Miguel Contreras, que con el secretario, Francisco Palacios, eran los responsables de la organización como anfitriones, mientras que Javier Márquez pujaba por tomar posiciones, en un segundo plano, y María Luisa del Moral estaba en su sitio, y se lo daban sin necesidad de hacerse notar. Unas imágenes harto curiosas para a través de ellas intuir la intimidad del PP de Jaén que, a pesar de sus problemas, esta vez se puede ver arrastrado hacia un mejor respaldo electoral por la coyuntura política, es decir, no por sus méritos propiamente, más bien por los deméritos del tándem irreconciliable que forman los señores Sánchez y Rivera.
Foto: José Luis Cano Palomino. (Foto ABC de Sevilla)