El pueblo más rico de la provincia de Jaén sigue siendo La Guardia, a escasos kilómetros de la capital, gracias en gran medida a su importante núcleo residencial, donde viven durante todo el año, aunque se aumente la población en verano, cientos de familias que normalmente hacen vida laboral en la capital. El dato ha aparecido este pasado fin de semana en el diario El País, y se corresponde con la estadística de declaraciones del IRPF por población, que es la primera vez este año que da a conocer la Agencia Tributaria. El municipio de La Guardia aparece en el puesto 376 de toda España, con la cifra de 24.877 euros por habitante.
En el sentido contrario, el pueblo jienense más pobre es el de Huesa, con 11.332 euros por habitante y en el puesto 2.957. Hay que señalar que de los municipios con mayor renta de España sólo dos ciudades son capitales de provincia y se corresponden con Madrid (puesto 40) y Barcelona (47). Normalmente las localidades donde hay mayor riqueza concentrada se suele relacionar con núcleos residenciales acomodados y en los aledaños de municipios más poblados.
El caso de La Guardia es un buen ejemplo de ello. Hay que reconocerle el mérito a los ayuntamientos que en su día supieron actuar con la suficiente perspectiva política, económica y sobre todo urbanística, para atraer la atención y el interés de tantas familias que buscaban en la mayoría de los casos vivir cómodamente en un ambiente de tranquilidad, mientras que otros aprovecharon la feliz oportunidad para hacerse en este lugar, con eje sobre todo en la antigua carretera N-323, de una segunda vivienda. De la misma manera sucede con la zona de Entrecaminos, el complejo residencial cercano al Puente Jontoya.
El Ayuntamiento de La Guardia obtiene una buena recaudación cada año por los diferentes servicios que presta, y la queja es que no redunda en la mejora de las zonas comunes. Por ejemplo lleva años prometiendo la mejora, incluyendo la iluminación de la travesía de la carretera, con inclusión de zonas de ocio, así como el establecimiento de nuevas rotondas, compromisos que no se han llevado a cabo.
De todas maneras el interés mostrado en su momento por el Ayuntamiento de La Guardia, que no vamos a discutir, que coincidió con el boom de la construcción y que hizo avanzar a un ritmo vertiginoso al municipio, es directamente proporcional a la inacción que ha caracterizado en casi todas sus etapas al Consistorio de Jaén capital, que no supo o no pudo ver esta realidad y perdió una oportunidad de oro para poner a disposición de los jienenses que en ese momento querían invertir, terrenos suficientes en zonas atractivas para frenar el éxodo a otros lugares que supieron ‘vender’ sus recursos y hoy se mantienen en sus posiciones de privilegio. Lo peor del caso es que la capital no ha corregido esa deriva y esto no es más que otro factor que se suma a otros que retratan una posición que es todo lo que se quiera menos favorable.
Foto:
El municipio de La Guardia visto desde su castillo.