A estas alturas no creo que resulte novedoso decir que el PSOE a nivel nacional o federal se enfrenta a un dilema y que tiene mucho que ver con los problemas de liderazgo. Está en los periódicos desde hace mucho tiempo, casi desde el día siguiente a la llegada de Pedro Sánchez a la secretaría general. En todo caso la situación política del país ha frenado el que parecía un clamor de varios de los dirigentes regionales, o barones, entre ellos de manera muy destacada la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz, a quien se señala como líder de la operación de acoso y derribo a Sánchez, por mucho que en la última campaña electoral hayan actuado juntos simulando una relación cordial que es inexistente.
El todavía secretario general del PSOE federal ha tratado por todos los medios de aferrarse a un papel institucional para salvar los escollos del partido. Intentó sin éxito la investidura y ahora, a pesar de que hubo práctica unanimidad en el voto negativo a la opción de Rajoy, en el Comité Federal, ha conseguido dividir a la familia socialista entre los que le siguen a pies juntillas porque forman parte de su equipo, y los que optan por la abstención para propiciar que haya un gobierno cuanto antes. No hay más que ver los periódicos de estos días para hacerse una idea de la tensión que debe haber en el PSOE, mientras Susana Díaz parece haberse quitado de la circulación por el momento, seguramente esperando que escampe la tormenta y tratar de dar el salto, aunque algunos medios acabo de leer que le recuerdan que esta indefinición no se puede mantener por mucho más tiempo, porque corre el riesgo de que “se le pase el arroz”.
Los medios nacionales vienen publicando informaciones sobre las consecuencias de la decisión que se adopte en una previsible investidura de Rajoy y la presión sobre los socialistas arrecia, incluso los pronósticos de las encuestas que le siguen dando al partido ahora liderado por Sánchez los peores resultados de la historia de la formación del puño y la rosa. Una gran parte de la ciudadanía no entendería que hubiera que llegar a unas terceras elecciones, porque los partidos no hayan sido capaces de entender el mandato de los electores, que cada cual interpreta a su manera, es decir, de acuerdo con sus intereses.
Gastarse una vez más casi 200 millones de euros en una consulta sería muy negativo para el país y podría desembocar además en un nuevo callejón sin salida, cualquiera sabe. En el caso de que esto ocurriera pensamos que ni Rajoy ni Sánchez deberían encabezar las listas de sus respectivas opciones, esto como mínimo, aunque hay quienes piensan que por acción o por omisión la responsabilidad debería recaer en los 350 diputados electos, porque el espectáculo, aunque lo protagonicen los líderes, lo está dando el conjunto de la Cámara.
Somos del criterio de que otro gallo cantaría si todos estos políticos que eligieron los españoles el 26 de junio, tuvieran frenados sus sueldos hasta el momento en que se eligiera un gobierno, entonces casi con toda seguridad se acelerarían los trámites. El tema económico es el que menos dificultades provoca en cualquier institución, normalmente en este aspecto hay bastante unanimidad, y lo único que los diferencia es cuando alguien sale afirmando que en realidad se llevarán a casa menos dinero del que les corresponde porque cederán una parte a la opción política de pertenencia o a cualquier otro fin, extremo que entraña demagogia y que no interesa al ciudadano, porque cada cual puede dar al dinero el destino que quiera. Pero el sistema tendría que ser más exigente pensando en el interés general.
En otro orden de cosas pero volviendo al protagonismo del PSOE, parece que la organización del partido en Jaén, con Francisco Reyes a la cabeza, no es ajena a las expectativas que se han levantado a nivel nacional y que abogan por la sustitución de Pedro Sánchez. Hace muy poco se publicaba en vozpopuli una información titulada “El tándem Díaz-Madina se prepara para desalojar a Sánchez de la secretaría general”. Tratando de unir las piezas del puzzle no podemos olvidarnos de que también hace escasas semanas, en la población de Bedmar, donde es militante el propio Reyes, secretario provincial del partido y mano derecha de Susana Díaz, según es bien evidente, la agrupación local ha entregado su Premio Socialista 2015 a Eduardo Madina, del que entre otros elogios, se ha destacado como justificación del galardón entregado con su presencia personal en el acto, que “pese a su juventud tiene un bagaje extraordinario y ha sido un ejemplo por su comportamiento y sus principios”.
Todo lo cual parece ser una señal de que Jaén estará con Susana Díaz, y también con Madina, en la nueva operación política que seguramente se está fraguando a la espera de que los acontecimientos políticos nacionales propicien este cambio de timón, que por lo menos una parte del PSOE está dispuesta a promover. Creo que Pedro Sánchez lo sabe y por eso está últimamente tan escurridizo y agarrándose a un clavo ardiendo, convencido de que si le falla el papel institucional lo más verosímil es que tenga los días o los meses contados.
Foto:
Eduardo Madina en su reciente visita a Bedmar, para recoger el Premio Socialista 2015.