Por ANTONIO GARRIDO / Se han cumplido recientemente seis años de la presentación en sociedad de la entonces plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”. Cumplir una etapa así, y en Jaén, es sin duda un hecho impresionante, diría que hasta histórico, porque nunca una iniciativa surgida en favor de más atención al territorio, tuvo una respuesta de estas características. Además, no se trata ya del tiempo recorrido, con un balance que son los propios jienenses quienes ya han empezado a valorarlo en las urnas, sino que todo hace indicar que lo ocurrido hasta ahora es un simple aperitivo para lo que puede venir a partir de este momento, aunque eso dependa de la estrategia que adopte en la responsabilidad que asume tras ser la llave para la gobernabilidad del Ayuntamiento. En la provincia también ha puesto algunas picas en Flandes. Lo mejor de todo, el triunfo ha sido trabajado a pulmón, con muy escasos medios, a distancia sideral del poderío de los grandes.
A Jaén Merece Más, tras su éxito en la noche del domingo, lo cortejan los dos partidos que aspiran a la Alcaldía, PSOE, la lista más votada, y el PP, que se ha quedado a 297 votos de su adversario. El candidato de JM+, Manuel Vallejo, está respondiendo a todo el que le pregunta que “todas las posibilidades están sobre la mesa”, y añade: “incluida la de alcanzar la Alcaldía”. En realidad ha sido el hilo conductor de su campaña, aspirar a lo máximo. En PSOE y PP esperan ávidos, ambos partidos y candidatos se muestran total y absolutamente receptivos al entendimiento, Millán ofreciendo “un acuerdo programático” para “la gestión del día a día”, dejando al margen las competencias de Gobierno central y Junta, y Agustín González, seguro de que “no a a haber ningún problema”, incluso involucra a Juanma Moreno al tiempo que manifiesta que “la Junta siempre ha estado implicada en todos los proyectos”. Cómo se nota que se la están jugando, ahora sí se toman en serio al partido provincialista. Me parecen endebles argumentos, supongo que se entrará más en profundidad, siempre he entendido que JM+ no busca sillones ni poder, de ser así defraudaría a quienes le han votado. Es mucho más serio el motivo por el que JM+ optó por la doble vía, cívica y política. Y a punto estuvo de lograr meterse en el Parlamento andaluz en las pasadas elecciones autonómicas. De todas maneras, en esta coyuntura la política realista se inclina más hacia el lado del PP, por una elemental razón de peso, tiene el poder en Andalucía, y parece que para rato, y el viento a favor para el cambio en el Gobierno de España. Es verdad que en Jaén hay que gestionar un Ayuntamiento, pero el Consistorio no es nada, más aún con la ruina que tiene encima, sin el resto de las administraciones. Esto es realismo puro, guste o no guste.
“Todo sea por Jaén”, era la frase con la que saludé la llegada de esta plataforma que en seis años ya es un referente, en la que se integraron varias decenas de colectivos, con el único fin de ser un instrumento activo, muy implicado, para apoyar el despegue de Jaén en todos los órdenes. En este trayecto ha habido mucha gente que se subió al tren, personas que la crearon, como María Cantos, que abandonó tras su paso a la política y que después no ha habido voluntad por recuperar, aunque formaba parte de su ADN, y además JM+ se consagró a todos los efectos con el agravio del Colce, que la señora Cantos había impulsado desde el Ayuntamiento; en fin, ya digo, unos se subieron y otros se bajaron del proyecto, incluso hubo personas que se asomaron y no se les hizo fácil su militancia por la presión ejercida desde la política, esa desde la que hoy llaman insistentemente a las puertas del partido provincialista pidiendo negociar la Alcaldía de Jaén.
Que Jaén se levantara para poner a prueba su rebeldía cívica es signo de madurez social y democrática, aunque para la “política oficial” de siempre no haya resultado una invitada agradable, y haya tenido que soportar críticas y desprecios, algo que se esperaba porque la incursión de la plataforma en la vida pública no solo los retrataba a ellos sino que iba a ser, de hecho ha sido, una incomodidad manifiesta con sus casi diarios pronunciamientos sobre el ninguneo a Jaén de las diferentes administraciones. Y es en los momentos de dificultad como los actuales, con demasiado tiempo a la espera o sesteando, cuando se agradecen estos gestos de valentía ciudadana, totalmente generosos, porque lo que hay detrás es nuestra propia autoestima, que es la que impulsa a luchar a cara descubierta contra la pesada losa del conformismo y la indiferencia. Espero que ahora no me llamen a mí, como lo llamaron a ellos, alarmista y catastrofista, que no quiere a Jaén.
Foto: Febrero de 2019, en plena campaña. Miembros de Jaén Merece Más, entonces plataforma ciudadana, reunidos con el actual presidente de la Junta, Juanma Moreno.
Esa plataforma y posterior partido político, tan denostado por toda la oficialidad, que mantuvo reuniones a diestra y siniestra con los representantes de las instituciones, de los partidos, como los célebres encuentros celebrados en las Galerías Altas de la Catedral de Jaén o en el Parlamento andaluz, donde sus interlocutores se comprometieron con todo y dieron tan poco, es ahora tan pretendida porque sus votos, gracias a los jienenses, son imprescindibles para un pacto de gobernabilidad con alguno de los dos principales partidos políticos empatados a 11 concejales en el Ayuntamiento de Jaén. Estoy seguro de que como a Jaén Merece Más lo único que le importa es que Jaén avance, que se le pague la deuda histórica, hará lo que crea que es mejor para los intereses de la capital. Y han de actuar con mucha cautela y sin dejarse llevar más que por compromisos cerrados y bien cerrados, porque las administraciones no son de fiar, sus hechos les delatan.
Foto: La masiva manifestación de la Mesa por Jaén, el 27 de febrero de 1992.
Antes de “Jaén Merece Más” lo que hubo a salto de mata en distintos momentos, fueron acciones aisladas y la que más duración tuvo, aunque al fin resultó efímera, porque los partidos políticos que estaban dentro, no se ponían de acuerdo, fue la denominada “Mesa por Jaén”, que hace treinta años, en la víspera del 28F, el 27 de febrero de 1992, celebraba una masiva manifestación con alrededor de 5.000 personas en la calle, demandando un mayor desarrollo para la provincia. En esa “Mesa por Jaén” no estaba el PSOE, por razones obvias, que en España y en Andalucía gobernaban sus siglas.
En la cabeza de aquella manifestación a la que hago referencia, figuraban Gabino Puche y Miguel Sánchez de Alcázar, por el PP; por IU-CA, Leocadio Fernández y Manuel Anguita; por el PA, José Bravo y el parlamentario autonómico adscrito a Jaén, y del CDS, Francisco Mozas. Igualmente figuraban los responsables de UGT, Bernabé Díaz, y de Comisiones Obreras, José Heredia; el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Espinosa, y los miembros de la Confederación de Empresarios, Rafael Soria Sales, Juan Arévalo, José Luis Siles y Manuel Díaz. Entre los asistentes figuraban asimismo los responsables regionales de IU-CA, Luis Carlos Rejón y Felipe Alcaraz. Aunque el participante que llamó poderosamente la atención en el Jaén de aquel tiempo, grata sorpresa, fue la presencia en la cabecera del entonces obispo de la diócesis, Santiago García Aracil. Curiosamente, cosas de Jaén, en aquella manifestación, como parece que se trataba de no molestar al poder, el mensaje tan repetido era el de “contra nada ni contra nadie, sino en favor de Jaén”, aunque en el desarrollo de la marcha se oyeron gritos contra el presidente Felipe González, los ministros Carlos Solchaga y Narcís Serra. Una estudiante de Derecho, Pepa Lombardo, que entonces presentaron sin militancia política reconocida, fue la encargada de dar lectura al comunicado y al poco tiempo la vimos de concejal por el PP en el Ayuntamiento, más aún, responsable de la Policía Local.
Previamente a la reacción de estos jienenses, el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, había minusvalorado el papel de esta respuesta. Escribí entonces que era un hecho a considerar reunir a miles de personas, pero sobre todo la fuerza capaz de aunar en un mismo fin a gentes teóricamente opuestas, desde el obispo hasta cada uno de los partidos políticos de la oposición y las organizaciones empresariales y sindicales, amén de personas muy representativas de la vida de la capital y de la provincia, con lo que el mensaje había calado y constituía una sólida base, o eso pensábamos, para seguir escribiendo el futuro. La peor reacción, altanera y de desprecio, fue la de Manuel Chaves, que llegó a calificar la manifestación de antidemocrática, lo cual ahora, visto con la suficiente perspectiva, es muy digna de su pequeña estatura política y a los hechos de su gestión me remito, especialmente lo poco que valoró a Jaén y su provincia en los fastos del 92. Cuando lo que Jaén demandaba en esa víspera del Día de Andalucía era una política de solidaridad entre las propias provincias y de llamar la atención a las administraciones para que dieran a Jaén lo que le correspondía. El PSOE de Jaén, que fue el gran ausente, tuvo entonces la oportunidad de coger un tren que parecía imparable, pero no lo hizo. De aquellos polvos, estos lodos.
Pues bien, tuvo que pasar mucho tiempo para que surgiera de nuevo la rebeldía social, con la aparición de Jaén Merece Más, una plataforma ciudadana que luchó contra viento y marea, con las administraciones sordas y ciegas. Ahora es la llave en el Ayuntamiento de Jaén y de algún otro en la provincia. Tiene una gran responsabilidad y espero y deseo que la resuelva a satisfacción.
Foto: Manuel Vallejo el pasado domingo ejerciendo su derecho al voto con miembros de Jaén Merece Más.