La concentración que ha tenido lugar en la capital jienense al mediodía de hoy, desde las once hasta la una, aproximadamente, ha sido un verdadero clamor de la sociedad de Jaén y en especial del sector olivarero que es el que se juega los cuartos y el futuro de las explotaciones ante la situación tan adversa de la bajada de precios, que se prolonga ya por espacio de más de un año, cuando de cuatro euros se pasó a dos, que es lo mismo que decir que se ponía en riesgo la rentabilidad mínima de un olivar que ni siquiera cubre gastos de producción. No sé si había 5.000 o 6.000 asistentes, baste decir que ha sido una de las concentraciones más numerosas y enérgicas, porque se ha notado el malestar de todo un sector por las condiciones que están impidiendo que el mercado respete y entienda que se está causando un perjuicio enorme que afecta a la vida y a la economía de la provincia de Jaén y al resto de las provincias andaluzas donde existe este mismo cultivo.
Éxito por tanto y rotundo de los convocantes, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, que han contado con el respaldo de Infaoliva y las cooperativas Agroalimentarias, todos a una en defensa de un mismo objetivo, que es la mejor noticia que se puede recoger. Decenas de autobuses han arribado a la capital desde muy temprano y se han formado grandes atascos, sin embargo las quejas han sido mínimas, todo el mundo ha comprendido que es una urgencia que la provincia defienda su principal producto, el aceite de oliva, para el que se ha reiterado la petición a las administraciones de que se le considere un asunto de Estado y no un problema más de la economía del país.
La Plaza de las Batallas ha sido un hervidero humano donde todo el mundo cabía, desde los diferentes representantes del sector hasta movimientos ciudadanos como “Jaén Merece Más” y los principales partidos políticos que conocen la situación y no han dudado en apoyar esta convocatoria. Ha habido momentos de cierta tensión, dentro de la normalidad general, y ha sido porque los ánimos se han ido caldeando a consecuencia de que los olivareros llevan soportando en silencio la indignación por un panorama que por el momento es desalentador. De hecho no hace más que empezar una lucha a la que ya han puesto nombre, “El espíritu de Las Batallas” para recordar que el de hoy ha sido un día que quedará marcado en la historia reivindicativa del olivar de Jaén, como fue hace 21 años aquella inolvidable manifestación por la OCM del aceite, ya que nuestro olivar, por desgracia, sufre cíclicamente de problemas que obligan a salir a la calle a defenderlo con uñas y dientes. Entre las consignas que se han escuchado, de todo tipo, para definir el momento tan angustioso, también se han coreado los versos de Miguel Hernández: “Jaén, levántate brava, no vayas a ser esclava con todos tus olivares”.
Según han expresado los oradores, todos ellos portavoces de las organizaciones convocantes de esta protesta, la lucha por la defensa de un interés que es vital para Jaén, no ha hecho más que empezar, a partir de ahora se hablará con las administraciones y si hace falta de nuevo se saldrá a la calle cuantas veces sea necesario hasta conseguir la adecuada respuesta, que no puede ser otra que sensibilidad y sobre medidas concretas ante esta “situación de emergencia” que ha causado la crisis de la bajada de los precios en origen del aceite de oliva.
Los convocantes han pedido que las administraciones y la propia Unión Europea tomen cartas para garantizar unos precios justos para el productor, y al tiempo se atajen otros problemas como los que afectan al olivar tradicional, de la misma manera que se pone la mesa el rechazo enérgico a la venta a pérdidas y a la utilización del aceite de oliva como producto reclamo por parte de la gran distribución, que es extraordinariamente dañino para todo el sector que ha de hacer tantos esfuerzos para lograr salir adelante. Lo ha dicho el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, que no se va a permitir que se siga robando el esfuerzo de muchísimas personas durante años y años y generaciones. Enhorabuena por el poder de convocatoria alcanzado y esperemos que quienes han de adoptar medidas no hagan oídos sordos al clamor de toda una provincia que lo único que pide es que los precios de su gran riqueza, el aceite de oliva, permitan la subsistencia, que es tanto como decir, ayudar a que esta provincia tan maltrecha no pierda la base de su economía, labrada a base de años y de mucha abnegación. Solo le faltaría a Jaén que se le hunda el aceite de oliva. No, esto jamás se debe permitir y tienen que caer gobiernos si hace falta antes de que otros intereses económicos, a veces tan oscuros, tengan tanto poder como para debilitar y poner en riesgo la economía y la existencia de toda una provincia. Ya se ha empezado, hay que llegar hasta el final.
Foto: Imagen de la concentración en la Plaza de las Batallas (Tomada de COAG)