Por ANTONIO GARRIDO / Estamos despidiendo noviembre y los acontecimientos se suceden, debe ser porque hay que hacer balance del año y además porque se aproximan citas importantes, sobre todo electorales, primero los comicios locales y hacia final de 2023 los generales. Hay mucho ruido político de fondo. De las cuestiones de los últimos días que más me han llamado la atención destaca la entrevista del excelente periodista de Ideal, Jose Liébana, al alcalde de Jaén, Julio Millán, que no tiene desperdicio, porque el regidor posee una concepción de ciertos asuntos locales que no son fáciles de digerir. Por ejemplo, como es normal, se le pregunta por qué queda de aquel Plan Colce que nos hizo soñar. ¿El Colce, qué Colce? Parece decir nuestro primer edil. Ahora resulta que la única manera de echar tierra a aquella afrenta es decir que “yo lo habría gestionado con menos alharacas”, menos mal que a renglón seguido trata de arreglarlo a medias: “Es cierto que había compromiso para hacerlo en Jaén, pero hubo una disfunción interna dentro del Gobierno”. Claro, no se atreve a llamar a las cosas por su nombre: de-da-zo. Ni siquiera el paso del tiempo le permite reconocer que el trabajo se hizo bien, con lo cual se coloca al mismo nivel que la oposición del PP, que niega la mayor, porque de esta manera desacredita al equipo de gobierno.
Eso sí, critica el papel de la Junta, y es razonable que así sea, pero le falta coraje personal y político para repartir críticas y elogios de manera equilibrada, y sobre todo para hacer justicia a personas, me refiero, obvio, a María Cantos, que sigo pensando, pese a que hay quien por intereses partidistas tratan de borrarla del mapa, que hizo su trabajo y que le puso, junto con su equipo, pasión y trabajo con el único afán de hacer más grande a Jaén, pero hasta soñar con una ciudad mejor está ahora mal visto. Si hubiera salido el Colce el alcalde ya lo hubiera capitalizado, de hecho no es la primera vez que al presidente de la Diputación, que estuvo en el meollo y se tragó sin rechistar el desprecio de Sánchez, Calvo y Robles, después de roto el pacto de gobierno con los tres concejales de Ciudadanos, con Cantos a la cabeza, le faltaron halagos para la labor del alcalde para traer la Base Logística. ¿En qué quedamos?
En realidad lo que parece es que no han aceptado la derrota, y más que eso, que aunque trate de disimularlo saliéndose por los famosos Cerros de Úbeda, lo que debe sentir es vergüenza de no haber defendido hasta el final los intereses de la ciudad, y nunca dio cuenta de la respuesta, si la hubo, de la famosa carta que dijo haber enviado al presidente del Gobierno. Claro que a lo mejor no puede contar que tras el envío de la epístola, le llamaron del partido para ponerlo firme. El mundo de la política es cualquier cosa menos limpio, ejemplar. Por eso lleva razón el profesor José Ángel Marín Gámez, cuando el lunes por la noche en una conferencia del Foro Jaén de Opinión y Debate, señaló que “los partidos no están interesados en que funcionen las instituciones, sino en ocupar las instituciones con su clientela”. Sálvese quien pueda.
De las citadas declaraciones del alcalde también me sorprende que se dedique a echar flores a su gestión, al tiempo que pasa de puntillas por cuestiones importantes: la Estación Intermodal no es una prioridad, dice, con el pretexto de que primero hay que ver qué pasa con los trenes y después se verá. Tal y como funcionan las cosas en Jaén, largo me lo fiais. Del tranvía comenta que “ha habido apatía social”. De esa “apatía social” se puede escribir un libro, y tal vez se haga. Del PGOU, que ni está ni se le espera, lo reduce al argumento de que lo primero ha sido “sacar a la ciudad y al Ayuntamiento del pozo donde estaba, una tarea de salvación y rescate”. De los presupuestos, que “todavía quedan cosas por hacer”. Y del problema demográfico, que “faltan viviendas a precios asequibles” y que es esto y no tanto “un problema social, laboral o económico”. Menos mal que hay algo que entiendo un poco mejor y es cuando se refiere a la lealtad institucional con la Junta, incluso en las relaciones personales, en esto reconozco que su conducta mejora bastante a la de otros regidores que ha tenido la ciudad, porque esta actitud colaboradora abre caminos y en este momento por tal motivo se van despejando algunos proyectos largamente esperados. Pero lo dicho, curiosas siempre las declaraciones del alcalde.
Dentro de la propia vida municipal ahora que con tanta frecuencia se habla de los fondos europeos y de lo que iban a cambiar la vida de nuestras ciudades, Jaén incluida, se puede recordar la lógica ambición que puso el Consistorio y su equipo de gobierno para ponerse en lista de espera, de hecho se presentaron actuaciones por varios cientos de millones, que no llegan. En su momento ya aludí a mi militancia escéptica. Por cierto ha habido un enfrentamiento reciente entre PP y PSOE a propósito de los fondos EDUSI, y según la segunda teniente de alcalde, África Colomo, que me merece confianza, hay 15 millones de euros para invertir. Me voy a ahorrar por el momento hacer historia de ese dinero y de ese programa, del momento que se empezó a gestar, y, por tanto, de la lentitud de la maquinaria de las administraciones, cuesta sangre, sudor y lágrimas, y muchos años, sacar cualquier plan adelante.
En la crónica política hay que aludir, una vez más, y van…a la situación verdaderamente inédita que se está viviendo con respecto al candidato “in péctore” a la Alcaldía de Jaén por el PP, Agustín González, menos mal que él, por su cuenta, y oficiosamente la dirección y otros compañeros, le están allanando el camino y le acompañan en su particular campaña en la que parece tener el don de la ubicuidad, porque suele estar en todas partes y tiene mérito. La militancia, porque algunos me lo cuentan, no se explica, cómo a menos de seis meses de las elecciones no haya confirmación y el pretexto que se da de nominar a todos los candidatos de grandes ciudades y capitales el mismo día carece de sentido, porque hay lugares, por ejemplo Málaga, donde como no hay relevo tampoco existe inquietud alguna. Me recuerda a cuando Fernández de Moya esperaba que lo eligieran candidato, que su trabajo le costó, y se tiraba los fines de semana sin salir de casa “por si acaso”. Ni el PP de Jaén lo merece, ni tampoco el bueno de Agustín González. La maquinaria de los partidos no la entienden ni ellos mismos.
Pese a todo, el PP jienense sigue con su hoja de ruta, ya que ni Feijóo ni Moreno Bonilla deciden, y tampoco asoma el rostro Juan Bravo, que es padre de la criatura, porque antes de marcharse marcó algún rumbo en cuanto a personas, Erik Domínguez sigue en la idea fija de conquistar la Diputación. De hecho, esta misma semana se ha incorporado al organismo provincial el alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho, que además es el nuevo portavoz popular, sustituyendo a Miguel Contreras, hoy delegado de Fomento. En sus mensajes, el PP, llama a la operación que persigue con el Palacio de la Plaza de San Francisco, “dejar el rojo cautivo y se instale el azul libertad”.
A todo esto, el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, se muestra eufórico. Acaba de recibir la distinción de «Andaluz del Año» en la Casa de Andalucía en Barcelona. La presencia del COI entra en su haber, además ha aprobado un presupuesto por 317 millones que, pese a las críticas de la oposición, que son normales en estos casos, tiene partidas de significación para abordar proyectos dentro de sus también limitadas competencias. Pero no es verdad, como ha dicho Erik Domínguez, que la Junta invierta más que Diputación y Gobierno de España juntos, no se pueden extrapolar los niveles competenciales. Además, no solo se trata de colocar números, luego hay que gastar, y en esto tanto la Junta como la Administración central son manifiestamente mejorables, en tanto que la Diputación es cumplidora. A cada cual lo suyo. Reyes visitó esta semana a la ministra de Transportes para hablar de las necesidades que tiene la provincia en materia de infraestructruras viarias y de ferrocarril. La de veces que ha tenido que hacer este papel, las mismas que se vino con cajas destempladas, si quieren les recuerdo con todos los ministros y ministras que tuvo que hablar con este ejecutivo y el anterior de Zapatero, con escaso éxito, como indica muy bien la evidencia. Tendrán muchos militantes, pero el peso político es muy escaso. Verbigracia, los 69 raquíticos millones en los PGE, cuando ha tenido que soltar el señor Pedro Sánchez algunos miles de ellos para “comprar” los votos que le sigan despejando su horizonte de al menos un año en La Moncloa, con permiso de sus socios, una relación tan mal avenida, ya que todos los días nos despiertan con un nuevo escándalo.
Quiero terminar con dos felicitaciones, porque contrariamente a lo que pudiera pensarse, soy más de valorar lo bueno que lo malo, lo que ocurre es que faltan los argumentos y porque, además, soy un convencido de que para que Jaén despegue es necesaria una masa crítica, la de colectivos y la de persona a persona, no estar aborregados ni impasibles, para ayudar a Jaén hay que mojarse.
Mi primera felicitación es para Reyes Chamorro, concejal del PP durante once años, que hoy ha presentado su renuncia al cargo en el pleno municipal, para sorpresa general, menos para sus compañeros, supongo. Creo que se ha visto desplazada por el establishment de su propio grupo y partido, donde es claro que existe una visible división, no hay más que mirar las imágenes de cada día en las redes sociales y en los periódicos para constatarlo. Hoy, las declaraciones para ensalzarla han venido de parte de Manuel Bonilla, el portavoz, por cierto ausente en el pleno de hoy, me cuentan, porque también es parlamentario andaluz. Tampoco entiendo bien, aunque no haya sido excepcional en el pasado, esta duplicidad de funciones, creo que lo suyo es “una persona, un cargo”. Ni siquiera Bonilla, al que valoro porque entiendo que es un buen político, puede hacer doblete. Y qué decir del propio Bravo, no se sostiene que siga siendo parlamentario andaluz y ausente.
Pues bien, Reyes Chamorro ha sido una gran señora de la política, en sus responsabilidades, sobre todo el frente del área social, se ganó el afecto y la consideración de propios y extraños. Excelente concejal, empática, recuerdo especialmente el tacto que tuvo con los temporeros, y fue ella la que rompió una dramática racha en la que salíamos en los telediarios por mala praxis municipal con los inmigrantes llegados para la recolección de la aceituna. Ella hizo fácil lo difícil, con mucha sensibilidad y como caracterizó a toda su gestión, eficacia y siempre el caluroso saludo de su sonrisa. Pudo ser número uno, pero tampoco valía para medrar, le bastaba con ser una simple servidora pública con ganas de ser útil a su ciudad. La he seguido y conozco su trabajo, por fortuna tiene un lugar al que volver. Gracias, Reyes.
La otra felicitación igual de efusiva es para el presidente de la Asamblea Provincial de Cruz Roja en Jaén, José Boyano. Cuando está a punto de finalizar su larga y fructífera etapa al frente de la institución humanitaria, sigue poniendo muy alta la gestión en uno de los programas más visibles, el de la inserción laboral de las personas en riesgo de exclusión. Precisamente hoy se ha procedido a la entrega por parte de Cruz Roja de reconocimiento a empresas colaboradoras que lo han hecho posible, en este caso el galardón ha sido para doce compañías. El dato elocuente es que 620 personas de la provincia han encontrado empleo en alguna de las 220 empresas colaboradoras gracias a la intermediación de Cruz Roja y en el decidido impulso del Reto Social Empresarial. Todo un ejemplo. Como siempre me gusta repetir, instituciones como Cruz Roja, hoy alabada por el conjunto de los responsables públicos de Jaén, llegan donde tantas veces no llegan los gobiernos. Cruz Roja desempeña una labor impagable junto a otras entidades como Cáritas, Banco de Alimentos, comedores sociales y no pocas ONG, entre otros colectivos que se movilizan en el ámbito de la solidaridad, entre los cuales Cruz Roja es un puntal como lo demuestran los hechos, que valen más que las palabras.
Se puede sentir muy satisfecha toda la familia de la Cruz Roja de Jaén y en primer lugar, en nombre de todos, su presidente, José Boyano Martínez, por estar dando respuesta acomodada a la situación actual de la provincia y a los nuevos retos sociales. Muy en resumen son decenas de programas los que están en marcha para ayuda a las personas y colectivos más vulnerables. Boyano se ha desvivido por la joya de la corona de la actuación de su Asamblea Provincial, el fomento del empleo, tarea en la que se lleva trabajando, con éxito, desde hace varios años. Y en gran medida el éxito radica en el entusiasmo del equipo que lidera José Boyano, que ha sido un aval de solvencia, de profesionalidad y de compromiso por todos los lugares por los que ha pasado, que se ha entregado en cuerpo y alma para reforzar las bases firmes de Cruz Roja, que por todos estos motivos es un orgullo para Jaén.
Foto: El presidente de la Diputación y secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, ha vuelto a girar visita al Ministerio de Transportes, para interesarse por las infraestructuras viarias y de ferrocarril.