Por ANTONIO GARRIDO / A nadie puede extrañar que pasados diez meses, casi once, desde la constitución del actual Ayuntamiento, el alcalde, Agustín González, salga a la desesperada con un grito de SOS por la situación económica que se vive en el Consistorio, él mismo ha comentado en conferencia de prensa el gravísimo panorama, en “la UCI presupuestaria”, el de Jaén uno de los tres ayuntamientos más endeudados de España, y en consecuencia mantiene que “el Estado tendrá algo que decir y ayudar”. Cierto, pero el Estado no es el culpable de una política errática de los diferentes gobiernos de nuestro Ayuntamiento, se debe partir de esa base ya que de lo contrario podemos incitar a una mala interpretación de la opinión pública. El problema que tiene el Ayuntamiento de Jaén es la pésima gestión, y soy muy generoso, de unos responsables públicos, sálvese quien pueda, que quisieron pasar a la historia a costa de poner en riesgo la estabilidad no ya de las cuentas sino de la propia capital, y lo peor del caso es que todos y todas se fueron de rositas. Claro, el actual alcalde, que debió informarse previamente de la realidad del Ayuntamiento, porque tenía personas de confianza para ello, el mismo Javier Márquez y por supuesto Manuel Bonilla, que además fue el responsable del último presupuesto, en 2017, se presentó a las elecciones y estableció el compromiso de que con el “Modelo Moreno Bonilla” se acabarían todas las dificultades del Ayuntamiento. Craso error. Que conste que no es la excepción, en el anterior mandato, a su llegada al liderazgo en el PSOE andaluz, el ínclito Juan Espadas había hecho el mismo pronóstico para Juliio Millán. Los milagros no existen, o al menos no existen en este ámbito.
Y, por cierto, ya que el alcalde nos pone mal cuerpo con la crisis económica municipal, debería también informarnos de por dónde va ya la deuda, porque hace años que se vienen manejando las mismas cifras, siempre por aproximación y los jienenses tenemos derecho a conocerlas en detalle, ya que Agustín González tampoco ha hecho realidad otro brindis al sol de su campaña, la de colocar un contador en la fachada del Ayuntamiento para que el importe de la deuda en cada momento fuera conocido por los jienenses. Dijo más, que si no se rebajaba no volvería a presentarse a alcalde “por responsabilidad”. En campaña todos los políticos se ponen en modo euforia, muy locuaces, y al cabo del tiempo se pueden consultar las hemerotecas. Tengo preparada una guía de todo lo que los diferentes líderes prometieron con vistas a los comicios de mayo de 2023, propuestas algunas de ellas muy coherentes y otras que podrían formar parte de una antología del disparate.
Contados estos prolegómenos y a la vista de que, en efecto, la situación es grave, mejor dicho, gravísima, es absolutamente normal que el regidor decida emprender una serie de acciones para tratar de encontrar algo de consuelo para que haya gestión y redunde en beneficio de la ciudad de Jaén. Sus antecesores también hicieron sus deberes, bien es cierto que con resultado negativo, si acaso algún pequeño alivio, pero nada de medidas estructurales, hay que tener en cuenta que la deuda municipal, además de impedir que el Ayuntamiento funcione como Dios manda, lleva aparejada una hipoteca que al menos por ahora se alarga hasta el año 2050. Es, con diferencia, el reto más importante que tiene el gobierno municipal en este momento y me parece muy bien que haga lo posible y hasta lo imposible por superarlo.
Las cuatro cartas que Agustín González ha dirigido a los ministros Óscar Puente, María Jesús Montero, Teresa Rivera y Jordi Hereu, responsables, respectivamente, de Transportes, Hacienda, Transición Ecológica e Industria, no sé que respuesta tendrán, pero al menos debería tener la oportunidad de explicarles en persona lo mal que lo está pasando la ciudad, aunque hay quien lo sabe, como María Jesús Montero, lo sabe y no solo eso, ni siquiera se prestó a echar una mano a Julio Millán, que la visitó en más de una oportunidad. Montero se ha desgañitado con Jaén, siempre en plan mitin, pero jamás se prestó a ofrecerle un bote salvavidas, que debió establecerse para todos los ayuntamientos en situación extrema, pero al fin y al cabo la salida a un embrollo enquistado. La deuda se produjo durante años por mala gestión, y si hay que pedir ayuda es sobre todo porque es injusto que los ciudadanos, los jienenses en este caso, seamos víctimas de flagrantes desaciertos. Hoy por la cuestión menos pensada se llama a los políticos a pasar por los juzgados y en cambio por una responsabilidad de esta naturaleza nadie se ve obligado a rendir cuentas. Me parece inconcebible, un despropósito.
Al tiempo que me parece acertado que el alcalde no se encoja de hombros, porque forma parte de su propio carácter y personalidad, también de sus anteriores funciones de gestor público, ya le digo de antemano que soy pesimista con respecto a la acción que inicia, aunque a la vez entiendo que se trata del primero de los pasos a dar, el diálogo siempre ha de presidir las relaciones institucionales para que nadie pueda acusarle de que actúa desde la deslealtad. Y, por descontado, hace bien, mejor dicho, muy bien, en reivindicar al Gobierno de España que la lluvia de millones que ponía sobre la mesa, vía PSOE, para que este partido retornara a la presidencia del Ayuntamiento, la lleve a efecto, porque hay una razón poderosa que todos entendemos, o la mayoría, y es que no se puede castigar al actual gobierno de PP y Jaén Merece Más en la cara de los jienenses, es decir, en todo aquello que la Administración central nos debe, desde el mal endémico del ferrocarril, o las estrategias logísticas tantas veces comprometidas, acciones para frenar la despoblación y, en fin, inversiones para Jaén que las está demandando, aunque para empezar hay que pedirle, incluso exigirle, que le preste atención al Ayuntamiento, necesitado de respiración asistida. Muchas de las peticiones forman parte de las 100+1 medidas adoptadas en el acuerdo de gobierno y reivindicadas por Jaén Merece Más.
El alcalde, Agustín González, ha estado acompañado de su socio de gobierno Manuel Carlos Vallejo, de Jaén Merece Más. Le tocó la lotería porque más leal ya sería imposible, a él tiene que mucho que agradecerle, entre otras cosas seguir al frente de la Alcaldía. Tampoco me parece mal que exista una buena relación porque en este momento en que se va a cumplir pronto un año de gobierno local es muy importante, trascendental, la estabilidad, que se puso seriamente a prueba hace unos meses y que ahora no figura en la hoja de ruta, aunque sea normal que en un equipo existan coincidencias y discrepancias. Vallejo no solo no le ha enmendado la plana al alcalde, sino que le ha apostillado: “Si antes era posible, ahora tiene que seguir siendo posible, no puede de pronto dejar de serlo”, con referencia a las conversaciones mantenidas con el PSOE en las que anunciaba que el dinero y los proyectos estaban sobre la mesa. Pues nada, a la espera de que se cuele alguna reacción favorable, un milagrito, o tendremos que hacer rogativas. Hay algo de lo que ha dicho el primer teniente de alcalde de Jaén Merece Más que en los últimos tiempos vengo escuchando con relativa frecuencia, y es la idea extendida de que pareciera existir “una confabulación para que Jaén siga dentro del saco del subdesarrollo, porque si no, no vienen fondos europeos”. Esta idea hay que empezar a considerarla, no es posible que las afrentas a Jaén y la provincia sean eternas.
Por último, es verdad que en este año no se han dejado ver por Jaén ministros ni otros altos cargos del Gobierno de España y desde luego nada de pasar por el Ayuntamiento, por donde ha desfilado toda la Junta y derivados, tal vez un innecesario derroche cuando a la hora de la verdad, por mucho que el alcalde y el PP pretendan convencernos de lo contrario, los resultados no se corresponden. Muy bien este gesto de alcalde valiente llamando a la puerta del Gobierno de España, oportuno y necesario. Lo mismo debería acto seguido dirigirse a la Junta para que después de cinco años transcurridos no sigan durmiendo el sueño de los justos proyectos que nos prometieron que serían prioridad, y los jienenses vamos asistiendo a ese espectáculo interminable de los reproches, que es la mejor manera de autodefensa de unos y otros para que Jaén siga esperando, su sino de siempre.
Foto: Agustín González (Partido Popular), alcalde de Jaén, ha comparecido en conferencia de prensa, acompañado del primer teniente de alcalde, Manuel Carlos Vallejo (Jaén Merece Más).