Por ANTONIO GARRIDO / La verdad es que me esperaba lo peor después del clamoroso silencio que siguió a la presentación en sociedad de la unión de las plataformas Jaén Merece Más y Levanta Jaén, ambas acogidas a la vía política para concurrir a las elecciones, en primer lugar a las que ya han sido convocadas, para el Parlamento de Andalucía. Me extrañó mucho en su momento que hubieran dejado para después los asuntos que siempre resultan más escabrosos cuando se produce un encuentro de estas características, para hacerse más grandes y por tanto con mayores posibilidades de éxito. Orillaron en aquel momento tanto la denominación de la lista unitaria para concurrir a los comicios y, claro está, los nombres. Lo más peliagudo, sobre todo cuando durante meses han surgido tantas divergencias y se produjo una falta de entendimiento en lo esencial, que fue posible revertir, por los buenos oficios de algunas personas, y a pesar de los cruces de acusaciones que hacían presagiar lo peor. Ya dije ayer, a la vista de que no se ha llegado al acuerdo, porque dos partes no se entienden si una no quiere, que mi impresión personal es que para esa unión, que ahora entiendo que fue forzada por la urgencia de los acontecimientos, empezaron la casa por el tejado, se refugiaron en las mensajes esperanzadores y aplazaron lo que verdaderamente tenía sustancia. Hasta ahí hemos llegado. El caso es que se han registrado ambas formaciones ante la Junta Electoral y que van por separado a las elecciones, dos listas, dos alternativas. Lo digo como lo siento, división es igual a fracaso. Se necesitan muchos votos para entrar en el Parlamento y ya conocemos el famoso dicho: divide y vencerás. En este caso vencerán los grandes, los que más votos van a sumar. Esto es tan viejo como el mundo. Frente a las divisiones siempre gana el poder.
No estoy dentro de estos colectivos y por tanto no se me ocurrirá acusar a ninguna de las partes de tener mayor responsabilidad que la otra, he visto en las redes y por el comentario esclarecedor de un buen analista como es Manuel Expósito, en ExtraJaén, que varios colectivos de Levanta Jaén han desertado del proceso político y prefieren seguir como hasta ahora, pero sí afirmo rotundamente que a estas alturas flaco favor hacen al interés común de la provincia con esta salida que nos retrotrae a hace pocas fechas, doce días mal contados, cuando se dijeron el “sí”, aunque fuera a regañadientes, porque había un clamor social que no veía otra posibilidad para tratar al menos de llegar a las instituciones que la voluntad social y política, olvidando protagonismos, localismos, suficiencias, egos, porque todo eso es incompatible con una apuesta sin hipotecas de ninguna clase para ponerla al servicio de Jaén, porque de eso se trataba, de una candidatura única con un solo referente: J-A-É-N. En este momento ya no creo en que sea posible la aventura ilusionante en la que se iban a integrar. Pueden respirar tranquilos los partidos grandes, que van a ser los más beneficiados y que en un tiempo estuvieron temerosos a la respuesta que pudiera exhibir una sociedad herida por tantos desplantes a la provincia, por eso titulé mi comentario del 28 de abril, que ha sido el más leído desde entonces: “Hará historia el 19-J una papeleta única auspiciada por la rebeldía cívica”.
Lo cierto en este preciso momento es que las fuerzas de siempre se han rearmado y mucho me temo que como ambas cuentan con su su caudal de votos muy sólidos, a pesar de todos los pesares, se beneficiarán de esta frustración y lo deben estar celebrando, se dirán para sí que Jaén es diferente, lo mismo pensarán en la España Vaciada, que también llegó a creer, aunque supongo que con reticencias, por experimentados, en el nuevo proyecto. Los medios de comunicación, especialmente los de fuera, que nos han ofrecido cobertura y que apostaron también por la iniciativa de Jaén, igual se extrañarán de que a la hora de la verdad, que es cuando hay que fajarse y olvidar todas las diferencias, se vuelve al minuto 1, a la nada.
Lo lamento más por quienes, contra viento y marea, vienen trabajando desde hace años reivindicando el buen nombre de Jaén y las exigencias a las administraciones, con algunos indudables resultados. A esa gente se van a dirigir también las muestras de extrañeza e incluso de indignación de la parte de esa sociedad que en momentos duros se ha movilizado para demandar dignidad para esta tierra y ahora divisan este panorama de la desunión, porque las personas no han sido capaces de ponerse de acuerdo y separar el grano de la paja. Ya he visto algunos comentario al respecto, el personal que confiaba en la candidatura de la unidad, se siente dolido. Debe ser verdad que tenemos lo que nos merecemos, que tantas veces he dicho con relación a los partidos políticos convencionales, pero no se puede olvidar que los partidos son el reflejo de la sociedad y que estas situaciones tan incomprensibles no ocurren por generación espontánea. Íbamos a hacer historia, así lo escribí en una asomada al optimismo, porque nunca quiero cerrar puertas a la esperanza, aunque sé el terreno que piso y el material, también el humano, con el que contamos, muy bueno pero…¿O es que acaso la situación de Jaén, tan preterida en décadas, qué digo en décadas, en siglos, nos ha caído del cielo, y no se ha fraguado en base a resignación, a conformismo, a dejación, y a renuncias? Ignoro si este panorama tan pesimista es aún reversible, supongo que no, y estaría condenado al fracaso, lo digo con toda sinceridad, visto lo visto, pero por lo que a mí respecta en este momento acabo de perder la confianza que tenía depositada en las plataformas, al menos en su comportamiento como vía política para ayudarnos a salir del pozo en el que nos encontramos. Y con respecto a nuestro Jaén, en esta nueva coyuntura, no queda otra que seguir escuchando a los vendedores de mercancías, aunque nos engañen con el bálsamo de fierabrás. Que sea lo que Dios quiera.
Foto: Esta imagen es del pasado 28 de abril, cuando se anunció la convergencia entre las dos plataformas para presentar una candidatura unitaria para las elecciones autonómicas del 19 de junio.