Por ANTONIO GARRIDO / En la primera semana de la campaña para las elecciones andaluzas del próximo día 19, lo primero que tengo que decir es que ninguno de los mensajes que veo, leo y escucho, han logrado llamar mi atención. Tal vez, como un iluso más, me esperaba algo milagroso, pero ya les digo que estas primeras jornadas me dejan un tanto decepcionado, o digamos que no han violentado mi capacidad de sorpresa, aunque es una opinión, igual cada uno de ustedes tiene otra diferente, lo cual respeto y hasta me alegraría que así fuera.
Los partidos, pero especialmente los candidatos, que siempre son lo mejor, tienen mérito, sean quienes sean, hacen su trabajo, ahora hay menos mítines masivos y más reuniones y encuentros con la gente, o reparto de propaganda, pero lo que detecto no es precisamente que transmitan, contagien y sientan. Lo mejor de todo es que tienen que pasar el trago al menos cada cuatro años. Verse con la gente, dar la cara y sonreír, aunque a algunos les cuesta hacerlo o tal vez los hay que tienen mala conciencia.
Incluyo entre los lamentos, por supuesto, el debate que en la noche del lunes pudimos ver, supongo que igualmente muchos de ustedes, en la 1 de TVE. En las redes sociales no es ninguna sorpresa que cada cual arrima el ascua a su sardina, lo normal, pero la hora y media me pareció más de lo mismo, me vino al recuerdo Julio Anguita, con su reiterativo mensaje de programa, programa, programa. En resumen, todos contra Juanma Moreno, que bastante hizo con aguantar el tipo, aunque no fue su mejor noche, pero insisten las encuestas en proclamarlo ganador en esta batalla andaluza, y la líder de Vox, Macarena Olona, por libre, a su aire, con su mensaje antisistema grabado a fuego, contra todos, incluso contra el que pudiera darse el caso de que tenga que pactar tras el día 19. Hay orfandad de propuestas creíbles. Ni pienso que sea posible reducir el desempleo a la mitad, ni tampoco que el problema andaluz sea la gratuidad de la televisión y el wifi en los hospitales.
Veo, escucho y leo lo que van diciendo en sus mítines y declaraciones públicas los candidatos y es exactamente lo mismo que hace cuatro años y que todas las citas electorales anteriores, siempre pintando un Jaén en rosa. De haberse cumplido solo el 10%, no pido más, de tantas promesas en 40 años, esta provincia hubiera salido del pozo en el que se encuentra. No es cuestión de hacer un listado de agravios, basta con apuntar un dato de hoy mismo, porque me llega el informe de Analistas Económicos, del Grupo Unicaja, en el que plantea un pronóstico muy negativo para la provincia, que será, según el estudio, la que experimente un menor crecimiento en el conjunto andaluz, exactamente de un 2,7, en el furgón de cola, con una media andaluza de 4,2 de crecimiento y con Málaga que directamente sigue su estrategia de locomotora, con un 4,9. Los políticos, sálvese quien pueda, nos venden la moto, pero bien sabemos que la realidad es tozuda.
Ayer mismo tuve la oportunidad de asistir durante casi cinco horas a una nueva jornada del Programa Universidad de Jaén Comprometida con la Estrategia Provincial (UJA-CEP) y se dejaron en el aire realidades que forman parte de la pesada losa por la que atraviesa nuestro territorio. Se planteaba una radiografía del sector de la construcción, que debería ser y no lo es tampoco, palanca de la recuperación económica, entre otras razones porque somos la provincia con menos inversión pública de las distintas administraciones, nada nuevo, pero seguimos ahí. Los fondos europeos no llegan y uno de los datos más desgarradores de la jornada fue el de que se marcha de Jaén 1 de cada 3 jóvenes en edad de trabajar. Me llamó la atención que un representante empresarial de Fadeco, que reside en Granada, se preguntara qué nos pasa con las Ciudades Sanitaria y de la Justicia, con la estación intermodal, con trenes dignos a Madrid, a Granada y a Málaga, y claro, se preguntaba por el tranvía, del que nos dicen que la próxima legislatura ya toca. Pero ¿cómo creerles a estas alturas, si eso llevan diciéndolo desde 2011? Este señor se extraña y lleva toda la razón del mundo, de que en esta provincia seamos tan poco exigentes, tan acomodaticios a la dejación secular de los poderes.
Por cierto, desde antes de la campaña hay medios de comunicación de carácter regional y también nacional, que ponen su atención sobre la candidatura de Jaén Merece Más, sobre todo desde que la poco sospechosa encuesta del CIS de Tezanos le adjudica el más que probable logro de un diputado. Tiene mérito, no solo la valentía de echar para adelante sino hacerlo con escasísimos medios, nada que ver con los grandes. No digo que a los demás no les preocupe y les interese la provincia de la que todos somos, o la mayoría, aunque insisto, programa, programa, programa, si bien en Jaén Merece Más, por mucho golpe de pecho que manifiesten los partidos de siempre, y vocean que “mejor que ellos, nadie”, e incluso le faltan el respeto cuando son una opción legítima más, señal evidente de nerviosismo, el único objetivo es la defensa de los intereses de esta tierra. Con respeto a todo y a todos, y con la libertad que corresponde a los votantes, faltaría más, me agradaría mucho que lograran un escaño, para ver, como mínimo, si hay vida al margen de la política que tanto ha humillado a la provincia. Y esto no son palabras, esta es ni más ni menos que la verdad al desnudo. Yo no estoy en campaña, pero tampoco voy a dejar que en algunos discursos mientan como bellacos y, repito, pretendan dar una imagen de Jaén que no se corresponde con la realidad.
De la vida ciudadana, la confirmación del nuevo sobresalto municipal. De aquellos polvos estos lodos. En su día el partido Jaén en Común, ya ausente del pleno, planteó batalla legal sobre el contrato de recogida de basura y limpieza viaria de la ciudad, aprobado en 2017, y cinco años después, la Justicia tarda pero llega, se tumba el acuerdo suscrito en la etapa del PP en el Consistorio. El litigio ha sido laborioso, tanto es así que el Tribunal Supremo ha confirmado los extremos de la sentencia del TSJA, con lo que al Ayuntamiento no le queda ya otra salida que una nueva licitación de este servicio tan básico para la ciudad. Hay que hacerlo sin demora porque la limpieza es el espejo de Jaén y, dicho sea de paso, por unas razones o por otras, también por la dejación de la ciudadanía, es manifiestamente mejorable.
Ya estamos en el inicio de la feria chica de Jaén, en honor a la Virgen de la Capilla, un paréntesis festivo, sobre todo en torno al hermoso y señorial barrio de San Ildefonso. Y cómo no mencionar a la réplica de la corrida del siglo, celebrada en junio de 1971, hace la friolera de 51 años. Solo que en aquella ocasión alternaban El Cordobés, El Viti y José Fuentes, y en esta corrida del siglo XXI del domingo día 12, la figura es un mito, el torero de Galapagar, José Tomás, que pocas horas después de anunciarse su vuelta a los ruedos ya puso el cartel de no hay billetes, eso sí, tal vez los que menos presencien el festejo sean jienenses, y cómo, porque viene gente de todos los lugares, también del extranjero, se agotaron las plazas en los hoteles, las reservas en los restaurantes, en resumidas cuentas un día histórico para Jaén. Y está muy bien que en esta bella ciudad de luz, como dice nuestro himno, de vez en cuando se cuele una buena nueva de la que presumir, y pongamos a esta capital en el mapa. A triunfar, maestro. Y gracias por elegirnos.
Foto: José Tomás ha decidido reaparecer en Jaén y es una buena nueva para esta ciudad.