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LOS POLÍTICOS REACCIONAN, QUÉ REMEDIO. Una conclusión positiva, entre otras, que sacar de las movilizaciones en el sector del olivar el pasado 30 de enero, es que ha servido para ponerle las pilas a los políticos. Es una evidencia que la política, en general, me refiero sobre todo a la nacional, está pendiente y obsesiva, sobre todo con el tema catalán, y hay otras preocupaciones sociales que no digo que no se trabaje en ellas pero quedan en un segundo plano, exceptuando el primer Consejo de Ministros que trató de manera excepcional la subida de las pensiones para calmar el malestar de un colectivo muy amplio. Estos días hemos visto que no solo ha sido la provincia de Jaén sino que ha explotado el campo en toda España y el problema en la base es el mismo, el productor es el más perjudicado de una cadena en la que otros intermediarios son los que se llevan los beneficios.

Cuando digo que la cita del día 30 ha servido para movilizar a los políticos y a las administraciones, creo que todo el mundo lo ha visto, qué remedio. No hay responsable público que se precie que en estos días no se haya pronunciado de alguna manera en apoyo, en el caso que nos ocupa, al olivar y al aceite de Jaén. Hasta el mismo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que ha justificado la subida del paro en enero en la menor cosecha y en los bajos precios de nuestro oro líquido, ha tomado cartas en el asunto y ha demandado a la Unión Europea (UE) más fondos para la Política Agraria Común (PAC) al tiempo que ha iniciado reuniones con los responsables de las grandes superficies y de la industria agroalimentaria para reprochar el comportamiento en los precios a la baja del aceite de oliva, que tanto perjuicio causan al sector. No sabemos qué de positivo se sacará de esas conversaciones, pero por lo pronto los olivareros en particular y los agricultores en general, ya han logrado que los problemas del campo estén en la agenda del gobierno.

PLANAS, PLANO. No todo es optimismo, porque el ministro de Agricultura, Luis Planas, había convocado hoy a las organizaciones agrarias para analizar la situación, en la llamada Mesa del Aceite de Oliva, y no me sorprende en absoluto que hayan salido decepcionadas porque, según han explicado los responsables de COAG, UPA y ASAJA no hay nada nuevo. Han hablado, se han expuesto los puntos de vista y el diálogo siempre construye, de hecho el mismo día de las protestas el ministro Planas es lo que requería, pero a la hora de la verdad solo dialogando no se resuelven los problemas y para salir del actual atolladero del sector se entiende que hay medidas que necesariamente deben esperar, pero otras hay que adoptarlas con suma urgencia porque el olivar y el aceite están al límite. Creo haberlo dicho en otras ocasiones, el ministro Planas, es más bien “plano”, tiene experiencia en el cometido que desempeña, esto es obvio, pero no lo veo con la suficiente energía e iniciativa política para resolver una crisis tan grande, ni tampoco para pelear en las instancias europeas por reivindicar un mejor futuro para el aceite de oliva. Ya veremos los resultados con la PAC. Ojalá me equivoque, pero a fuer de sincero soy más bien pesimista.

De todas maneras ya que los agricultores y olivareros marcan la agenda, hay otros interlocutores políticos, económicos y sociales, que tienen voz en este complicado panorama en el que tanto pone en juego la provincia. Ya hemos hecho referencia al gobierno de la nación, que resulte o no provechosa su intervención, ya se ha empezado a ocupar. Ahora es de esperar que los parlamentarios jienenses en las Cámaras, tanto Congreso y Senado, hagan sus aportaciones y le demuestren a Jaén que están por la defensa de nuestros intereses. Igual ocurre en el Parlamento de Andalucía, donde hemos visto una valiosa aportación del diputado de Ciudadanos, Enrique Moreno, muy atento a los asuntos del campo jienense, y el propio presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha hecho una declaración de intenciones sobre los compromisos de la Junta, como también se ha expresado la consejera Carmen Crespo. Lo que tienen que entender todas las administraciones y todos los políticos, es que ya no es hora de marear la perdiz, sino de aflorar medidas y actuar sobre ellas, de la mano de quienes realmente conocen el diagnóstico y el tratamiento, que son las organizaciones agrarias. Sé que la salida es complicada porque los problemas se han ido agravando con el paso del tiempo, pero no se trata de un imposible si existe voluntad política y verdaderos deseos de marcar la agenda política para dar respuesta a una tierra, la nuestra de Jaén, que o sale de esta tesitura o se enfrenta a un verdadero desastre.

COMO SIEMPRE, LA DIPUTACIÓN. Los recientes datos sobre el paro registrado en el mes de enero nos han puesto frente a una coyuntura muy complicada. En estos días hemos leído y escuchado declaraciones de distinto calibre, algunas particularmente suaves tratando de buscar justificaciones razonables a un auténtico drama. Y a grandes males solo se le pueden contraponer grandes remedios. A la espera de que con los datos del desempleo las diferentes administraciones actúen en consecuencia y demuestren con hechos su compromiso con el territorio, a la espera también de que los políticos de todos los partidos arrimen el hombro ante este panorama, hay ya una administración, que es como siempre la Diputación Provincial de Jaén, que da ejemplo dedicando parte importante de sus recursos, veinte millones de euros, en un plan para generar empleo.

Esta iniciativa política del organismo supramunicipal se ha presentado hoy mismo por parte de su presidente, Francisco Reyes, acompañado por el diputado responsable del área, Luis Carmona. La realidad es que Diputación carece de competencias específicas en materia de empleo, tampoco las tiene en otros ámbitos, pero como administración cercana, ayuntamiento de ayuntamientos, no hace la política del avestruz, tan común entre responsables públicos, sino que en la medida de sus posibilidades, que tampoco son ilimitadas, afronta el problema y lo hace con decisión y con el firme propósito de que su plan sea útil para crear empleo, no tanto de paliarlo, que también, sino de generar puestos de trabajo que sean para quedarse. Si los gobiernos regional y estatal predican también con el ejemplo, no digo que vayamos a conseguir de golpe revertir la situación de Jaén, pero todo suma con tal de no cruzarse de brazos.

Más aún que los 20 millones a invertir este año son las 23 medidas que integran el plan, que marcan todos y cada uno de los objetivos para que esta iniciativa, para la que se ha requerido la opinión de empresarios y agentes económicos y sociales, resulte favorable en su conjunto y constituya un reclamo a los otros gobiernos para que se mojen. No es momento para discursos estériles, en situaciones de dificultad, como es el actual escenario del mercado de trabajo de la provincia, lo único que hay que hacer es fajarse, dar la cara y la talla. No le debo nada a Reyes, por eso puedo elogiar o criticar a placer, siempre desde mi particular punto de vista, que no es el de estar en posesión de la verdad absoluta, pero siempre digo y reitero, que lo único que me guía es soñar con un mejor horizonte para mi tierra. La Diputación, que seguro que puede y debe ser objeto de crítica en otros aspectos, es la única administración, la única, lo repito, que contra viento y marea actúa con decisión en favor del territorio, y no reconocerlo es negar la evidencia.

“JAÉN, MERECE MÁS”. Por último, a propósito de quién marca la agenda en Jaén, salvo excepciones, lamentablemente hay poco que agradecer a la política, ni tampoco a otros interlocutores sociales que deberían estar obligados a esa tarea. Desde hace más de dos años gran parte de la iniciativa hay que anotarla en el “haber” de la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”, gracias a la cual podremos tener una Inversión Territorial Integrada (ITI) y si se malograra por incumplimiento del gobierno estatal, espero y deseo que no, sería un hecho muy grave y tendría consecuencias. Esta misma plataforma es la que se ha reunido en estos días con el consejero de Hacienda andaluz, Juan Bravo, y, una vez más, simplemente porque se lo trabaja, lo que no hacen bastantes políticos que cobran por ello, ha planteado una serie de iniciativas para aplicar en la ciudad de Jaén como la de pedir que sea declarada Zona Franca. No sé si será posible o no, nunca debemos asociar a Jaén la palabra “imposible”, pero para mí como ciudadano ya me parece importante que haya personas en la sociedad civil que de manera altruista dediquen parte de su tiempo a buscar alternativas para que esta capital salga de su letargo. Felicito a esta plataforma porque desde hace tiempo marca la agenda, aunque no siempre le sea reconocido, porque los políticos además son celosos de las que entienden sus competencias y muchas veces ocurre que ni comen ni dejan comer.

Foto: Reunión esta mañana en el Ministerio de Agricultura de la llamada Mesa del Aceite de Oliva. 

 

 

 

 

 

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