MENOS HABITANTES.-Estos días se han ido publicando informaciones, basadas en los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se refleja claramente que ha habido una importante pérdida poblacional en la provincia mientras que en la capital la situación sigue estancada y a la baja. En concreto el responsable en Jaén del sindicato CCOO, ha señalado que en los últimos ocho años la provincia ha perdido casi 20.000 vecinos, añadiendo que el envejecimiento de la población supone el problema laboral, social, económico y político de mayor magnitud al que habrá que hacer frente en los próximos años, cuanto antes mejor. El mismo secretario general del sindicato, Francisco Cantero, pone de manifiesto una apreciación aún más preocupante y significativa, la de que Jaén es la provincia que sale peor parada en la comparación de los datos demográficos publicados. Por otro lado somos la provincia española con un menor porcentaje de población extranjera, un 2,53%, y la más envejecida. La provincia cuenta con 647.862 habitantes, de los que 327.000 son mujeres y 320.862 hombres.
La situación económica, es decir, la falta de perspectivas, y una crisis que por aquí al menos no acaba de desaparecer del todo, sigue haciendo que no se detenga el éxodo de los jóvenes hacia otras zonas con mejores perspectivas, incluso al extranjero. Este es el dramático panorama al que se enfrenta la provincia, una de las más castigadas por el paro, a pesar de la leve mejoría, pero es una realidad incontestable que el mercado de trabajo es muy pobre, y que las estadísticas nos siguen situando por detrás de la realidad poblacional de Andalucía y de España, que en ambos casos han tenido un significativo crecimiento. Según la citada organización sindical, la tasa que expresa la relación entre la cantidad de personas adultas mayores y la cantidad de niños y jóvenes, es de un 18,50%, en Jaén, frente al 16,30% de Andalucía, hecho que ofrece como lectura que queda seriamente condicionada la posibilidad de relevo generacional en el mercado laboral. Estos datos y otros que nos colocan en similares puestos ajenos al desarrollo, hacen afirmar a CCOO que “la crisis no es historia en Jaén”, aunque reconoce que sobran los cantos de sirena y las lecturas triunfalistas e interesadas, con lo que se llega a la conclusión de que “no se genera empleo de calidad, hay fuga de capital humano y las tasas de paro juvenil, mujeres y parados de larga duración son totalmente insostenibles y un verdadero drama”.
Por lo que se refiere a la ciudad de Jaén, en los últimos años se ha producido un estancamiento poblacional, que pensamos no es algo improvisado, sino que posiblemente sea la consecuencia de políticas en las que, por la ausencia de proyectos atractivos de nuevas zonas residenciales, los pueblos de los alrededores, como bien se conoce, fueron acogiendo a una parte de la población que aspiraba a vivir al menos en las proximidades de la capital. De aquellos polvos vienen estos lodos, el hecho cierto es que en el último año se ha producido una nueva bajada, el 0,64% exactamente, 2.132 habitantes, y ya estamos en los 114.658, cuando hace diez años el censo era de 116.790 jienenses. Hoy en la capital se cuenta con una población de mujeres de 59.499 y 55.159 son hombres.
Esta realidad debe seguir preocupando por lo que supone de síntoma de ausencia de Jaén como foco de atracción real. A pesar de ello no queremos ser pesimistas, todo lo contrario, pensamos que Jaén es una ciudad de futuro porque es un lugar ideal para vivir, abarcable, con la dimensión adecuada, sólo que hay que poner a disposición de quienes se quieran quedar en ella todas las condiciones que plantea el ciudadano más exigente y esta es una de las asignaturas que esperamos resuelva el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), pues entre las prioridades tiene que estar el asentamiento de la ciudad, el modelo exacto de lo que se pretende de ella, y para esto los políticos responsables no se pueden dormir en los laureles.
El descenso de población es un mal dato, toca espabilar. Y lo mismo cabe decir de la provincia, donde sólo hay cuatro municipios que incrementan su población, aunque sea levemente, son los casos de La Guardia, Los Villares, Iznatoraf y Villatorres. En el cómputo provincial hay una pérdida poblacional que se sitúa en 5.920 personas en el último censo, del total señalado respecto a los últimos ocho años.
LA GUARDIA, EL QUE MÁS CRECE Y EL MÁS RICO.-Hace poco se ha conocido también que el pueblo más rico de la provincia de Jaén sigue siendo La Guardia, a escasos kilómetros de la capital, gracias en gran medida a su importante núcleo residencial, donde viven durante todo el año, aunque se aumente la población en verano, cientos de familias que normalmente hacen vida laboral en la capital. El dato se corresponde con la estadística de declaraciones del IRPF por población, que es la primera vez este año que dio a conocer la Agencia Tributaria. El municipio de La Guardia aparece en el puesto 376 de toda España, con la cifra de 24.877 euros por habitante.
En el sentido contrario, el pueblo jienense más pobre es el de Huesa, con 11.332 euros por habitante y en el puesto 2.957. Hay que señalar que de los municipios con mayor renta de España sólo dos ciudades son capitales de provincia y se corresponden con Madrid (puesto 40) y Barcelona (47). Normalmente las localidades donde hay mayor riqueza concentrada se suele relacionar con núcleos residenciales acomodados y en los aledaños de municipios más poblados.
El caso de La Guardia es un buen ejemplo de ello. Hay que reconocerle el mérito a los ayuntamientos que en su día supieron actuar con la suficiente perspectiva política, económica y sobre todo urbanística, para atraer la atención y el interés de tantas familias que buscaban en la mayoría de los casos vivir cómodamente en un ambiente de tranquilidad, mientras que otros aprovecharon la feliz oportunidad para hacerse en este lugar, con eje sobre todo en la antigua carretera N-323, de una segunda vivienda. De la misma manera sucede con la zona de Entrecaminos, el complejo residencial cercano al Puente Jontoya.
El Ayuntamiento de La Guardia obtiene una buena recaudación cada año por los diferentes servicios que presta, y la queja es que no redunda en la mejora de las zonas comunes. Por ejemplo lleva años prometiendo la mejora, incluyendo la iluminación de la travesía de la carretera, con inclusión de zonas de ocio, así como el establecimiento de nuevas rotondas, compromisos que no se han llevado a cabo. No solo eso, una de las zonas más transitadas, cercana al restaurante Oliva Garden, por donde discurría el río y conservaba una abundante vegetación, se ha convertido ahora en un gran basurero, que es indigno para tantas familias como viven en este lugar y sus alrededores, pero es al tiempo la mayor expresión de la falta de interés y abandono que muestra el Ayuntamiento de La Guardia, que solo se interesa de las urbanizaciones de la carretera para las elecciones y, claro está, para cobrar todos los impuestos que le repercuten en su buena economía y el espléndido sueldo de un alcalde, del PP, que siempre ha estado considerado como uno de los mejores pagados de España.
De todas maneras el interés mostrado en su momento por el Ayuntamiento de La Guardia, que no vamos a discutir, que coincidió con el boom de la construcción y que hizo avanzar a un ritmo vertiginoso al municipio, por las razones que sea, que esta es otra cuestión, es directamente proporcional a la inacción que ha caracterizado en casi todas sus etapas al Consistorio de Jaén capital, que no supo o no pudo ver esta realidad y perdió una oportunidad de oro para poner a disposición de los jienenses que en ese momento querían invertir, terrenos suficientes en zonas atractivas para frenar el éxodo a otros lugares que supieron ‘vender’ sus recursos y hoy se mantienen en sus posiciones de privilegio. Lo peor del caso es que la capital no ha corregido esa deriva y esto no es más que otro factor que se suma a otros que retratan una posición que es todo lo que se quiera menos favorable.
SUSANA DÍAZ ‘PASA’ POR JAÉN.-Camino de la localidad de Bedmar, el pueblo de Francisco Reyes, donde esta noche es distinguida con el título de “Socialista 2016” por la agrupación local de esta localidad, que simboliza bastante bien la estrecha relación que mantiene con el jefe de los socialistas jienenses y presidente de la Diputación, la señora Susana Díaz, presidenta de la Junta, se ha detenido en la capital para inaugurar, por segunda vez, el Centro de Salud de Expansión Norte (Bulevar). Ha saludado al personal y ha recorrido las instalaciones, que por cierto todo el mundo subraya que son magníficas, se trata de una excelente infraestructura para un barrio con 25.000 habitantes, no hay que negarle reconocimiento a esta amplísima, moderna y bien equipada dotación sanitaria. Susana Díaz ha sido más comedida que los socialistas de la ciudad, que han arremetido contra el Ayuntamiento, por mucha razón que lleven con el tema de la calle Cataluña, pero tal vez no era hoy el día de hacer sangre, cuando la presidenta del ejecutivo andaluz ha estado más condescendiente. El PSOE jienense y sus representantes en este caso, en lugar de estar buscando la foto con su líder para hacer méritos podían haber estado pidiendo perdón a la ciudadanía porque es la única obra, junto al Museo Íbero, que la Junta puede vender en la ciudad durante varios años, razón por la cual no hay que abusar de la euforia.
No ha estado el alcalde Márquez, tampoco nos gusta que esto suceda, ni siquiera aunque tenga justificación, la primera autoridad local debe estar en una cita de estas características porque no pierde nada y en cambio sí puede ganar algo arrancando algún compromiso a la titular del gobierno de la comunidad autónoma. Pero, insisto, el PSOE ha aprovechado políticamente para malmeter con la calle, para criticar al alcalde…al tiempo que la señora Díaz, en buen tono, todo hay que decirlo, ha “tendido la mano” al Ayuntamiento, cosa distinta es que a la hora de la verdad esa mano esté o no, pero al menos lo ha dicho y no ha llegado a pedir disculpas a los jienenses pero sí ha reconocido que el parón en este centro se debió a la crisis económica, y ha aprovechado para hacer su discurso político, que si la sanidad es la joya de la corona, que nada va a cambiar en el Neveral, donde ha habido una reorganización, etc. Miembros de la plataforma de la sanidad la han recibido con sus protestas y abucheos, aunque ella no ha hecho ningún gesto por recibirlos y reunirse con ellos y enfrentarse a los problemas que en este momento existen en la sanidad de Jaén, incluida la situación en verano con cierre de camas, como todos los años, según acaba de denunciar el SATSE. En referencia al paro en Linares, ha abogado por “sensibilidad” y “arrimar el hombro” todos “para revertir lo antes posible” esta situación. Francamente no sé lo que ha querido decir con estas generalidades. Tampoco creo que le gusten mucho al alcalde de Linares.
Insisto para terminar, la ciudad de Jaén y sus autoridades municipales con el alcalde a la cabeza, no pueden perder ni una sola oportunidad para pedir, por tanto desaprovechar cualquier excusa, como la de hoy, me parece un grave error. Lo mismo que lo es que venga la presidenta y reduzca su presencia, insisto, de paso a un acto político, a inaugurar lo ya inaugurado, cuando ha podido aprovechar para atender otros temas de la larga lista de proyectos que aguardan a que la Junta tenga voluntad de llevarlos a cabo y de dar respuesta como corresponde en justicia a las necesidades de esta ciudad. Las administraciones locales y la autonómica están condenadas a entenderse, especialmente en el caso de Jaén donde el ámbito de dependencia es tan acusado con respecto al gobierno andaluz. Ya sabemos la trayectoria de la Junta para con la capital, pero al desinterés no se le puede responder con desplantes y enconos. Por el contrario hay que tender puentes, todos los que hagan falta, porque es la ciudad de Jaén la que espera. Y si un día viene la presidenta hay que ponerse delante de ella, aunque sea para decirle que tiene que venir otro día con más tiempo y dar la cara ante Jaén y los jienenses porque se vende muy caro la señora Susana Díaz.
LA “MARCA JAÉN”.-Cada vez que asistimos a algún debate sobre el futuro de las diputaciones nos da por temblar. En absoluto es por los condicionamientos políticos sino por una cuestión elemental de utilidad. Es posible que lo que está haciendo hoy la Diputación Provincial de Jaén, en algunos casos fruto de una labor de muchos años, podría plantearlo una institución que la sustituyera, pero mejor no entrar en supuestos, lo cierto es que nadie como el organismo provincial realiza una labor de promoción y difusión de la riqueza y los recursos para la economía, la cultura, el turismo y el buen nombre de Jaén, como el que realiza actualmente la Corporación provincial y que es una acción impulsada por sus últimos presidentes.
Desde este punto de vista la Diputación es un aliado de excepcional importancia para los intereses de la provincia.
Sin tratar de ser excesivamente minuciosos, porque la labor es aún más amplia, sí se puede afirmar con rotundidad que las corporaciones presididas sobre todo por Felipe López y Francisco Reyes, han hecho una labor considerable en favor de la “marca Jaén”. Recordemos hace ahora veinte años la creación del lema para la proyección turística de la provincia, el “Jaén, paraíso interior”, que se ha convertido en el slogan de referencia y que nos ha abierto muchas puertas.
Pero con el tiempo y con la suficiente visión para ir haciendo aportaciones en las distintas ferias y eventos de diversa naturaleza en las que representa a Jaén, ha ido sumando iniciativas a los recursos existentes. Ruta de los Castillos y Batallas; Oleoturismo y Jaén Selección, entre otras iniciativas novedosas para colocar en el lugar que corresponde a su excelencia a nuestro aceite de oliva virgen extra: el Viaje al Tiempo de los Iberos, en torno a nuestra riqueza arqueológica; Renacimiento del Sur y Vandelvira, para enfatizar la grandiosidad monumental; Degusta Jaén, como apoyo a los productos agroalimentarios de nuestro territorio; y junto a lo anterior, las actuaciones para engrandecer el hoy Centro Cultural Baños Árabes, que fue reconocido en su día por Europa Nostra; o el Premio Jaén de Piano, y su cada vez mayor prestigio internacional, sin olvidar la recuperación de legados como el de Miguel Hernández, por su vinculación a la provincia, del que ahora se conmemora el 75 aniversario de su muerte, o la programación de Jaén en julio, a punto de iniciarse, que pretende dinamizar la provincia en un mes en el que la competencia la tenemos en las playas y que ha conseguido citas de resonancia por la geografía provincial, incluida la capital, con las Noches de Palacio, Jaén a Escena y otras aportaciones relevantes en cantidad y en calidad. No es una relación pormenorizada, es simplemente una referencia, pero suficiente para hacerse a la idea de una implicación muy sólida con el territorio y todas sus grandes fortalezas.
No se le puede negar a la Diputación que cuando acude a cualquier evento ferial, dentro y fuera de España, en nombre de la provincia de Jaén, lo hace con toda la legitimidad, porque ha sido la primera institución en creerse las potencialidades y las ha puesto en el mejor de los escaparates. Gracias a este empeño de la “marca Jaén” la provincia es más conocida y su buen paño ya no está en el arca como ocurría hasta hace no mucho tiempo. A los jienense nos da motivos, entre tantos sinsabores, para valorar todo lo bueno que hay en nuestra tierra y, por supuesto, para levantarnos la autoestima y sentirnos orgullosos de lo que somos y de lo que tenemos.
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