La semana viene cargada de asuntos y en gran medida giran en torno a la política. Es normal porque tras las elecciones varias celebradas en los últimos meses hay unas obligaciones inmediatas que cumplir y no admiten demora. En el ámbito nacional es donde la situación se encuentra estancada porque la investidura de Pedro Sánchez está en el aire y no es descartable ninguna salida, ni siquiera una nueva cita con las urnas, aunque pudiera darse el caso de que llegáramos a un panorama político similar al que hoy tenemos. En realidad lo que parece lamentable es que unos por otros manden los intereses partidistas y no sea posible un entendimiento de cara a la gobernabilidad, de modo que urge modificar la ley electoral para que resuelvan las normas lo que no es capaz de hacer el diálogo y la negociación que siguen propiciando a día de hoy un callejón sin salida.
Menos mal que en Andalucía sí se pudo conformar un acuerdo entre PP y Ciudadanos, vigilados ambos por Vox, que aunque con algunas fricciones viene funcionando, hasta ahora, con cierta normalidad. Con respecto a los temas propiamente jienenses no estamos satisfechos con el tratamiento presupuestario ni con la solución para determinados proyectos que están en lista de espera, pero hay un compromiso con Jaén para que en el presupuesto de 2020, es decir, el próximo año, se empiecen a atender aspiraciones de la capital y de la provincia que desde la campaña electoral y mucho antes, ya tenían el compromiso expreso de Moreno Bonilla. De todas maneras el de hoy es un día importante en la relación institucional, por ahora impecable, entre Junta y Ayuntamiento, todo lo contrario de lo que ha venido ocurriendo durante muchos años que la vida política en la capital ha estado presidida por la confrontación permanente entre las dos instituciones que deberían estar obligadas a entenderse por el bien de Jaén. Por el momento se ha cambiado esa manera de actuar tan lesiva para nuestros intereses y esta tarde se reunían en San Telmo el presidente Moreno Bonilla y el alcalde de Jaén, Julio Millán.
El jefe del ejecutivo andaluz respondió con rapidez a la petición del regidor jienense para un encuentro y han tenido contacto en un clima de absoluta normalidad sin que afecte para nada que cada uno pertenezca a un partido diferente. Han hablado de varios asuntos pendientes de la larga lista de espera, y sobre todo del sistema tranviario, en el que el alcalde desea que se avance y se firme el convenio para que puedan empezar a contar los plazos para hacer posible cuanto antes la puesta en servicio del tranvía que sigue en cocheras desde el año 2011, cuando se efectuaron las pruebas que motivaron el cierre, lo recordarán, por una denuncia de la empresa de autobuses Castillo. El tranvía está el primero en la lista de las prioridades a negociar entre Ayuntamiento y Junta, y parece que ambos están por la labor, pero lo que hoy tenía que decidirse es cómo y cuándo.
Moreno Bonilla ha confirmado lo que ya anunció el consejero de Hacienda, Juan Bravo, que en los presupuestos de 2020 se contemplarán todas las partidas para la puesta en marcha del “eterno tranvía de Jaén”, para lo cual existe una clara “determinación de la Junta”, si bien ha añadido algo que hasta el momento desconocíamos, que el asunto “no está exento de ciertos problemas”, pero que pueden resolverse por la vía de la colaboración. Entre los temas abordados también ha figurado la rehabilitación del casco antiguo. El alcalde, Julio Millán, se ha mostrado satisfecho tras la reunión y hay que saludar que de pronto los responsables políticos que ahora nos gobiernan en Sevilla y en Jaén hayan decidido relacionarse con lealtad real en vez de mantener un clima de crispación del que los jienenses estábamos hartos. De hecho, Susana Díaz vino una vez al Ayuntamiento pero jamás recibió al alcalde de Jaén ni tampoco contestó a ninguna de las cartas, ni de Fernández de Moya ni de Márquez. Juzguen ustedes mismos.
Mañana, jueves, se constituye también la Diputación Provincial, en la que el ya veterano político de Bedmar, Francisco Reyes, va a asumir por tercera vez la presidencia con mayoría absoluta, al no tener ninguna respuesta su liderazgo. Va a gobernar con 16 diputados del grupo socialista, frente a 10 del PP y 1 de Ciudadanos. La Diputación de Jaén es una de las instituciones que desde hace muchos años viene funcionando con plena normalidad y una buena gestión económica que permite atender a la vez variados frentes. Siempre veo una dualidad en Francisco Reyes, como dos personas distintas aun siendo una sola, su puesto a nivel orgánico elegido por sus compañer@s como secretario provincial del PSOE, y la de su labor de presidente de la Diputación Provincial. La primera es un intangible, actúa sobre una estructura determinada y hay responsabilidades compartidas. Un partido es un aparato necesario para tener engrasada la maquinaria de la opción política de que se trate y debe funcionar como un reloj. El PSOE jienense lo es, sin ninguna duda, cosa distinta es que, por lo menos a mi modo de ver, el partido, que ha recibido el mayor caudal de votos de los jienenses de toda la provincia en la historia de la democracia, no le ha pagado a la sociedad jienense con la misma moneda y en la misma proporción, y de la forma en que podía hacerlo era desde un plano de mayor presión y exigencia a las administraciones, tanto a las regidas por socialistas como a las de otros partidos, pero en especial a las primeras, porque al menos públicamente lo ha hecho más y mejor a las no gobernadas por socialistas, el mensaje ha sido más nítido.
Cuestión diferente es el escenario de la gestión, aunque no se puede ir a la una sin la otra, Reyes como quienes le antecedieron, están ahí por ser miembros del PSOE y no por pertenecer al tercio familiar. La Diputación Provincial, ayuntamiento de ayuntamientos, no ha conocido más que presidentes y gobiernos del PSOE, y es un ejemplo a seguir, empezando por la responsabilidad en materia económica, todos los equipos han administrado los recursos sabiendo que hay que dar rentabilidad al dinero que es de todos y que éste no es ilimitado (Reyes dice que no tienen una máquina de hacer dinero como algunos puedan pensar), por tanto no han caído en el derroche y la huida hacia adelante con la actitud que sobre todo se ha visto en el Ayuntamiento de Jaén, de gastar hoy sin control para que mañana los que lleguen se encuentren la ciudad hipotecada casi de por vida.
En la Diputación se ha gestionado razonablemente bien, por esta razón incluso están aumentando su patrimonio, con los edificios de la Cámara de Comercio o el antiguo Banesto, y recientemente se han quedado con Geolit, que ignoro si es una ganga o una carga. Supongo que también hay aspectos mejorables, pero existe una cartera de actuaciones que muchos desconocen pero que está muy pegada a la realidad de Jaén, con sus pros y sus contras, y concretamente en el caso de los dos últimos presidentes, Felipe López y Francisco Reyes, han asumido el liderazgo de comandar la creación de instrumentos para hacer más visible a Jaén y la provincia. No han seguido la táctica del avestruz de esconderse ante la evidencia de los problemas, sobre todo el peso de Jaén en las estadísticas, por eso funciona el Consejo Económico y Social de la Provincia (CES provincial) y está a la cabeza Manuel Parras, uno de los imprescindibles, y por tal motivo hace 20 años se creó la Fundación “Estrategias para el Desarrollo de la Provincia de Jaén”.
¿Han resuelto estos instrumentos los problemas, algunos endémicos, de la provincia? En menor medida de lo deseable, pero al menos ha existido esa voluntad y además la Diputación es dueña de sus responsabilidades y normalmente las asume y las cumple, y cuenta con el buen funcionamiento de muchos ayuntamientos que están por la labor, pero la respuesta de las otras administraciones o de los impulsos de la propia iniciativa privada, no está en sus manos decidirla. En fin, de la Diputación se puede hacer crítica, por supuesto, pero su presupuesto, su nivel de competencias, los retos que ha asumido y su actuación permanente son un aval, pero insisto, por mucho que hace, la Diputación sola no puede cargar con un pesado lastre. De modo que ahora se abren unas expectativas de cuatro años para ver qué de nuevo puede aportar al progreso y desarrollo de la provincia.
Dejamos la Diputación que se pone en marcha y nos vamos al Ayuntamiento donde desde el 15 de junio, fecha de la toma de posesión, se vive una actividad frenética. Especialmente llamativa ha sido la convocatoria realizada por el alcalde socialista, Julio Millán, para que el domingo día 14, bien de mañana, se ponga en marcha una caravana de vehículos para reivindicar más trenes para la ciudad de Jaén y medidas para poner fin a su aislamiento ferroviario. Todos los grupos políticos representados en el Consistorio se han sumado a la iniciativa. También lo ha hecho la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”, aunque a cambio ha pedido que los políticos se apliquen en las acciones políticas, que es tanto como decir que dejen las movilizaciones para las plataformas y colectivos de la sociedad civil, ya que las hay y potentes. Igualmente se han sumado diferentes colectivos, como los taxistas. La marcha de vehículos que llegará a Santa Elena y que discurrirá por la autovía en una jornada especial de operación salida y retorno de vacaciones, será un toque de atención. Se va a enterar España de que Jaén pide trenes. Lo que ignoro es si alguien se va a dar por aludido porque tenemos a un gobierno en funciones que ahora tiene otras preocupaciones, la primera ver si le salen las cuentas para una investidura que de momento se presenta como improbable.
Permitan que les traslade mi pesimismo con los políticos, si el consenso en el Parlamento de Andalucía pidiendo que se recupere el Talgo aún no ha servido para nada, me temo que con la caravana puede ocurrir lo mismo. De todas maneras la limitación a cien vehículos para esta marcha, y ya apunté hace unos días, porque era previsible, que vendría el tío Paco con las rebajas, reduce considerablemente las expectativas, y gracias que no se ha suspendido. La limitación no sé si es por el pretexto de la operación de tráfico o porque a alguien le ha dado miedo a que llegara a desbordarse porque Jaén decidiera explotar.
El problema de Jaén es de tal magnitud que harían falta no 100 sino 10.000 vehículos para exteriorizar una protesta proporcionada. Dicho de otra forma, al final se va a quedar en un gesto más simbólico que otra cosa, una especie de paripé. Con esto no trato de restarle mérito a la iniciativa sino situarla en sus justos términos porque lo que hace días nació como un revulsivo al final desemboca en una protesta descafeinada. Dudo mucho que esto es lo que quisiera el alcalde cuando anunció su iniciativa a bombo y platillo. Si bien y recurriendo a nuestra sempiterna resignación, todo vale con tal de no bajar la guardia y defender con uñas y dientes, y con la misma unidad, ya está bien, trenes dignos. No queremos ser más que nadie, pero tampoco menos. Por cierto que aprovechando que de pronto a todos nos ha dado por subirnos al último tren, el secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, ha dicho hoy que cuando haya un nuevo gobierno en la nación, es decir, con tranquilidad, porque esto no va a ser inmediato, se solicitará una reunión inmediata con el nuevo ministro o ministra de Fomento “que permita acometer medidas a cortísimo plazo que reduzcan los tiempos de conexión del ferrocarril con Madrid y con Sevilla”, así como “estudiar nuevas conexiones ferroviarias con otros destinos”. Apunta Reyes lo de “nuevo” o “nueva” y está en lo cierto, así debiera ser, porque el hoy ministro en funciones Ábalos ha sido tan insensible como todos sus antecesores con el ferrocarril en Jaén, un ministro nefasto para nuestros intereses, que ni siquiera ha repuesto un Talgo demandado unánimemente por el Parlamento andaluz y que hace unos meses autorizó “in extremis” para apoyar la campaña electoral. Lo dicho, otro ministro que suma en la indiferencia y el maltrato a Jaén. A este le vamos a hablar de caravanas, ni caso…
Ya nos lo dijo Miguel Hernández, Jaén levántate brava, que es lo que por otro lado volvieron a hacer ayer los olivareros en el centro de Sevilla para defender los precios del aceite de oliva y el olivar tradicional. Sus protestas no han terminado, la siguiente parada del llamado ‘Espíritu de las Batallas’, será en Madrid y a continuación la cita llegará a Bruselas. Si no somos capaces de reclamar servicios e infraestructuras dignos y propios del siglo XXI, y por encima de todo nuestro oro líquido, ¿qué vamos a defender los jienenses?
Da alegría después de tanto tiempo en ‘stand by’ que el nuevo Ayuntamiento anuncie, por boca de su concejal de Cultura, José Manuel Higueras, en quien tenemos que poner mucha confianza en esta etapa, porque espero que no nos va a defraudar, que va a retomar el expediente para la declaración de nuestra Catedral como Patrimonio de la Humanidad, contando con el material que ha preparado la Universidad de los simposios celebrados en los últimos años, con la colaboración del anterior equipo de gobierno y su alcalde, Javier Márquez. Ahora se trata de documentar adecuadamente las conclusiones aportadas por expertos en relación con la influencia del modelo de la seo jienense en catedrales de América, que se ha considerado incuestionable. Buen inicio para volver a ilusionarnos en esta interesante aventura que sería un hecho de singular importancia para el monumento y por supuesto para Jaén. También se ha despejado cualquier duda, para quien la tuviera, respecto al Festival de Otoño, que este año celebrará su veinte aniversario, con novedades, y sobre todo con la idea de relanzarlo para que vuelva por sus fueros como en la especial brillantez de sus inicios.
Por último saludar que políticos jienenses al abandonar la que ha sido durante muchos años su actividad habitual, hayan decidido dedicarse a la creación literaria. Ha sido el caso de Cristóbal López Carvajal, que lo fue todo en el PSOE jienense durante una larga etapa y que dejó una buena herencia, sobre todo con la atención al patrimonio, al rehabilitar el San Juan de Dios, los Baños Árabes o el propio Palacio de la Diputación, entre otros. Hace poco presentaba en sociedad su novela de no ficción “Lirios marchitos”, y ahora está con otros proyectos literarios. En tanto que Mar Moreno, cuya carrera política también es bien conocida como varias veces consejera de la Junta y sobre todo la primera mujer en presidir el Parlamento de Andalucía, que anoche presentaba en el Colegio de Abogados de Jaén su segunda novela ”El día que nos obliguen a olvidar”. Siguen la estela de otros personajes que pasaron por la política y han desembocado en el mundo de las letras. En general la literatura le gana a la política, por lo menos en consideración. Les une el lenguaje. Me alegro de que disfruten del espíritu de la literatura que en palabras de Thomas Mann es el alma de la dignidad humana. Y ya lo apuntó el presidente Kennedy: “Si hubiera más políticos que supieran de poesía y más poetas que entendieran de literatura, el mundo sería un lugar un poco mejor”.
(Un resumen de este comentario ha sido emitido hoy en Jaén en la Onda, de Onda Cero Jaén)
Foto: Imagen del encuentro de esta tarde entre el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el alcalde de Jaén, Julio Millán.