Ya digo que este verano es bastante atípico por varios motivos, pero sobre todo por la pandemia que se resiste y que no presagia nada bueno, y ojalá me equivoque, pero de otra parte porque se acumulan los asuntos, algunos importantes, lo cual quiere decir que al menos por el momento las vacaciones tendrán que esperar. El tema central de este día ha sido el del autobús urbano, el pleno del Ayuntamiento ha dictaminado la nulidad definitiva del servicio de autobuses urbanos con la empresa Castillo, que lo ha venido prestando en los últimos sesenta años. Se ha llegado a este punto porque la relación legal no está suficientemente acreditada, el caso es que se convirtió en uno de los objetivos del mandato, nada más hacerse cargo el nuevo gobierno municipal de PSOE y Ciudadanos, y hoy ha culminado la primera parte del proceso, que ha sido laborioso. Solo los dos partidos que comparten el mando han votado favorablemente, el PP se ha abstenido y tanto Adelante Jaén como Vox han votado en contra.
El alcalde, Julio Millán, pletórico, ha señalado a este día como “histórico”, poder decir “¡Fuera Castillo!” cumple con los objetivos para deshacerse de un contrato “que nunca salió a licitación pública”. Tanto el regidor como su socia de gobierno, María Cantos, han apelado “al compromiso frente al conformismo”. Ahora saldrá a licitación el próximo contrato y mientras tanto parece que la opción es una fórmula provisional, que se entiende habrán de resolver con absoluta y total transparencia. El concejal del Grupo Popular, Javier Carazo, que además es un prestigioso profesional del Derecho, aconseja al alcalde que camine con pies de plomo en la resolución del contrato. Dice Millán que no han dejado de estar en contacto con la empresa, aunque su nivel de colaboración ha sido mínimo. Carazo llama a la prudencia, por un lado porque el gobierno local se ha guiado en parte por el informe del Consejo Consultivo de Andalucía, que en palabras del concejal del PP “no es infalible”, pero, además, como ya he señalado hace unos días, llama poderosamente la atención el mutismo público de la empresa Castillo, que tanta familiaridad tiene a la hora de acudir a las instancias judiciales, de ahí que Carazo demandara una negociación para evitar, en su caso, que la empresa pudiera solicitar y serle aceptada una indemnización por daños y perjuicios, y eso es lo que faltaba.
De hecho esta es la única reacción preocupante que considero, desde luego no entra en mi cabeza que Castillo acepte con resignación que el Ayuntamiento de Jaén le aparte del servicio del que ha sido dueño y señor en tanto tiempo. También ha habido en el ámbito político ocasión para el “y tú más”, porque el propio Javier Carazo, para tratar de eximir en lo posible a su grupo de los males de la era Castillo, ha recordado al PSOE que en sus etapas de gobierno, en 1971 y 1988, también le dio las bendiciones a la continuidad de la empresa. Por lo demás soy uno de los muchos jienenses que opino que el servicio del autobús urbano durante muchos años ha dejado bastante que desear. No ha sido un buen servicio ni su imagen tampoco le ha acompañado. No ha hecho nada Castillo en tantos años para ganarse el reconocimiento de Jaén y de los jienenses, y seguro que había muchas fórmulas de hacerlo, patrocinar eventos, publicitarse, aparecer como empresa socialmente responsable, qué sé yo. Es seguro que ellos tendrán su propia versión, pero cuando hay un amplio consenso en tono crítico es por algo. En consecuencia no cuestiono el fondo del asunto, me parece lógico que el Ayuntamiento defienda como dice los intereses de la ciudad y de los ciudadanos, que además son usuarios de un servicio. Mi única salvedad está en el procedimiento, en si puede derivar en una carga económica inasumible para el Consistorio. Pero un día histórico sí que lo es.
El otro asunto que me parece particularmente importante es la reacción de las plataformas ciudadanas de la provincia con respecto a la Inversión Territorial Integrada (ITI) en la parte que corresponde al Gobierno de la nación. Creo que es sabido que del importe total de 443 millones de euros de los que puede beneficiarse la provincia, 223 proceden de consignación de la Junta de Andalucía y 220 de la Administración central. Pues bien, por lo que respecta al compromiso andaluz ya se pusieron en marcha las mesas de participación y se van seleccionando proyectos, si bien hay muy escasa información al respecto, y en todo caso será Europa quien dé el visto bueno de acuerdo con sus requerimientos inversores. Esta parte da la impresión de que está operativa. Ahora bien, como hemos denunciado reiteradamente en los últimos meses, el Gobierno de Pedro Sánchez tendría que haber aprobado hace tiempo su aportación. Ni lo ha hecho ni nadie se lo ha demandado, siquiera sea por medio de iniciativa parlamentaria. Es un asunto grave, porque está en juego un puñado de millones muy necesario, más ahora, para combatir graves problemas de Jaén.
Las plataformas ciudadanas, que fueron las que con su inquietud constante despertaron a las administraciones del sueño y lograron ponerle las pilas respecto a la ITI, con Jaén Merece Más y Todos a una Por Linares de avanzadillas, siguen urgiendo respuestas, sobre todo de quien se supone que ha de tener un nivel de interlocución con el Gobierno de Sánchez, que no es otro que el presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes, que es a su vez secretario provincial del PSOE. No es comprensible que sigan pasando los meses y no se sepa nada de este asunto que es de total trascendencia, porque son 220 millones, es dinero de Jaén y nada más lógico que saber qué va a pasar con él, y qué dificulta que un Consejo de Ministros autorice de una vez por todas estos fondos con cargo a la ITI, que es verdad que no es la panacea, pero sí se trata de una tabla de salvación a la que en circunstancias tan difíciles tiene que aferrarse la provincia de Jaén, que, lamentablemente para nosotros que vivimos en ella, siempre está a la espera, como si estuviera mendigando cuando le asiste todo el derecho. De ahí que formule esta pregunta: ¿qué le pasa a Pedro Sánchez con la ITI de Jaén?
