A pesar de la situación en la que nos encontramos, y tras cubrirse el periodo del estado de alarma, la situación en general tiende a normalizarse, y con las precauciones que demandan las autoridades y aconseja el sentido común, porque la pandemia no ha desaparecido de nuestras vidas, qué más quisiéramos, la provincia ha empezado a recuperar su pulso habitual, al menos en la medida de lo posible. De lo primero que nos alegramos es de que la promoción de Jaén y la cultura se hayan puesto las pilas. Se han abierto al público las catedrales de Jaén y Baeza, en las que se toma la temperatura a la entrada a los visitantes; se han reanudado los itinerarios turísticos, empieza hoy mismo el cine de verano, aunque sea con menor dimensión no ha pasado desapercibido el Día del Lagarto, y ayuntamientos como el de Úbeda incluso se han atrevido a montar el Festival de Verano, con ese gran activo que es Diego Martínez, que es todo un crack, como ya demostró en Jaén al frente del Festival de Otoño, que con su gestión llegó al cénit de su esplendor.
Estamos en escenario de buenas nuevas. Es una gran noticia la recuperación de la titularidad del Castillo y poblado de Otiñar por parte de la ciudad y a nombre de su Ayuntamiento, aunque el pleito de 200 años es probable que no se haya acabado del todo. El Consistorio adelanta que actuará en el paraje de Los Cañones, otro lugar de la ciudad completamente abandonado, algo que no se entiende con una capital que tiene como el citado otros tesoros naturales. Hace unos días la plataforma Jaén Merece Más anunció que llevaría esta reivindicación ciudadana al Defensor del Pueblo, y le faltó tiempo al Ayuntamiento para apuntarse el tanto. Esto es lo que queremos, que se vaya patrimonializando Jaén y que rescatemos del olvido tantas señas de identidad como se han ido perdiendo con el tiempo. Ahora el Consistorio también demanda un parque natural en la Sierra Sur, a la que pertenece Jaén, pero no han tardado en salir voces discrepantes, parece que la iniciativa no tiene consenso.
En este momento tan especial se abren paso las oportunidades y ahí está la Diputación, con su labor insustituible, en favor de las grandes potencialidades de la provincia, ya sean los parques naturales, el patrimonio, el aceite, etc. Son momentos oportunos para promocionarse, ya hace tiempo que el paño no se vende en el arca. En estos días el organismo provincial, su área de Promoción y Turismo, de la que es responsable el diputado Francisco Javier Lozano, está presentando, en algunos casos con la presencia del propio presidente Francisco Reyes, la oferta de “Jaén, Paraíso Interior” como destino seguro, ya lo ha hecho en Sevilla, con gran éxito, ahora está en Córdoba, en la Plaza de las Tendillas, y la siguiente parada será la próxima semana en Málaga. Si hay algo que no admite duda es que nuestra provincia tiene una oferta extraordinaria, múltiple, variada, capaz de satisfacer todos los gustos de los visitantes. La Diputación mantiene abiertos varios programas, pero ahora se ha centrado en Andalucía al entender que por las actuales circunstancias es favorable el turismo de cercanía, el más próximo.
También ha lanzado recientemente un bono con 200 experiencias para viajeros alojados en establecimientos de Jaén, que es un acierto, y la Ruta de los Castillos y las Batallas la ha reforzado con doce nuevas actividades singulares dentro de la acción “A Jaén, a vivir experiencias”. De todas maneras la campaña que más nos gusta es la que directamente va dirigida a los propios jienenses para que conozcamos nuestros encantos: “A Jaén, tu paraíso”, una réplica de “A Jaén, al paraíso”. Un buen motivo en estas fechas, es la visita a las ciudades monumentales de Úbeda y Baeza que estos días celebran el XVII aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, y las dos están que se salen al valorar el resultado de lo que supuso la alta distinción. Para Jaén capital si llegara el galardón, sería el revulsivo que necesita para dar un salto y ponerse más y mejor en el sitio que le corresponde.
Por otro lado que el aceite de oliva sea tan protagonista en Jaén no debería de sorprendernos a estas alturas. A todas las acciones promocionales de nuestro AOVE que ha llevado a cabo la Diputación provincial, una labor que ha sido mimada en los últimos años, como sin duda se merece nuestra principal riqueza, se unió hace varios años una iniciativa muy ambiciosa y realmente excepcional como es la de enviar los aceites de oliva virgen extra de “Jaén Selección” a los mejores restaurantes del mundo de cara a difundir la calidad de nuestro oro líquido en la alta cocina, y que este año se concretan en 134 restaurantes con estrellas Michelín de 13 países europeos, limitación en este caso por razones obvias. Todos ellos recibirán en breve los aceites que ya han sido enviados junto a la información sobre sus propiedades para la cocina y la salud. Damos la enhorabuena por esta acción, también por supuesto a los responsables de las marcas, que hará posible que 1.100 botellas de aceite, en estuches especiales diseñados por el ilustrador Carlos Buendía, viajen hasta donde en teoría están las mejores cocinas europeas, para conquistarlas. Méritos sobran para colocar al aceite de oliva jienense en el mejor de los escaparates.
Y se acaba de presentar la memoria correspondiente al pasado año 2019 de la Fundación Caja Rural, que tanto ha contribuido durante sus años de existencia a favorecer el desarrollo social, cultural y formativo en su ámbito de influencia. Es digno de destacar que desde que fue creada, su atención preferente ha estado en las personas, ha invertido un buen puñado de millones en hacer realidad sus objetivos y ha demostrado con creces lo que se puede conseguir dando buena utilidad a los recursos económicos en centenares de atenciones, unas más grandes y otras más pequeñas, pero todas útiles, eficaces y rentables.
En definitiva, en estos años, desde 2007, que en parte coincidieron con la crisis en nuestro país y provincia, la Fundación ha sido providencial en todo este tiempo, porque incluso en los momentos más sensibles ha demostrado que ha habido manos tendidas para salvar tantos obstáculos, en este caso una entidad financiera que cuida los números, porque ellos son los que la hacen más sólida y potente para poder llegar a las personas, que encuentran en ella, por diversos caminos, apoyo y estímulo.
El gerente y alma máter de la Fundación, Luis Jesús García-Lomas Pousibet, ha señalado que en el ejercicio de 2019 la Fundación llegó a un total de 147.000 personas a través de las numerosas acciones dispuestas, contribuyendo de manera decidida al desarrollo social, cultural y económico de la provincia. Un cuadro de actividades que van desde la colaboración con festivales, edición de libros, presentación de obras en el espacio La Rural y asimismo restauración de cuadros, programación de conciertos, concesión de premios, organización de exposiciones, visitas guiadas, colaboración con instituciones culturales y actuaciones de apoyo a instituciones sociales y deportivas, a todo lo cual hay que añadir cursos, jornadas, divulgación, publicaciones y la atención especial para el programa de Olivarum, que es el nexo de unión con el mundo del olivar y del aceite.
García-Lomas Pousibet ha tenido palabras de reconocimiento y gratitud hacia los diferentes colectivos a través de los cuales pueden llegar a las personas, que son el centro de su interés, y de un modo muy especial las que necesitan de una mayor atención, como el mundo de la exclusión en cualquiera de sus facetas.
La Fundación, con todos sus logros y aportaciones está haciendo que Jaén siga creciendo porque su objetivo es prestar atención a las necesidades de colectivos y personas. En parte las líneas de actuación que se siguen son coincidentes con los objetivos apuntados en el II Plan Estratégico de la Provincia de Jaén, impulsando acciones culturales, sociales, científicas, etc. Detrás de cada euro invertido hay un esfuerzo de toda la entidad que apuesta por su tierra.