Al Ayuntamiento parece que le ha entrado la prisa con el tema de la peatonalización del centro. Llega tarde, muy tarde, este tipo de actuaciones están funcionando en todas las ciudades importantes de España, y más en los casos en los que hay conjuntos históricos importantes. Digo que le han entrado las prisas al Consistorio, pero dentro de la lentitud con la que por aquí suele funcionar la maquinaria, tranquilidad y buenos alimentos. Hablan de iniciar la experiencia por San Ildefonso.
Fue en el mandato de Carmen Peñalver cuando, se quiera o no, se tomó en serio la opción de peatonalizar, pero la respuesta fue rebelde por parte del Partido Popular, entonces en la oposición, y de colectivos comerciales, que todavía no se han puesto las pilas en el sentido de convencerse de que al comercio establecido se le ayuda más con unas calles peatonales atrayentes en lugar de vías de gran tránsito. Aún recordamos el día en que Fernández de Moya se colocó con todos sus concejales, en la cima del esperpento, en el inicio de La Carrera, para mostrar su contrariedad con la peatonalización de la céntrica calle. Todo un monumento a la ridiculez aparte de una agresión a la modernidad.
Parece mentira que algunos miembros de aquella Corporación fueran personas viajadas y que saben cómo se tratan los cascos antiguos en otras ciudades a las que simplemente deberíamos imitar. Ahora se va a dar el caso de que gente que hace unos años hicieron campaña contra la peatonalización se vean en la tesitura de liderar estas actuaciones, no sé si porque ya toca o porque se han convencido de que la imagen de La Carrera fue una metedura de pata provocada por la política de la soberbia, en vez de la cordura y el sentido común con el que se debe regir una ciudad para todos.
Hay que ponerse manos a la obra porque peatonalizar no es fácil, requiere sensibilidad y causar los menores perjuicios posibles a las zonas y sobre todo a los vecinos. Este trabajo ya debería estar hecho hace casi diez años. Pero esto ocurre en Jaén, la maldita manía de no pensar en los intereses de la ciudad y de los ciudadanos y estar sometidos a la dictadura de los partidos o, lo que es peor, los caprichos de sus jefes. De esta manera no es muy complicado llegar a la explicación del motivo por el que no avanzamos.
La cantera: pelea con la Junta
Algo, qué digo algo, muchísimo, ha conseguido la movilización popular sobre el Cerro de las Canteras en la Fuente de la Peña. El Ayuntamiento se sacó un as de la manga en el último pleno presentándose como el primer defensor del respeto a los valores de la zona. Le ha costado un nuevo enfrentamiento con la Junta, porque aunque ha habido cambios y todo lo que sabemos, y la visita de la presidenta, y todo lo demás, aquí no se mueve un papel en el que intervengan las dos partes, que no se haga con el enfrentamiento, al principio se instauró una vía del diálogo, pero salvo algunas excepciones, que confirmarían la regla, las espadas siguen en alto, da igual que sea para el Palacio de Deportes, para la cantera dichosa, el tranvía a ninguna parte, para el centro de salud de Expansión Norte, y un largo etcétera. No es entendible esta actitud y menos que se mantenga en el tiempo, y no lo es, en especial ahora, por el propio talante del alcalde.
Ojo que no digo que el Ayuntamiento sea el culpable, la Junta es como un muro infranqueable que siempre tiene el no por delante, por lo menos cuando se trata de la ciudad de Jaén. Pero el alcalde parecía que iba a tender puentes, y lo que no sé bien es si se ha cansado o en los últimos meses se ha dejado influenciar por su antecesor y poco a poco le va siguiendo la senda. Dos no se pelean cuando uno no quiere, la Junta es insensible no, lo siguiente, pero el Ayuntamiento en declaraciones, mociones, etc., le sigue el juego con la intención de ganarle el pulso, y esto lo hacen a la vista de los jienenses. Entenderán el hartazgo y que se justifique el nacimiento de una gran plataforma ciudadana, “Jaén merece más” o que los colectivos que se han quejado de la actividad en la cantera hayan iniciado una recogida de firmas para imponer la voluntad popular ante unas administraciones que no saben o no quieren dialogar y que cada tema lo convierten en un conflicto. Esto ocurre cuando los políticos en vez de ser solución son el problema.
Y con la Diputación, igual
Otro mal síntoma de las relaciones del municipio con las otras administraciones es la que mantiene con la Diputación Provincial, donde se ha ido de más a menos. El presidente Reyes acudió a la toma de posesión de Javier Márquez, con esto está dicho todo respecto a la voluntad que se expresaba. Después han tenido contactos y han celebrado juntos las noches de la iluminación navideña. Pero me temo que de nuevo los intereses políticos se oponen a que esta relación sea personalmente buena y de lealtad institucional más que aceptable, porque esto sería un beneficio para Jaén. El organismo provincial ha hecho muchas cosas en la ciudad en un clima de colaboración, pero cuando no existe, pueden entenderse los recelos. El Ayuntamiento se ha negado a confiarle el cobro de multas, se ha negado con la recogida de basura, en este tipo de cosas donde casi el cien por cien de los ayuntamientos cuentan con la Corporación provincial, el Consistorio de Jaén sigue en retirada y luego le reclama ayuda.
No defiendo a la Diputación, pero son actitudes distintas, y en este caso también es fácil advertir que Márquez, porque lo contrario me costaría trabajo pensarlo, está influido por la política, aunque él no sea muy político.
Creo que uno de los reproches que se le pueden hacer al alcalde, y reconozco que es una persona con la que no me gusta meterme porque es un buen tipo y no le vamos a negar que quiere a Jaén, es no haber roto, educada pero radicalmente, con los vicios del pasado, con un Fernández de Moya que desde la presidencia provincial quiere seguir siendo alcalde en la sombra, algo que no se le debe consentir y que perjudica a la imagen del actual regidor. Fernández de Moya utiliza su poder, en el Ayuntamiento y en la Diputación, para la política del PP, está claro que su papel es de oposición y debe hacerla de manera contundente, pero también debe serle rentable desde el punto de vista de los intereses de Jaén. Con esto consiguen que los socialistas, a través del grupo municipal, hagan lo propio, una oposición a veces dura y buscando el encontronazo, y el espectáculo que se está dando no es nada edificante. El tema urgente del Palacio de Deportes es un ejemplo de lo que no debe ocurrir jamás, menos mal que hoy el presidente de la Diputación ha dado una salida y de paso ha resuelto un problema. Siempre hemos defendido que la Diputación tenía que implicarse en este proyecto, aunque es lógico también que solicitara contraprestaciones porque el organismo provincial lo que hace es gestionar unos recursos y unos intereses para el conjunto de la provincia.
A la espera del presupuesto
¿Tendremos presupuesto en este mes de marzo? Parece que es el compromiso. Por fin, después de muchos anuncios y plazos incumplidos, el concejal de Hacienda se ve que ha podido cuadrar las cuentas, que ya se sabe cómo se hacen estas cosas, porque lo hace el PP y lo hicieron sus antecesores, y es cocinando las cifras y metiendo partidas con calzador a sabiendas de que son un espejismo. La verdadera piedra de toque será el informe que emitan los técnicos del Ministerio de Hacienda, que está a la espera, y que marcará el rumbo de las cifras. Si Hacienda dice que sí y le da el plácet se pondrá en marcha a pesar de todos los reparos que pueda haber y es de esperar que el alcalde tendrá apoyo en algunos de los no adscritos, cuenten con ello. El equipo de gobierno para adelantar le ha presentado el documento al CES local, pero la tarea de este órgano consultivo no creo que pueda ser todo lo completo que debiera si no tiene los criterios del Ministerio. Las cosas conviene hacerlas bien, no se trata solo de cubrir un trámite sino de alumbrar un documento de expertos que dé luz en esta noche oscura de la ruina municipal.
A todo esto le ha llegado al Ayuntamiento dinero fresquito, un desahogo aunque durará poco, los 13,5 millones de euros solicitados como adelanto por las aportaciones del PIE. Al Consistorio le viene muy bien porque le da seguridad aunque sea momentánea, donde no hay cualquier ayuda es bienvenida, aunque como en este caso se trata de pan para hoy y hambre para mañana.
¿Cómo cae “Jaén merece más”?
Mucha gente se pregunta, a raíz del nacimiento de la plataforma ciudadana “Jaén merece más” cómo ha sentado entre las administraciones y los políticos, acostumbrados hace cuatro días a que Jaén no se queja de nada, lo compra todo, y todo le viene bien. No creo que reciban este alumbramiento con excesivo entusiasmo, al poder le ha gustado siempre, y en Jaén en más que ningún otro sitio, ejercer un control sobre las cosas. De hecho curiosamente algunos colectivos se han desentendido de la iniciativa, pienso honestamente que por temor a ser considerados rebeldes y contestatarios. Tiene que haber gente para todo y desde luego están en su derecho.
Creo que el principal reto con el que nace la plataforma, y reconozco que no es fácil en función de su número de integrantes y de su heterogeneidad, es ganarse el respeto y la legitimidad de la sociedad y de las administraciones a las que van a dirigirse. Las formas son muy importantes. Y no deben perderse, hay que dialogar hasta la extenuación para conseguir lo que la ciudad se merece, con un sentido de la responsabilidad y de la proporción, sin abdicar a nada pero estableciendo prioridades y marcando una clara hoja de ruta. Estoy deseando que este nuevo agente que se incorpora a la vida de Jaén consiga sus objetivos y que apoyemos en la medida de lo posible, porque al final todos seguimos ganando. Si esta aventura fracasa habremos fracasado toda la sociedad, y no podemos permitirnos esta derrota, Jaén no la merece. Vamos!!!
Además…
Finalmente señalar que el grupo de Jaén en Común (JeC) ha hecho un balance bastante pesimista del primer año del PGOU para la ciudad. A lo mejor hay quien lo tacha de alarmista, desde luego no voy a ser yo, porque efectivamente el año ha pasado sin pena ni gloria. El Ayuntamiento, especialmente el alcalde, que es el padre de la criatura, nos había hecho concebir esperanzas en que el Plan venía a redimir a Jaén, pero ni el Jaén Plaza está ni se le espera ni otros proyectos han empezado a cuajar. Así que la crítica es razonable.
Y un lamento para finalizar. El Ayuntamiento de Jaén no ha organizado acto alguno con cierta solera para celebrar el Día de Andalucía. Luego nos quejamos de que el 28F es el día de la Junta y no sé qué más. Andalucía no es patrimonio exclusivo de nadie, es de todos. Y algunos deberían tomárselo en serio. Espero que algún día gobierne el PP en la comunidad para que se animen.
Foto: La Carrera, el primer intento serio de peatonalización.