Por ANTONIO GARRIDO / Bendita agua, los campos estaban sedientos y esta lluvia del cielo paliará al menos en parte los malos pronósticos de la cosecha de aceituna. Dentro de lo malo, un rayo de esperanza. Eso, que no nos falte la esperanza, hay que aferrarse a ella. Hoy también toca hablar de los políticos, casi de todos, porque todos están elevando el tono, por razones distintas, pero hay una especie de suficiencia, por ser políticamente correcto, y transmiten la impresión general de que estamos en jauja, ellos y sus periferias, que no sé bien dónde hay más peligro a la hora de tratar de meternos por los ojos la realidad que por todos los medios pretenden transmitir. Voy al grano. Por un lado mañana parece que está previsto que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía apruebe los presupuestos para 2024, que ya señalé hace unas fechas que estaban al caer. En la presentación del proyecto editorial del Grupo Joly, un diario digital al que felicitamos por lo que viene a representar en el panorama de la comunicación en Jaén, el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, y no es la primera vez que lo dice, de hecho lo están repitiendo como un mantra los responsables de la Junta y los del partido que lo sustenta, en las últimas semanas, Jaén está de moda y se jacta de que vienen consejeros y él mismo, todas las semanas. No le quiero enmendar la plaza al veterano político que tiene acumulada experiencia para sabérselas todas, pero no basta con celebrar eventos de cierta relevancia en Jaén y la provincia, que por supuesto hay que considerar en lo que valen, pero lo que aguardamos es tener conocimiento de la parte de la tarta que corresponde a la provincia de Jaén en las cuentas andaluzas. Ya saben el dicho popular: don sin din…
Estos últimos días ya nos han dado algunas pistas, pero no sé bien si son indicativas de avances de relevancia o de hacernos comulgar con ruedas de molino, es decir, conformarnos en que todo va a llegar para que anestesiemos nuestra sempiterna espera. Ha vuelto el consejero Nieto y dice que ya se ha pasado el tiempo de dar largas al proyecto de la Ciudad de la Justicia, porque está en marcha el plan de viabilidad. Es poco convincente todavía, aunque reconozco que ha sido el consejero más valiente respecto a la aspiración jienense, también es de los más políticos, ahora al menos se le ve color, aunque, perdonen la insistencia, todavía no me lo creo. Y si tengo alguna confianza es porque el delegado de esa Consejería es Javier Carazo, que fue cocinero antes que fraile, decano del Colegio de Abogados y por supuesto letrado en ejercicio, y uno de los que clamaron, junto al resto de sus compañeros homólogos, que hicieron la misma función. Si Jaén está de moda, y no me importaría que la pongan, porque es de estricta justicia, lo veremos con las partidas que nos asignan. Espero que este año, como el anterior, no se salgan por los Cerros de Úbeda y nos den gato por liebre, porque en 2022 la justificación es que éramos la provincia con más inversión por habitante. Digan lo que digan, ha sido un año en el que la Junta se ha volcado escasamente con Jaén, mucho ruido y pocas nueces. Pues ahora, para más inri, hay firmado un Acuerdo por Jaén, en el Ayuntamiento, que les obliga como administración autonómica a requerimiento del gobierno local, formado por Partido Popular y Jaén Merece Más. Se entiende, esto también hay que decirlo, que la cantidad de proyectos en lista de espera que dejó el PSOE, por mucho que ahora trate de poner el sello socialista a todo lo que se anunció durante su etapa, no se puede sacar adelante en un año, ni en dos. Pero sí puede percibirse la voluntad política y la única manera es con cifras contantes y sonantes, lo demás pura propaganda. Es curiosa la exageración en que en la mayoría de las formaciones han caído en materia de imagen. Están desbocados, sálvese quien pueda, esto jamás se ha visto, deben ser los tiempos.
Si en la Junta están en un periodo pletórico, porque tienen al partido unido en Jaén en torno a su presidente, Erik Domínguez, y hacen piña, con su gobierno andaluz a muerte, tanto la formación política como el grupo del Ayuntamiento, con el alcalde, Agustín González, a la cabeza, de hecho son los mejores relaciones públicas con que cuenta Juanma Moreno en el territorio, tierra amiga, zona nacional, en el PSOE ocurre lo mismo solo que cada cual arrima el ascua a su sardina. Reyes y su gente, bien avenidos o lo parece, van de campaña en campaña contra la política de la Junta con Jaén y en cambio han encontrado la salida del túnel en el que se encontraban con el Cetedex, razón para dar la cara por Pedro Sánchez, faltaría más, todos a coro a votar al secretario general para que renueve la Presidencia del Gobierno, a costa de lo que sea. Volviendo al Cetedex, fue la Diputación la que salió en su día a rescatar al Ayuntamiento en ruinas para que se implicara en el proyecto y por su parte mañana aprueba una primera partida de 13 millones de euros para la expropiación de los terrenos para instalar el centro de pruebas iniciales del Centro de Experimentación y Desarrollo Tecnológico. Nadie le puede negar implicación, aunque no figure entre sus competencias, claro que no seré yo el que le critique por coadyuvar al despegue de la capital y de la provincia.
En el PSOE se masca también la euforia, el discurso oficial consiste en aprovechar que el Guadalquivir pasa por la provincia para ensalzar las grandes oportunidades. Esto es cierto, que conste que no le quito la razón, esta provincia tiene un potencial enorme, pero hay demasiado empalago en los alegatos repetitivos, y creo que lo que los jienenses nos merecemos es que todos pasen de las palabras a los hechos. Convenimos que Jaén no es lo que era hace dos décadas, por acotar el tiempo, pero las rémoras que pesan sobre esta tierra son algunas de ellas muy graves y de las que duelen, empezando por las comunicaciones y sobre todo el tren, pero no solo eso. Es indignante que cuando se habla de la afrenta a Jaén en materia ferroviaria se saque a relucir el famoso informe del CES Provincial de 2017 que en principio convinimos que era una buena hoja de ruta, solo que han pasado más de seis años y nadie le ha hecho el menor caso, no ha sido vinculante para las administraciones competentes como en principio quisimos entender. De modo que estoy de acuerdo en no caer en el victimismo, pero tampoco en ese entusiasmo casi enfermizo que tantas veces parece más un deseo complaciente que una realidad.
Luego está Jaén Merece Más, que parece haber entrado en la senda de aquellos a los que criticó, mismo modus operandi, también la obsesión por la imagen, que es el padrenuestro de cada día. Ya están en política y no cabe mirar hacia atrás, pero personalmente prefería a la Plataforma Ciudadana y desde luego siempre creí que más que estar en el gobierno su objetivo debió ser en todo caso apoyar la investidura de alguno de los partidos y sí, firmar un documento para apoyar, pero sin implicarse en la acción de gobierno. Creo que pactaron con PP por la confianza en que Feijóo sería presidente y los astros iban a estar alineados, unas veces se gana y otras veces se aprende. Por cierto ese era también el criterio inicial del hoy portavoz Manuel Carlos Vallejo, papel vigilante sin responsabilidades, hoy está como un marajá, es lo que tiene la erótica del poder. Jaén Merece Más, partido provincialista, publica en las redes sociales todas las noticias en positivo para la ciudad y la provincia, dando a entender que Jaén se mueve gracias a su impulso, y esto puede dar lugar a error, porque hay actuaciones que vienen de la Junta y aunque estuvieran entre las cien medidas van avanzando por la vía natural. Ya sé que tienen prisa por demostrar que están ahí para algo, y creo que se nota, lo ilógico sería que no ocurriera, pero no hay lugar para la complacencia. Este fin de semana he escuchado la muy buena entrevista del compañero Raúl Beltrán, en ExtraJaén al portavoz de Jaén Merece Más, Manuel Carlos Vallejo, y he tenido la sensación de que se trata o va camino de ello, de otro verso suelto.
Conste que le he escuchado algunas intervenciones en la campaña y después, incluso en el pleno del pasado viernes, verdaderamente razonables y dignas de ser compartidas, pero a veces, como en esa entrevista, lo encuentro irreconocible, difuso, por ejemplo insistiendo en el argumento de qué más da que el tranvía esté en 2024 o en 2025, no veo su carácter reivindicativo exigente, ni creo que agrade a sus votantes. No tengo todavía cerrada la opinión, pero sí puedo adelantar que no lo observo en el papel que al menos en mi criterio le corresponde, que sería el de llevar el timón del grupo y liderar las relaciones con el del PP y con el alcalde, lógicamente, pero sin parecer un apéndice. Son dos grupos diferentes, con proyectos distintos aunque en ocasiones converjan. Nunca he tenido mucha fe en las coaliciones, si no la hacen a la entrada la hacen a la salida, la vida municipal tiene algunos ejemplos que hemos conocido bien. Es cierto que a Jaén Merece Más se le exige más que a otros, en función de que para parte del electorado se presentaba como un revulsivo y ya era complicado pactar hacia un lado u otro, pero si no acierta a saber cuál es su papel acabará engullido por un PP con mucha fuerza en Andalucía y en Jaén, que no se inmuta ni ante los graves problemas en distintos sectores como la sanidad, ciertamente que ayudados por una sociedad que se queja mucho pero se compromete poco. En la manifestación del domingo reivindicando mejoras en la sanidad, debería haber estado Jaén Merece Más, esa era su fortaleza, estar con la ciudad, con la gente, en vez de luchar por empoderarse. Conste que conozco bien a Juanma Camacho y sé los años que lleva de trabajo en la defensa de una ciudad mejor y por ello siempre lo voy a tener en cuenta. El problema está en acertar y en asumir que cuando entras en política ya estás en el escaparate. Mi pronóstico, aunque nadie me haya pedido mi opinión y sea muy madrugador en exponerla, es que en este momento soy pesimista en torno a esa relación. Tampoco descarto que llueva sobre mojado.
Foto: Antonio Sanz, con el alcalde, Agustín González, en una visita del consejero al Ayuntamiento.