En los últimos meses se está empezando a hablar de la próxima Política Agraria Común (PAC) más allá de 2020, que aunque parece algo lejana está a la vuelta de la esquina y el debate por la dimensión europea que tiene necesita tiempo, cientos de reuniones, estudios, etc. Ya se están fijando las primeras posiciones. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ha manifestado no hace mucho que el Ministerio del que es titular, se propone defender una PAC fuerte y pagos directos como apoyo a las rentas. El sector y las comunidades autónomas, entre ellas la andaluza, ya están fijando sus posiciones iniciales, sobre todo para tratar de evitar algunos perjuicios que se han ocasionado en el caso de la provincia de Jaén con la actual PAC, con unas pérdidas calculadas en 272 millones de euros.
Ha sido muy provechosa en los últimos días la reunión celebrada en la Diputación por el Consejo Provincial del Aceite de Oliva, del que forman parte todas las organizaciones relacionadas con el sector, pero lo realmente destacable es que ha habido un acuerdo, que podemos considerar de vital importancia, de manera que la provincia adopte una posición de cara a la PAC de 2020, que por el momento viene con rebajas, en principio se calcula que por ahora sería de alrededor de un 16%. Esto ha movido al presidente de la Diputación, Francisco Reyes, a señalar que preocupan los datos que por el momento se barajan y que hacen saltar las alarmas en el territorio provincial, donde ya llueve sobre mojado con los 272 millones perdidos en la PAC que se encuentra actualmente en vigor. La posición de este Consejo, defendida por sus portavoces, es que el territorio jienense ya sufrió esta importante agresión, y no está dispuesto a permitir de nuevo que se repita esta afrenta, es decir, luchará no sólo porque no se recorten los fondos, sino porque se recuperen derechos que se perdieron en la PAC vigente..
En esta misma reunión el consejero de Agricultura de la Junta, Rodrigo Sánchez Haro, defendió que el gobierno andaluz no admite recortes, y expresará su más rotunda negativa, por el contrario la Junta reclama unas mayores ayudas comunitarias para el olivar, para garantizar su mantenimiento y progreso sostenible. A pesar de los malos augurios, el consejero cree que las características de la agricultura jienense la sitúan en buena posición en la próxima Política Agrícola Común de aplicación desde 2021 a 2027. Actualmente, y a pesar de las reducciones, a Andalucía y a Jaén vienen cada año muchos millones, y como señala Juan Luis Ávila, de COAG, es de justicia mantener este nivel de ayuda que Jaén aportó a la PAC nacional, por esta razón ha propuesto la constitución de la mesa del olivar, para tratar de conseguir los mismos beneficios que se obtuvieron en el año 1998 con esta iniciativa, y al tiempo considera imprescindible la unidad en las negociaciones de la PAC, por encima de las siglas, para que no se vea perjudicado el nivel de las ayudas y, en consecuencia los intereses de los agricultores y ganaderos jienenses.
JUEGOS FLORALES
Lo cierto es que esta provincia siempre se juega no mucho, sino muchísimo, con la reforma de la Política Agraria Común (PAC), porque tiene, a Dios gracias, una gran riqueza olivarera. Por eso tiene tanta importancia que las organizaciones agrarias y las administraciones lleguen a un consenso puesto que estamos hablando de algo con lo que no se puede jugar, las cosas de comer, y por desgracia los principales partidos lo han convertido en otro foco más de enfrentamiento. Ya empezarán sus juegos florales.
El PP, sin ningún tipo de rubor, volverá a definirse como “el partido del campo y del olivar”, frase que creo que acuñó Fernández de Moya y se ha repetido hasta la saciedad porque las frases, aunque no sean verdad, de tanto airearse se pretende que sean asumidas como ciertas. El senador Gabino Puche también ha salido alguna vez a la palestra para señalar que “el PSOE jamás ha hecho nada por el olivar” y le recuerda a los socialistas cuando votaron, hace años, a favor de la tasa plana, que según el senador era letal para los intereses de Jaén. Además coloca en el haber del PP la prórroga de la reforma de la PAC, la rebaja de las peonadas, la activación del almacenamiento privado, la rebaja fiscal para los olivareros y el aumento de los fondos del PER. Por sumar que no quede. ¿Cuál será esta vez la postura del Gobierno y del PP? Esta vez lo tiene complicado si la alternativa es la unidad y el consenso.
Los socialistas, por su parte, esta vez en boca de su portavoz en esta materia, Elena Víboras, anuncia que “defenderá con uñas y dientes” los intereses del sector del olivar, pero hace un añadido, especialmente “de los pequeños y medianos agricultores” de cara a la PAC de 2020. Los socialistas se creen en disposición de liderar el frente político en defensa del olivar de la provincia y de manera singular de los más de 83.000 pequeños y medianos olivareros que no pueden permitirse el lujo de seguir perdiendo renta. El PSOE aboga por una revisión, por entender que no es de recibo que el 1,3% de los beneficios de los pagos directos de la PAC en España reciban el 23% de las ayudas. En resumen los socialistas lo que quieren es que la PAC siga siendo un elemento fundamental de cohesión, vital para la provincia. El discurso es el mismo del Consejo Provincial del Aceite de Oliva, por tanto la pelea entre partidos, si todo va como hasta ahora, dejaría de tener sentido y el PP podría quedar retratado si no se suma al clamor unánime provincial.
Hasta ahora de nada habían servido las advertencias de una necesaria unidad para defender el pan de Jaén. Si las fuerzas políticas, las administraciones, los agentes sociales y por supuesto las organizaciones agrarias, no están unidas para luchar por el futuro del olivar, ¿para qué van a hacerlo? Es la hora de empezar a exigir alto y claro, con tiempo, a los gobiernos, que en una situación en la que lamentablemente las ayudas siguen siendo necesarias, Jaén rechaza limosnas, para exigir una reforma que haga compatible el futuro del aceite y el de la gente que vive de él, y, sobre todo, donde no se pierda dinero como con esta actual PAC, 272 millones de euros, que le pertenecen a Jaén y que se han esfumado sin que los responsables hayan actuado con firmeza para impedirlo. Lo reitero por si acaso y lamento que esta provincia haya dado la penosa situación de falta de unidad y de defensa a ultranza de sus intereses, que lo son de todos los jienenses. A lo mejor se ha aprendido de los errores.
PREPARARSE PARA CUANDO NO HAYA SUBVENCIONES
Por último, para ser realistas y no obviar una evidencia, la de que Europa parece que va camino de ir suprimiendo lentamente este tipo de ayudas, de hecho para la próxima PAC plantea una reducción del 16%, otra cosa es si va a prosperar o no, pero de ser cierto estaríamos hablando de recortes para todos y de una tendencia. Ya sé que en este momento hay que ser sensibles con respecto a la PAC, aunque las ayudas comunitarias siguen siendo un mal instrumento porque no se dedican a lo que deberían dirigirse, a hacer que los olivareros se queden en su territorio y subsistan las pequeñas y medianas explotaciones, por el contrario la mayoría de los recursos van a las cuentas de grandes propietarios.
Insisto en que mientras llegue, hay que defender ese dinero que viene muy bien a la provincia, estamos hablando de alrededor de 400 millones de euros en cada campaña, que es una cantidad importantísima, pero no podemos estar toda la vida pendientes de las subvenciones, en vez de tantas campañas para discutir sobre quién lleva razón, lo que seguramente tendríamos que procurar, empezando por los políticos y con el apoyo del sector, sin prisa pero también sin pausa, es dejar de pensar exclusivamente en las ayudas, que además algún día tendrán que terminar, para centrarnos en la manera de defender a nuestro olivar a pecho descubierto. Mientras haya ayudas, bienvenidas sean y menudo oxígeno económico para la provincia, pero hay que prepararse por si este socorro desaparece por decisión europea.
Me parece que hay que poner el foco en este aspecto, es posible que esto no guste a todo el mundo, pero creo que es lo razonable y más aún en este momento en el que parece que algo se mueve en el sector y hay que aprovechar la oportunidad para provocar un cambio de mentalidad, ya saben, al estilo de “dale un pez a un hombre y comerá hoy, dale una caña y enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”. Lo que esta provincia y su agricultura necesitan son realidades tangibles y no brindis al sol. Los políticos son catedráticos para desviar la atención y hacer creer que ellos son la solución, de hecho Pedro Sánchez vino un día a decirnos que si llegaba al Gobierno revisaría la PAC, como si eso fuera tan fácil de hacer, en tanto que los populares no paran de definirse a sí mismos como “aliados de Jaén”. Insisto, planteamientos rigurosos y lo que se prometa que quede escrito como una especie de contrato con los ciudadanos.
FOTO: El olivar de Jaén se enfrentará en breve a una nueva PAC, de la que en parte depende su futuro.