Ya saben el dicho popular: el que juega por necesidad, pierde por obligación. Llevamos mucho tiempo, décadas y décadas, qué digo, siglos, entregados a cualquier maná que nos pueda llover del cielo, por ejemplo la lotería, que ayer volvió a pasar de largo, el sorteo extraordinario de cada 22 de diciembre siempre nos fue esquivo, salvo la muestra de unos pocos agraciados, pero ni una sola vez nos dio una satisfacción millonaria, nos trató mejor el Niño, pero ya han pasado muchos años de la lluvia de los mil millones de las antiguas pesetas que hicieron historia. Lo nuestro, a falta de decisiones políticas para hacer justicia a Jaén y pagarle al fin la tremenda deuda pendiente que se eterniza, es seguir mendigando o, por decirlo más finamente, para no herir nuestra dignidad y lo que nos quede de orgullo, tratar de salir al encuentro con la suerte, que como en el sorteo del gordo, nos da de lado, da igual que sea la ya famosa y polémica ITI o cualquiera de los proyectos más o menos ambiciosos que de vez en cuando salen a relucir y acaban como el rosario de la aurora. Ya les hablaré de ello la próxima semana cuando hagamos balance del año que se va, lo peor de todo, la política, quiero decir, los políticos, y sálvese quien pueda, pero serán muy pocos.
El sorteo al que nos aferramos ahora todo ilusionados, se llama Plan Colce, un proyecto que podría ser el revulsivo para esta capital, que marcaría el antes y el después. Ya veo que hay gente en la creencia rayana en la euforia de que esta vez la suerte va a quedar de nuestro lado, pero, aun deseándolo como el que más, no apuesto nada porque el azar se alíe con Jaén, más que nada porque no veo, o al menos no es visible, suficiente implicación política, y porque quienes compiten con nosotros se han buscado padrinos poderosos y juegan mucho en esta lotería, motivo por el cual el optimismo se me viene abajo. Ojalá tenga que sumarme a la fiesta llegado el caso, mientras prefiero la discreción.
Nada nuevo sobre la pandemia. Seguimos siendo la provincia con mayor tasa andaluza por 100.000 habitantes y ahora la capital mejora a la provincia, que no siempre fue así. Ya vamos por 612 fallecidos en la provincia, los ocho últimos sumados hoy mismo. Pendientes de que el domingo 27 se inicie el proceso de vacunaciones y de que no haya desmadres en las fiestas navideñas para aumentar el drama. Cuando llegue el momento iré a vacunarme, por supuesto, por una razón elemental, confío en la ciencia. Y lamento que en esta carrera de los científicos de todo el mundo, España no haya podido presentar aún su vacuna, que no es sino una consecuencia del escaso apoyo que la ciencia, la investigación, han tenido por parte de los gobiernos. De aquellos polvos estos lodos.
Los gobiernos están pendientes de otros asuntos, de urgencias, como la eutanasia, la monarquía, leyes de educación para seguir dividiendo a los españoles, en fin, imagino la dificultad en este año tan complicado, para el Rey Felipe, enfrentarse a un discurso en un momento en que desde el propio gobierno, la parte morada sobre todo, hace campaña contra la monarquía parlamentaria, que es hacerlo contra el propio marco constitucional y los desplantes y los desaires a los que se somete a la Corona, y me refiero al actuar monarca, el emérito que asuma sus responsabilidades, es verdad que hizo muchas cosas por este país, pero se cegó en los excesos y flaco favor le hizo a su heredero.
Ayer pasaron por el Senado los Presupuestos Generales del Estado (PGE), sin sorpresas para Jaén, ni una mala enmienda. Son los mejores presupuestos para todos los que los han votado, pero unos malos números para los que vivimos permanentemente esperando que algún gobierno se acuerde de que existimos. Hoy ya tenemos también presupuestos andaluces, con una sensación agridulce, bien porque algunos proyectos se desempolvan al fin tras largos años, y mal porque no podemos interpretar que esta Junta le haga justicia al territorio, sí, no faltan como siempre las buenas palabras, pero solo obras son amores.
Algo más agradable, una felicitación, al municipio de Baños de la Encina, elegido con todo merecimiento, uno de los pueblos más bonitos de España, unido a una lista donde ya se encontraba otro enclave único y excepcional, Segura de la Sierra. Qué hermosos pueblos tenemos en esta provincia.
Para terminar y estando en la víspera del día de Nochebuena, es para expresar sentimientos. Hay quienes tratan de jugar con el lenguaje al hablarnos de la Navidad como la fiesta del afecto y tontadas por el estilo, dichas con toda intención. En la Nochebuena de cada año, también en el presente, celebramos el nacimiento del Niño Dios, y como siempre, una gran mayoría dejamos entrar en nuestra vida la luz que alumbra nuestra Navidad. Con el Niño tienen que nacer en nosotros sentimientos de amor, de solidaridad y de esperanza, más si cabe en este escenario tan diferente en el que la pandemia nos ha trastocado nuestros hábitos y adquiere mayor sentido comunicarnos, mostrar interés por la gente que nos importa, abrirles el corazón y brindar porque pronto todo vuelva a ser como antes de esta pesadilla.
Foto: El consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha sacado adelante los presupuestos andaluces. En la imagen, con el presidente de la Junta, Juanma Moreno.