Mañana se celebra el Día de la Mujer y entre los actos que se han previsto en torno a la conmemoración, muchos y con planteamientos diversos, figura la manifestación que saldrá a las seis de la tarde y que se inscribe en la jornada de huelga general que ha convocado el movimiento feminista del 8M, que además va a protagonizar actos reivindicativos y lúdicos en torno a la Plaza de San Francisco y la calle Bernabé Soriano desde primera hora de la mañana. La manifestación estará abierta por la asamblea organizativa y a ella seguirán los colectivos feministas y asociaciones de mujeres, para finalizar con sindicatos y partidos políticos. La Diputación ha celebrado su acto, ya tradicional, a las puertas del palacio, exigiendo la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres y el Ayuntamiento de Jaén ha hecho público un comunicado por el que se adhiere al manifiesto suscrito por las ocho diputaciones andaluzas y que se llevará para su aprobación en el pleno del día 11. En este día y como no se podía esperar algo diferente, más aún este año con los nuevos mensajes que se han inventado algunas organizaciones políticas, que parece que a estas alturas quieren descubrir la pólvora, cuando ya había un consenso en la sociedad bastante generalizado, la división está servida y a la carta, las cosas han venido así, ocurre no en Jaén sino en toda España.
De entre los problemas que afectan a la mujer, y que estos días se ponen sobre la mesa, sigue estando muy presente la escalofriante realidad de la estadística sobre malos tratos, una lacra que se va haciendo vieja y que es un drama irrefutable, por mucho que políticamente se haya producido una seria controversia que no se asienta más que en conceptos vagos, no en la estadística y en la realidad.
Por lo demás la crisis económica y social tan devastadora, que en algunos casos mantiene sus lamentables consecuencias, ha arrollado a su paso en los últimos años, y cada vez con más virulencia, no algunas sino muchas de las conquistas a favor de la igualdad real, que tanto tiempo y esfuerzo costaron conseguir y que tienen sus principales evidencias en más mujeres en desempleo, como estamos advirtiendo en nuestra misma ciudad y provincia, la brecha salarial, con menores salarios o más precariedad, como se ha reflejado en los jornales de la aceituna, sin olvidarnos de que son igualmente víctimas directas de la especial incidencia de la situación y de los recortes en algunos ámbitos laborales, o situaciones que no se corrigen como las del techo de cristal que a veces parece de cemento, los problemas en el ámbito de la conciliación laboral y familiar, los frecuentes casos de acoso, etc., todos los cuales conforman un escenario que expresa muy a las claras que se han ido relajando en la sociedad logros que durante años se fueron forjando, y sobre los que nos parece que se ha producido un retroceso que resulta inaceptable. Y los peligros no han desaparecido, es más, corren mayor riesgo con los nuevos vientos políticos en los que se está percibiendo que algunos que aceptaban el consenso social se empiezan a descolocar por meras estrategias de pactos y componendas, en definitiva por meros intereses políticos.
Desde este punto de vista entiendo perfectamente la mayor parte de las reivindicaciones feministas, tanto de quienes han decidido acudir a la huelga o a los paros, como quienes usando de su libertad van a hacer mañana lo contrario. Todas las posiciones son respetables y también que los grupos políticos se posicionen de cualquier lado porque hay asuntos que conciernen a la globalidad, a todas las mujeres, cualquiera que sea su ideología y su perspectiva de género, en cambio hay planteamientos específicos que grupos concretos van a defender y tienen todo el derecho a hacerlo. Lo que me parece absurdo es enzarzarse en una confrontación entre las diferentes posturas, por un lado porque son legítimas y porque con esta actitud se le hace un flavo favor a los intereses generales de las mujeres que lo que pretenden, básicamente, es hacer presente su visibilidad y que se enteren de una vez los que aún no lo han hecho. Modestamente lo que reivindico desde aquí es que los poderes públicos sean más exigentes y que las leyes que existen para favorecer la igualdad real se cumplan a rajatabla sin excusa ni pretexto.
Desde Jaén, donde todos estos problemas objetivamente están muy amplificados, tenemos que pelear todas y todos porque las leyes y la inercia no sean un duro castigo para la mujer. Aprovecho para rendir homenaje desde este modesto rincón de las redes sociales a todas y cada una de las mujeres jienenses, en especial a todas esas mujeres anónimas como hay entre nosotros que, a veces en silencio, hacen grandes cosas y nos dan ejemplos grandiosos. Hoy quiero brindar por todas ellas y porque las voces que van a sacar a las calles y a los debates sociales no sean un clamor estéril. Simplemente mujeres, es el resumen en dos palabras.
Me ha agradado ver en un encuentro organizado por el Instituto de Estudios Jienenses a propósito de los cuarenta años de ayuntamientos democráticos a tres mujeres que representan opciones ideológicas diferentes pero que son iconos de la presencia de la mujer en las instituciones. Me estoy refiriendo a Pilar Palazón, que fue una excelente concejal del PSA en el primer ayuntamiento democrático de Jaén; a Ana Moreno Soriano, un icono de la izquierda, con una trayectoria impecable como concejal en el Ayuntamiento de Linares, y Cristina Nestares, que con el PP en el Consistorio jienense ha quedado en el recuerdo como una de las mejores ediles que han pasado por la ciudad de Jaén. Muy buena experiencia dentro de la conmemoración que se viene celebrando.
De los acontecimientos del día en la ciudad, uno de los más notables es la protesta que han protagonizado los vecinos del Polígono del Valle, hartos de llamar a las puertas del Ayuntamiento, y entiendo que de otras administraciones, para que resuelvan sus problemas. No han salido a la calle por capricho, se trata de uno de los barrios más castigados por los problemas socioeconómicos y las actuaciones para la mejora integral del barrio no llegan y cunde la desesperación. Es probable que aquellos que no quieren enfrentarse a la realidad pretendan hacer una lectura política, pero carece de fundamento. Es normal que se utilicen estas fechas para presionar, que además es el único lenguaje que conocen los políticos, pero ya dije ayer, y repito, que los barrios de la ciudad y el movimiento vecinal en su conjunto, pese a que están haciendo su trabajo con mucha dignidad están siendo muy comprensivos con la situación del Ayuntamiento y merecen por lo menos que quienes gobiernan se den una vuelta por ellos y n o se dediquen a la crítica fácil a Julio Millán, que ya sabemos que busca votos en los caladeros, pero al menos no se le puede achacar inacción. El PP debería pasar por los barrios por un sentido de la responsabilidad, para disculparse y asumir compromisos, los que pueda, en el caso de llegar a gobernar de nuevo. Los barrios no resistirían otros cuatro años de práctica sequía. Y lo primero de todo es empezar por reconocerlo.
Más sobre listas. El PSOE de Jaén parece que se ha salvado por la campana. De no ser por la presencia de Felipe Sicilia, que se ha ganado la confianza del entorno de Pedro Sánchez, a estas horas en Jaén se podría estar hablando de la llegada de un foráneo, como ocurría en sus tiempos, cuando Madrid disponía a placer y nos mandaba a Boyer, Morán, Fernández de la Vega, etc. Pero Sicilia va a salvar la situación, en tanto que Madrid lo que sí quería es relegar a Micaela Navarro. Por cierto vaya la que se ha liado en el grupo socialista en el Ayuntamiento de Andújar con la salida de dos ediles que se van a no adscritos. En vísperas electorales es una contrariedad importante. En el PP nadie es capaz de despejar la incógnita de Gabino Puche para repetir en el Senado y para el Congreso se puede dar también la opción externa. En ese debate están ahora los llamados Populares, porque parece que se han despojado de su marca habitual en los últimos años.
Menudo chasco con las listas de espera si es verdad lo que ha denunciado el consejero y no hay motivos para dudarlo, al menos en principio. La solución que se propone sin embargo plantea dudas y es que parece que se quiere dar trabajo a la sanidad privada para reducir los plazos que en algunos casos son alarmantes, como he comprobado hoy en las declaraciones de amigos de las redes sociales. Ahí están en la pelea el gobierno y la oposición socialista con Susana Díaz al frente, necesitamos conocer la verdad de los datos porque si ha habido manipulación con un asunto tan sensible como el de las listas de espera es para tomarlo en consideración. Si algo hemos aprendido en tantos años, aunque a veces paguen justos por pecadores, es que a los políticos hay que ponerlos siempre en cuarentena.
En la Universidad, como se esperaba, el actual rector, Juan Gómez Ortega, está solo en la carrera hacia el Rectorado, lo normal es que la comunidad universitaria deje funcionar a su timonel el par de mandatos para completar su gestión. Cosa diferente es que al no haber competencia exista relajación y el resultado no satisfaga. Tendrá que hacer campaña para animar a la participación. Ahora que está tan de moda, que invite a cerveza “El Alcázar”. Es broma pero no es lo mismo salir por los pelos que tener un respaldo que sirva de estímulo para la nueva etapa. Y en la propia UJA esta tarde se ha celebrado un acto de homenaje al desaparecido Rafael Varela, presidente que fue muchos años de la Peña Flamenca y un flamencólogo reconocido y apreciado. Es de agradecer que la institución universitaria sea sensible con asuntos de esta índole. El gran Rafa, tan socarrón como era, estaría hoy sorprendido y agradecido.
Foto: Una manifestación anterior en Jaén con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.