SÁNCHEZ, EN IFEJA. Mañana estará en Jaén el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aunque en su calidad de líder de los socialistas españoles, dentro de la campaña de apoyo al nuevo secretario general andaluz, Juan Espadas. En el socialismo jienense no parece existir complejo alguno, están con el poder, fueron susanistas hasta la médula, incluso para negarle a Sánchez el pan y la sal, algo que parece que no ha olvidado del todo, y ahora toca ponerse los primeros en el respaldo al nuevo rostro del socialismo andaluz. De eso se trata el acto de mañana en el Ifeja, en escuchar las arengas de los líderes y para que los fieles les muestren su adhesión inquebrantable. Veremos de qué va el discurso del presidente, pero me limito a recordar que en la última ocasión que nos visitó, en campaña, siempre en campaña, se atrevió a decir que “los socialistas jienenses son la fuerza del socialismo andaluz”, para añadir acto seguido: “Reactivaremos el Plan Activa Jaén cuando lleguemos a La Moncloa”. Promesa incumplida. En un acto electoral celebrado el 8 de octubre de 2019, el máximo responsable de los socialistas jienenses, Francisco Reyes, aprovechaba la presencia de Sánchez para recordarle que la provincia necesita de mejoras en infraestructuras, incluidas las ferroviarias, que garanticen una mejor conexión con Madrid y con el resto de provincias. Y añadió: «Cuando mejor le ha ido al PSOE ha sido con un gobierno socialista en la Moncloa, un gobierno como el tuyo capaz de demostrar que es posible hacer las cosas de otra manera», apuntado que la provincia necesitaba «medidas serias y urgentes».
Esta provincia no tiene nada que agradecerle, todo lo contrario, mucho que reprocharle, a Pedro Sánchez, y por si acaso algunos tienen mala memoria les recuerdo la cacicada del Colce, el engaño del plan ITI, aparte de la vergüenza de los trenes tercermundistas y la cantidad de afrentas que durante su gestión, muy parecida a la de gobiernos anteriores, hemos tenido que soportar. Es el drama de Jaén, que los políticos no pelean convenientemente por su tierra, y esto no es una opinión, es una evidencia, no hay más que abrir los ojos a la realidad de nuestra tierra. En los últimos días, a la vista del nuevo tiempo que ha inaugurado el PSOE de Andalucía, con presencia de jienenses en el equipo para impulsar la acción política, hemos visto que tras la depresión por el fracaso del Colce, donde los parlamentarios sintieron la necesidad de esconderse, ahora reaparecen sin complejos, pero no para vender buenas noticias para Jaén, sino en todo caso para aplicar a nuestro territorio mejoras generales, la bajada del paro y brotes verdes en la recuperación económica, o apuntarse el logro del 70% de vacunados tal y como comprometió el presidente del Gobierno, pero que el resultado no es un milagro suyo sino de la sociedad española y de la fortaleza de nuestra sanidad pública. Pero, ¿y de Jaén, qué?
Por lo demás confieso que tengo curiosidad por saber qué le dice el alcalde de Jaén, si hay lugar, a su jefe Pedro Sánchez de la bofetada del Gobierno a la ciudad. Lo que ha cambiado el panorama desde que Julio Millán le escribió al inquilino de La Moncloa aquella carta valiente que aplaudió todo Jaén, yo también, en la que denunciaba el “robo” del Plan Colce, por el capricho de una vicepresidenta, que a su vez justificó el logro para Córdoba en el apoyo del presidente. De aquella gesta de Millán no queda absolutamente nada. Tanto él como Reyes se plegaron con rapidez a la disciplina del partido, de hecho vino el ya olvidado Ávalos, a vender humo, pero esencialmente, a ponerlos firmes y agradecer la lealtad de los dirigentes del socialismo jienense. También mandó a otros ministros, algunos que ya tampoco están, pero no vino Sánchez, ni la también cesada Calvo, ni por supuesto Margarita Robles, un poco la madre de la criatura, que en este asunto del Colce lo más que ha hecho es salirse por los Cerros de Úbeda, porque no ha dado la cara. Confiemos en los procesos judiciales pendientes. Creo que la visita de mañana de Sánchez, repito con carácter meramente partidista, es una especie de brindis al sol. No ha sido capaz de ofrecerse para venir a dar la cara en Expoliva, por poner un ejemplo, y conociendo su autoestima, no ha querido ser menos que el Rey Felipe VI, que sí va a estar presente, así se ha publicado, apoyando con su presencia la Feria Internacional del Aceite de Oliva.
He visto en redes sociales que la plataforma Jaén Merece Más ha “invitado” a los periodistas para que le pregunten a Sánchez por los asuntos pendientes con Jaén, y no estoy en absoluto de acuerdo. Por un lado ignoro si habrá rueda de prensa, si bien creo que tratarán de evitarla, de modo que lo lógico es que Sánchez llegue en su Falcon al aeropuerto de Jaén (ironía, al menos a medias) y desde él emprenda viaje por autovía hasta la capital del Santo Reino. No sé si se percatará de que esta autovía empeora cuando entra en territorio jienense, un signo más del olvido sistemático. Igual lo entran a hombros al recinto y hacen lo propio a la salida para que el mensaje oficial sea el del discurso, en el que con respecto a compromisos reales con Jaén, tengo muy pocas esperanzas. De modo que si Jaén Merece Más pretende hacerle saber al señor Sánchez que Jaén también existe no me parece que deba hacer transferencia de su responsabilidad.
EL AUTOBÚS URBANO. Además hoy se ha conocido la decisión del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Jaén que permite que el Ayuntamiento pueda adjudicar el contrato puente para que una empresa, entre las cuatro que concurren, se haga cargo del servicio de los autobuses urbanos en sustitución de la actual, Castillo, hasta que en un plazo prudente se proceda a la adjudicación definitiva de la concesión. Es urgente una solución para el servicio del autobús urbano, lo ocurrido la semana pasada con la huelga ha indignado a la ciudadanía y a pesar de las diferencias entre las partes resulta inconcebible que Ayuntamiento y empresa hayan roto relaciones, no se comunican, y al final las consecuencias recaen sobre los jienenses. En este tema del servicio público he repetido hasta la saciedad que estoy con el Ayuntamiento, no tanto con sus procedimientos, manifiestamente mejorables, sino en la búsqueda de una prestación de calidad y eficiencia. Ahora bien, hará mal el alcalde en subestimar al empresario, porque puede recurrir la decisión del juez y porque, salvo excepciones, tampoco le ha ido mal en sus litigios. Todavía recuerdo su poderío al paralizar el funcionamiento del tranvía en pruebas, en 2011, algo que diez años después sigo sin entender.
El Ayuntamiento argumenta ilegalidad en los contratos o simplemente su no existencia, pero Castillo entiendo que se puede agarrar a derechos adquiridos. Un asunto espinoso en el que no se ha dicho la última palabra, pero decididamente sí, apuesto por un nuevo servicio a la altura de una ciudad como Jaén en pleno siglo XXI y para olvidar una concesión o lo que sea, que se ha ganado a pulso una imagen pésima por parte de los usuarios, de modo que el principal enemigo de Castillo ha sido él mismo, su modelo de gestión, de espaldas e insensible con Jaén. Honestamente creo que nos merecemos algo mejor.
QUÉ PENA DE REAL JAÉN. Un tema también muy recurrente en estos días es la situación casi terminal del Real Jaén. La manifestación de hace unos días fue un golpe de afecto muy importante, pero la masa de aficionados no tiene capacidad para resolver un problema tan grave como el que han provocado los gestores que en los últimos años han dirigido el club y que lo han llevado directamente al hoyo en que se encuentra. Membrado fracasó en la presidencia y como dueño y dejó el club en manos de lo más parecido a un hombre de paja, el tal Rodríguez, que se ha reído de todos los aficionados en su cara y ha dejado a la institución casi centenaria al borde del abismo. Hoy mismo, cuando parecía que llegaba una tabla de salvación, de nuevo las expectativas se hunden en el precipicio. He leído en los últimos días todo lo que se ha escrito en torno al Real Jaén. Coincido en que lo que le ocurre al llamado Glorioso no es comparable con problemas vitales de esta ciudad, pero es un sumando más, otra víctima, un síntoma del mal que aqueja a la ciudad, la desidia, el Real Jaén es un patrimonio, miles de jienenses han vibrado con él, han sido parte de su historia, y es lógico que como sociedad no le demos la espalda sino la mano.
También es evidente que no se puede hacer recaer la deriva del club en responsabilidad municipal, pero con ser esto cierto creo que al Ayuntamiento y a su alcalde, en representación de todos los jienenses, le correspondía un papel más activo, de mediador, de interlocutor y de apuesta por soluciones. Mi opinión es que también en este asunto el alcalde se ha lavado las manos y la verdad es que no logro entender esta falta de sensibilidad y empatía con una preocupación no solo deportiva, también social. Estas actuaciones a la larga pasan factura. La única esperanza, como acabo de leer, es que un hombre con prestigio deportivo, Nicolás Sabariego, director deportivo del Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala, sea capaz de encabezar un proyecto e implicar a un grupo de empresarios para propiciar la salvación. Si surge esta iniciativa de ella sí me fío, de tantos como se han acercado al Real Jaén en busca de no se sabe qué, a la vista están los resultados.
EL TREN A MADRID. Y por último, el tren. Renfe ha vendido a bombo y platillo su nuevo servicio a Madrid, vía Córdoba, con lanzadera AVE. Es otro brindis al sol, una engañifa, tener que dar el rodeo por la capital hermana, también para esto, lo mismo que para el Colce, y todo para ganar apenas 20 minutos en un viaje que por otra parte vale más del doble del tratecto en tren media distancia entre Jaén y la capital de España. ¿Esta es la solución que el Gobierno y Renfe tienen para Jaén, con esta salida tratan de convencernos? Me recuerda al célebre “Platanito” de la etapa de Landelino Lavilla, cuando el tren fue una iniciativa buscada para que los políticos pudieran viajar a horas compatibles con sus responsabilidades, sobre todo parlamentarias. He escuchado a responsables públicos de Jaén apostar por trayectos que se hagan en el entorno de las tres horas, pero no es el caso. A todo esto en los últimos días, y no solo por las tormentas, se han seguido produciendo incidencias en el tráfico ferroviario, que ha derivado en retrasos, transbordos, etc. En tren media distancia es en el que tendría que viajar Pedro Sánchez y compañía para darse cuenta de que el siglo XXI, para según qué servicios, no ha llegado aún a Jaén.
Foto: Presencia de Pedro Sánchez en un mitin en octubre de 2019, acompañado por Francisco Reyes y Juliio Millán.