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Durante el primer momento, y seguramente también cuando pase este fin de semana, me he posicionado de una manera clara en favor de que en San Antón se respetaran las tradiciones y defendía una alternativa a la que el Ayuntamiento con diferentes colectivos ciudadanos han propiciado. Pensé que todas las posturas, con un poco de buena voluntad y de cesión, eran asumibles, pero finalmente, un año más y es el tercero, se ha visto que no y se ha mantenido e incluso aumentado la hoja de ruta marcada el pasado año. A partir de ahora cierro paréntesis y todo mi empeño es que el fin de semana festivo, mañana, sábado, y día grande, y el domingo, sea memorable para la ciudad de Jaén.

Felicito a quienes en los meses anteriores han venido manteniendo sus posturas, las que fueran, con respeto y consideración. Nunca sobra el debate, menos en una ciudad, y las autoridades deben evitar los enfrentamientos que como en el caso que nos ocupa, pienso que se podría haber hecho y no llegar divididos, por una serie de razones, a esta cita. Por tanto hay que intentar superar esa división y centrarnos en disfrutar de la fiesta, cada cual a su estilo, forma y manera, para ya que se ha decidido esta opción, que sea aprovechada para promocionar nuestra ciudad a todos los niveles.

Valoro positivamente el trabajo de sectores y colectivos, con el Ayuntamiento al frente, para poner a la ciudad en el escaparate local, provincial, regional, nacional e internacional, con una serie de iniciativas, muchas que han llegado por primera vez y otras que se crearon el año pasado, y que esperemos que funcionen en esta ocasión de nuevo, en el sentido de que el público de Jaén las haga suyas y sirvan para que crezca esta cita anual con una fiesta antigua en la que ahora se dan la mano, en armónica convivencia, las carrera urbana de tanto prestigio y las lumbres, que son otro guardián de las mejores esencias de Jaén, y en lo que lo único que hay que lamentar es que la falta de acuerdo ha dejado en la mitad lo que fueron citas entrañables en todo Jaén con el protagonismo de las típicas hogueras. Este asunto merece una reflexión, y, desde luego, nunca debió suspenderse la consulta popular para que fueran los jienenses y no una decisión polémica, los que decidieran sobre una de sus principales tradiciones.

Por mi parte hago una invitación expresa a todo Jaén, ahora ya no es el momento de quedarnos anclados en la discrepancia, creo que se trata de la oportunidad de que todos, absolutamente todos, si nos apetece, claro está, nos pongamos al lado de Jaén. Yo no quiero que fracase esta iniciativa. Si los resultados son tan espectaculares como los ven los más optimistas, en la línea de lo ocurrido el pasado año, lo sabré reconocer sin ninguna duda y con alegría. Me gustaría creer que están en lo cierto quienes afirman que las fiestas de San Antón dejan en la capital enormes beneficios económicos, porque sería una razón de peso para seguir tirando hacia adelante, pues ya he defendido hasta la saciedad que las tradiciones se respetan y únicamente se cambian cuando se puede justificar con argumentos muy contundentes, aunque de igual manera hay que saber buscar el equilibrio entre lo que se gana y lo que se pierde.

Espero y deseo que la Carrera Internacional sea un éxito de participación, de público en el recorrido y de ambiente en torno a la prestigiosa prueba deportiva. Me gustaría que las lumbres, aunque sean menos en número, den calor a la noche de Jaén y en torno a ellas se rinda homenaje a una de las tradiciones más queridas, que la gente se lo pase bien, que es lo importante, que haya cantes y bailes, que haya vino y viandas, y que sea un alto en el camino en esta cuesta de enero que tan dura es para muchos de nuestros vecinos. Y celebro que el día 16, en efecto, por lo menos, no haya pasado desapercibido, lamento que ese día las asociaciones que optaban a ello no pudieran encender sus lumbres, que hubiera sido una concesión generosa en aras de algo parecido al consenso, pero al fin y al cabo lo que me agrada es que no se trate de una fecha en blanco y este año así ha sido con la lumbre institucional en la Plaza Reina del Salvador, en un gran ambiente.

Feliz fin de semana festivo a tod@s, en lo que se sigue llamando Noche de San Antón, vamos a olvidar las diferencias, que las hay, y centremos nuestra atención en algo que merece mucho más la pena, en darnos una oportunidad de demostrarnos y demostrar hacia el exterior, que tenemos una ciudad ambiciosa y con ganas de ganarle todo el terreno posible a la modernidad. Y que el tiempo, factor esencial, ayude a que la noche sea al menos tan mágica como lo fue el pasado año.

 

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