Nada nuevo bajo el sol en este recién estrenado enero. Hoy han comparecido los responsables de las organizaciones agrarias de la provincia, a saber, Asaja, Coag, UPA, las cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva, para anunciar la convocatoria de un paro agrario el próximo día 20, contra “la tormenta perfecta” de la Política Agrícola Común (PAC) y los costes de producción. El sector cree poder afirmar que la siempre polémica PAC supondrá “cuantiosas pérdidas”, que se concretan en torno a los 80 millones de euros y que pueden afectar especialmente a los agricultores y ganaderos de La Loma, Cazorla, Segura y El Condado, que en opinión de estos representantes del campo jienense perderán ayudas.
Sus mensajes los han difundido delante del edificio de la Subdelegación del Gobierno, y lo concretan en el llamamiento a la sociedad jienense, y en especial a los agricultores y ganaderos, para que secunden el paro que va a consistir en la concentración a las puertas de cooperativas y almazaras de la provincia, entre las diez y las doce de la mañana del día indicado. Recurrir a esta acción y no a una protesta de mayor calado, como una manifestación o algo parecido, es por la prudencia que aconseja la situación sanitaria, por lo cual también se ha desconvocado una cita masiva que se pretendía celebrar en Sevilla y otras acciones.
Los intervinientes han sido muy críticos con el Gobierno, así el gerente y portavoz de Asaja, Luis Carlos Valero, ha dicho que “será la primera vez que en una negociación salga dinero de la provincia, lo que afectará a las comarcas más deprimidas”, en tanto que el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, ha señalado que la reforma de la PAC “se está haciendo en contra de la agricultura profesional”, centrándose en las pérdidas. El responsable de UPA, por su parte, en este caso Elio Sánchez, ha reclamado a las administraciones medidas “para paliar el incremento de los costes de producción y el aumento de los precios para los consumidores”, y el gerente de Cooperativas Agro-alimentarias, Antonio Guzmán, ha apuntado nuevas razones para movilizarse, la de que “la situación actual frena el relevo generacional en el campo”, siendo un sector primordial como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia. Por último, el presidente de Infaoliva, Manuel Alfonso Torres, también ha hecho un llamamiento, pero centrándose en que el sector representa el 19 por 100 del PIB de Jaén, con más de 100.000 agricultores y más de 5.000 trabajadores directos en las almazaras, junto a otros 7.000 indirectos. En resumen se ha dicho que el día 20 se trata de defender lo que la provincia se juega con la reforma de la PAC, 80 millones de euros, que afectarán a aspectos como el consumo o las inversiones.
Por cierto, no pasa desapercibido el hecho de que en Jaén esta protesta se haya fechado para el día 20 y tres días después, el 23, esté convocada en Madrid una manifestación “frente a los ataques al mundo rural” que promueven asociaciones, plataformas y colectivos ligados a este medio, en los que se encuadran también los intereses de la agricultura y la ganadería de la provincia, que es de suponer que de alguna forma estarán también representadas.
Volviendo a la PAC que nos ocupa, lo que molesta y hasta indigna como jienense es que desde el principio los responsables del Gobierno de España no hayan querido reconocer que el presupuesto aprobado en Bruselas para la próxima Política Agraria Común (PAC) va a sufrir un varapalo en forma de recortes. Si en la PAC anterior, cuando en España gobernaba el PP, el PSOE en general y el de Jaén en particular, montaron una guerra al ejecutivo y denunciaron, desde luego con razón, un hachazo para los intereses de Jaén de 272 millones de euros, ahora, en buena lógica, deberían hacer lo mismo. Pero ahí es donde queríamos ver al PSOE jienense, luchando frente a su Gobierno y al ministro Planas, para defender los intereses generales del territorio de la provincia de Jaén y la importancia que en ella tiene el olivar. Y a la vez evitar que territorios como Cataluña, por razones de mercadeo político, puedan tener un plus sobre otras comunidades, como Andalucía, y no sería la primera vez con este ejecutivo tan dado a favorecer al independentismo, el mismo que un día sí y otro también lo pone a los pies de los caballos. Pero por el interés te quiero y te aguanto.
Desde el PSOE jienense el primero, y casi el único, en salir al ruedo ha sido, en varias ocasiones, el secretario general, Francisco Reyes, quien en términos generales lo que ha hecho es solicitar una discriminación positiva, como viene reclamando hace tiempo, para el olivar tradicional, que también quedó malparado hace unos años con la actual PAC. En fin, todos se han ido pronunciando de una manera u otra sobre la llegada del tío Paco con las rebajas, algo tan sensible para nuestra ya lastrada economía.
El ministro Luis Planas, que no pasará a la historia, eso parece estar seguro, ha repetido, también aquí en Jaén, que la crisis hacía imprescindible que la PAC volviera a ser estratégica para Europa, y que existían argumentos para defender la futura política agraria con unos recursos como mínimo equivalentes a los del periodo 2014-2020. Desde este punto de vista el ministro ha mentido al afirmar que con los acuerdos se cumplen los objetivos del Gobierno de “mantener el presupuesto agrario”. Y ha acudido a la ingeniería financiera para señalar que a los fondos europeos hay que añadir la dotación agrícola de la Administración General del Estado. Lo que está en el aire no vale. Lo que de verdad cuenta es la disposición presupuestaria. No lo va a reconocer, pero esto es así, estaba convencido o creía estarlo, de una PAC con un presupuesto a la altura de los retos de la próxima década. Misión fracasada. Y debe saber el señor Planas que Jaén ya no es la misma provincia olivarera sumisa y resignada con la que él se encontró en otro tiempo, por ejemplo en la Junta, supongo que lo habrá notado.
Por su parte la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, aparte de entrar de lleno en la batalla política, por aquello de donde las dan las toman, está en contra de esta PAC. Al sector se le acumulan las razones para no parar de movilizarse hasta que se haga un reparto justo del dinero y no nos falte ni un céntimo, como se había prometido. Aunque la experiencia viene a decir que esto es complicado porque ahora tendría que echarse a pelear a las comunidades y todas tienen sus argumentos de defensa, de modo que han de ponderarse los argumentos objetivos, a pesar de lo cual la batalla es dura, y tensa más si cabe las relaciones entre el PSOE y el PP, sobre todo en el escenario andaluz y jienense, si faltaba poco.
Desde hace unos años hay una sensación de alerta sobre las rebajas en la PAC. En un Consejo Provincial del Aceite, celebrado en la Diputación en mayo de 2018, por poner algún ejemplo, con la presencia de la entonces ministra de Agricultura del gobierno de Rajoy, Isabel García Tejerina, cuando llegaban noticias de recortes en Europa para la Política Agraria, el presidente del organismo provincial, y secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, dijo muy claramente que la provincia no estaba dispuesta a permitir una nueva afrenta y que la lucha sería no solo para evitar recortes sino para recuperar derechos que se perdieron con la PAC vigente. Sería de suponer que siga pensando lo mismo, porque lo que no puede ni debe permitirse es que la situación sea diferente según quién esté al frente del Gobierno de España, porque eso es hacer primar los intereses políticos sobre los intereses estratégicos de la provincia.
Recuerdo ahora que hace dos años por estas fechas, exactamente un 30 de enero de 2020, que quedará para los anales de la historia de esta provincia, ya se habían celebrado manifestaciones y cortes de carreteras, con miles de jienenses con lazos verdes en defensa del olivar de Jaén, la denominamos “guerra del olivar” y quedó como balance la sensación de unidad y las ganas de pelear por lo nuestro. Antes, el 29 de mayo de 2019, tuvo lugar la famosa concentración en la Plaza de las Batallas, en la que se denominó “El espíritu de Las Batallas”, en recuerdo también de la historia reivindicativa del olivar de Jaén, como había sido 21 años antes, en 1998, aquella inolvidable manifestación por la OCM del aceite, ya que nuestro olivar, por desgracia, sufre cíclicamente problemas que obligan a salir a la calle a defenderlo con uñas y dientes. Pasado el tiempo creo que, una vez más, fue un espejismo, ahora con la PAC se debería mantener esa fuerza común, pero ya se tambalea, la dichosa política tiene la culpa, cada vez que surge un tema trascendente para Jaén, en lugar de provocar el consenso, los partidos plantean sus diferencias y cada cual defiende su criterio, sin más. Para el PSOE la Convergencia de transición planteada por el Gobierno es la mejor, para el PP es un atraco a los intereses de Jaén. Pero no puede ser lo uno y lo otro. Pues así todo.
En fin, esto viene de lejos y no tiene arreglo, esta confrontación es la culpable de que Jaén esté como está y tiene toda la pinta de que vaya a durar por los siglos de los siglos. Pero la PAC es un elemento vital para nuestra economía del olivar y es normal que tratándose de las cosas de comer suenen tambores de guerra, porque no se debe consentir que precisamente una provincia vaciada, olvidada, ninguneada, también sea víctima del timo de la Política Agraria Común. Qué razón llevaba el autor de Vientos del Pueblo, no vayas a ser esclava con todos tus olivares
Hace bien poco, en un foro de debate celebrado en la Universidad de Jaén, en relación con este mismo asunto, que viene preocupando al conjunto de la provincia y al mundo olivarero, el presidente del Consejo Económico y Social (CES) y reconocido experto en este ámbito de la economía jienense, Manuel Parras Rosa, señaló, y cito textualmente: “La PAC tiene una importancia trascendental, ha significado el progreso en el olivar jienense y que se mermen sus recursos y especialmente en la provincia de Jaén, puede acentuar el despoblamiento que queremos mitigar”.De modo que si se trata de preocupación por el futuro de nuestro olivar, ya estamos tardando en alzar la voz y bien fuerte.
Foto: Imagen de la concentración de unidad de Jaén entero, todos a una, como Fuenteovejuna. Fue el 29 de mayo de 2019, en lo que se vino en llamar «El Espíritu de Las Batallas».