Jaén, 17/septiembre/2019
Lo que queda del día…Qué pena lo que hemos hecho en los últimos años con nuestro patrimonio. Las administraciones prometen mucho y hacen poco. Y los sucesivos ayuntamientos no han puesto mucho interés por rescatar algunos edificios en estado más que ruinoso. Las últimas lluvias han provocado el derrumbe de parte del ábside de la iglesia de San Miguel, y de momento se ha producido la reacción municipal que anuncia, por medio del concejal de Cultura, José Manuel Higueras, que el equipo de gobierno ha decidido incluir en la petición del 1,5% cultural que concede el Gobierno de la nación, la muralla de Jaén y la citada iglesia de San Miguel, en la que hay que evaluar si es posible la reconstrucción, bastante improbable, o se puede mantener como restos de lo que un día fue y se perdió por un pecado muy frecuente en Jaén, la desidia. Higueras ha lamentado que en los últimos años el Ayuntamiento no decidiera presentar proyectos al 1,5% cultural, algo que puede parecer incomprensible, con la cantidad de patrimonio que tenemos, pero ya no tiene remedio, solo certificarlo y sentir cierta rabia por ello. Por cierto no sé que hayan empezado las obras en Santo Domingo, que, según las previsiones optimistas que nos vendieron, es para que ya estuvieran casi finalizadas. Seguiremos esperando, es un poco el sino de Jaén, la espera permanente.
Hoy ha pasado por Jaén el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, Un poco tarde, o eso me parece, porque el alcalde le ha pedido mediación sobre algunos temas importantes de la ciudad que dependen de la Administración central, cuando no sabemos qué pasará en cuestión de semanas, con unas elecciones que ya están cantadan, el 10 de noviembre cita con las urnas. Lo que le faltaba a Jaén es este impasse de la política nacional, porque hay asuntos que ya estaban condenados de por sí a una larga espera, en el mejor de los casos, y ahora seguirán retrasándose sine die, como ocurre con las comunicaciones por ferrocarril, pues el PSOE provincial nos ha estado vendiendo gestiones de las que muy poco se sabe, lo cierto es que no ha habido ninguna mejora, ni se han tenido en cuenta las iniciativas del Parlamento andaluz, por unanimidad, sobre el talgo Granada-Madrid por Linares-Baeza, planteada por la parlamentaria del PP, Ángela Hidalgo, ni la misma inquietud expresada en la Cámara Alta por el senador Javier Márquez. Nada de nada. En cambio, vuelvo a decirlo, hace varias semanas, el Consejo de Ministros en funciones dio vía libre a nuevos servicios férreos desde Granada, con lo que las distintas varas de medir están a la orden del día. En Jaén, siento decirlo, seguimos pintando bien poco, y esto no es opinión, es una evidencia.
De todas maneras, aunque sospecho que por el momento va a servir de poco, el alcalde ha cumplido con su misión de trasladar al representante del Gobierno de España en Andalucía algunos de los asuntos que figuran en la lista de espera. Uno de ellos, la intervención en el paraje de Los Cañones, para lo que hay pendiente desde 2015 una partida de 700.000 euros que no se ha podido ejecutar debido a la falta de acuerdo con los propietarios afectados, y Julio Millán ha solicitado que se mantenga esta previsión. Lo que ocurre es que han pasado cuatro años y parece demasiado tiempo. De todos modos merece la pena, se trata de un proyecto muy necesario. Como quiera que el delegado del Gobierno ya ha anunciado que en el próximo mes de octubre se van a iniciar las obras en las cubiertas de la Catedral, Millán demanda que se mantenga una inversión sostenida en el monumento jienense, de manera que sea un aval para la declaración como Patrimonio de la Humanidad. Por anuncios no va a quedar, dinero no es que vaya a haber mucho, nada más que poner el andamiaje ya se lleva una pasta, pero mensajeros no faltan, primero fue el portavoz del PP municipal y senador Javier Márquez, después lo recordó Marián Adán, que se había interesado por las obras, y ahora hace lo propio el delegado del Gobierno. Hay tan pocas buenas noticias que dar para Jaén, que cuando aparecen todos quieren apuntarse a la exclusiva de la buena nueva. El alcalde también ha mostrado su interés y preocupación por el futuro del Museo Íbero.
Todavía a día de hoy sigue pendiente dar vida al Plan Museográfico, para lo cual el Estado tiene que gestionar que vengan a Jaén una serie de piezas que están ahora repartidas en otros centros museísticos, y la Junta ha de hacer lo mismo con el 71% del total de los fondos. Como se empezó la casa por el tejado, en el sentido de que es sorprendente que se estuviera construyendo el edificio sin hacer en paralelo el Plan Museográfico y la recuperación de las piezas, calculo que el Museo Íbero tardará aún bastante tiempo en funcionar a pleno rendimiento. Y lo peor es que no hay a nadie a quien pedir responsabilidad de esta pésima gestión, porque, sí, tenemos un gran edificio, pero menudo fiasco nos vendieron…El alcalde trata de mediar porque sabe que en su momento el Museo puede ser un gran activo para el turismo, hoy es simplemente una decepción para el visitante. También ha planteado sus planes para el Banco de España, convertir el edificio de Moneo en un centro referente del aceite de oliva virgen extra, compromiso de campaña, para que tenga sentido verdaderamente hablar de Jaén como la “Capital Mundial del Aceite de Oliva” y además sea un apoyo del oleoturismo tan en boga. Lo del Museo me parece de perlas, he visitado el existente en Geolit, que está bien, pero allí no acuden ni las águilas. No disponer en la capital de la provincia de un Museo en condiciones es algo que nadie entiende, pero los designios de los políticos han sido esos, ahora pagamos las consecuencias de sus inventos y también de sus caprichos. En fin, que me parece bien que el alcalde “venda” Jaén, pero que todos estos asuntos, y ojalá me equivoque, van para largo. Y hay más, la lista para el Gobierno que llegue alguna vez a la Moncloa va sumando, con el propósito de que alguien se acuerde alguna vez de que Jaén existe.
En el ámbito municipal se está a la espera de que haya novedades en relación con algunos de los asuntos que han sido noticia en los últimos días, por ejemplo, que el PSOE se aclare sobre Onda Jaén tras la postura adoptada por el grupo de Ciudadanos, porque el tema se le resiste y es un boquete abierto en la relación entre los dos socios de gobierno. Y es de esperar que el gobierno municipal dé a conocer cuáles son sus planes sobre la situación económica y el plan de ajuste. Desde que hace unos años nos asustaron con “los hombres de negro” que podía enviarnos Montoro, la verdad es que no habíamos sentido la inquietud que ha aparecido en el último pleno con la subida del IBI, que se ha querido relacionar con una exigencia del Ministerio de Hacienda. Nuevos tiempos, sin duda, porque hay que reconocerle al grupo del PP que ha gobernado hasta hace poco, que nos había despreocupado a los jienenses, no porque ya no hubiera problemas económicos, que todos sabíamos que sí, sino en la forma de gestionarlos, y al ver ahora el marrón que le ha caído a la responsable de Hacienda, María Orozco, del grupo de Ciudadanos, no sé si pensar que los de ahora están asustados por las amenazas de Hacienda que les haya podido meter miedo en el cuerpo, o es que los anteriores responsables de gestionar la ruina económica, con Márquez y Bonilla al frente, eran unos imprudentes y violentaron las normas, el caso es que lo que se percibía en la calle era una sensación de normalidad, impostada, para los que conocemos el fondo de un grave problema, pero normalidad a la postre, no se hablaba de peligro de los puestos de trabajo, y los empleados cobraban religiosamente cada final de mes. Ahora, por lo pronto ya detecto una nueva prevención, incompatible desde luego con un Ayuntamiento donde no se ha escatimado con gerentes y asesores, daba la sensación de que nos había tocado la lotería, aunque quienes pagan el pato son los de siempre, los vecinos y vecinas. Por eso entiendo que al menos mientras no se olvide el reciente acuerdo municipal el malestar va a seguir latente.
Un hecho importante en esta segunda mitad de septiembre es sin duda el Festival de Otoño, que acaba de ser presentado oficialmente y del que ya hemos destacado algunas de las actuaciones que están previstas, desde el próximo viernes, día 20, hasta el 30 de noviembre. La programación, en general, es bastante buena, hay un poco de todo, aunque el actual concejal de Cultura, José Manuel Higueras, que yo creo que tiene muchas ganas de trabajar y hacerlo bien, y el propio alcalde, han expresado su deseo de profesionalizar este evento de cara a próximas ediciones e incorporar novedades, como la atención al público juvenil, con tal de mejorarlo en lo posible. Todo lo que sea potenciar a este referente cultural de Jaén, que ha llegado ya a su edición número XX, es muy positivo, es meritorio el camino hasta ahora recorrido y creo haber dicho en alguna oportunidad anterior que para seguir proyectando esta cita cultural desde la capital de la provincia, se tendría que volver a los inicios, en los años tan recordados del tándem Cristina Nestares-Diego Martínez, que fueron de una altura considerable y que nos colocaron en la órbita de los mejores festivales del país. A eso es a lo que se deben dirigir los esfuerzos. Dicho esto, el grupo de concejales del PP y la propia edil que ha organizado el Festival de Otoño en los últimos años, Isabel Azañón, han lamentado no haber recibido invitación para asistir, en la noche del lunes, al acto de presentación, y han acusado al equipo de gobierno de “falta de transparencia política”. Quiero pensar, con buena voluntad por mi parte, que ha sido un olvido imperdonable, porque si no fuera así el gesto de desconsideración hacia concejales que han sido elegidos por los jienenses, como todos los de la Corporación, dejaría a los responsables en muy mal lugar. Creo que hay que disculparse y no volver a hacerlo. No nos empeñemos en mezclar la política pura y dura con las formas que deben presidir las relaciones en un Consistorio donde es absolutamente necesario buscar puntos de encuentro. Si no por ustedes, háganlo por Jaén.
Y mientras tanto es bueno que se cuelen noticias agradables, como el hecho de que nuestro mejor aceite de oliva, los Aceites Selección de este año, elegidos como siempre por la Diputación, se hayan colado estos días en París, para ser promocionados en el mercado de la alta restauración. No tiene competencia nuestro oro líquido. El flamante diputado de Promoción y Turismo, Fran Lozano, le ha cogido el relevo al superviajero Manuel Fernández Palomino, y es ahora quien con empresarios del sector tiene que ir difundiendo las bondades de los aoves jienenses, que nos tienen que seguir dando muchas satisfacciones. Por cierto, los encuentros en París se realizan en colaboración con la Cámara de Comercio Hispano-Francesa. Qué bueno sería que la capital recupere su Cámara y pueda integrarse en esta proyección exterior de nuestro producto estrella.