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A tres días de las elecciones municipales del pasado domingo la batalla de Jaén se pone interesante. Me puedo imaginar fácilmente las llamadas telefónicas que se estarán haciendo y también las que no, los whatsapp que se estarán enviando, la intermediación de personas que se estará buscando. Llevamos meses diciendo que este iba a ser el escenario, la fragmentación del voto en la ciudad de tal manera que dos o más partidos tienen que pactar, dos si fuera PSOE, el partido ganador de las elecciones, y Ciudadanos, y tres en el caso de que se llegara al acuerdo del tripartido andaluz, PP, Ciudadanos y Vox. En este caso Vox sí sería una fuerza determinante, en tanto el grupo Adelante, con sus dos concejales, ni pincha ni corta en este proceso. La izquierda esta vez, y me refiero a la izquierda que no es el PSOE, no tiene legitimidad moral para tirarse ahora cuatro años con la queja de que nos vuelva a gobernar la derecha, porque en manos de esa izquierda ha estado también la posibilidad de encaramar a un gobierno distinto, y haría bien en realizar alguna autocrítica en lugar de echar balones fuera.

Y luego está el verdadero asunto del que todo el mundo habla y quiere opinar. Hay sugerencias para todos los gustos, unos, sobre todo los votantes socialistas, que defienden a muerte un acuerdo con Ciudadanos, que ahora sí es un grupo al que hay que acercarse al precio que sea, y los votantes de cualquiera de las otras formaciones, claman porque se repita el pacto andaluz, el tripartito que ha llevado al gobierno de la comunidad a PP y Ciudadanos, vigilados de cerca por VOX. ¿Qué va a hacer María Cantos? Esto es lo que todo el mundo se pregunta, creo que se va a tener que ir unos días de Jaén para que la dejen tranquila y pueda reflexionar libre y serenamente lo que más conviene en este momento de la vida de la ciudad. Por lo pronto ha recibido la llamada afectuosa de felicitación de Julio Millán y posteriormente también la del alcalde en funciones, Javier Márquez, en tanto que el líder del partido naranja, Albert Rivera, ya ha dicho para quien le quiera escuchar, que tienen preferencia los acuerdos con el PP, y que en Jaén ha reproducido Raquel Morales. Si coincide con los planteamientos de la candidata en Jaén, muy bien, si no es así, tenemos un problema añadido, la número uno de la lista y futura lideresa municipal quiere ser escuchada, exige un margen de autonomía, y esto en los aparatos de los partidos no siempre es posible.

Atención a este detalle, que no me parece menor y a la respuesta que ella ofrezca porque María Cantos es un espíritu libre, o por lo menos lo ha sido siempre, pero cuando se está en un partido lo primero que piden es el sometimiento a sus reglas. Y si no le gustan…Va a recibir ofertas tentadoras, eso puede intuirse, pero tiene que medir el sentido de su responsabilidad. Supongo que no es fácil una decisión cuando uno, una en este caso, piensa en clave jienense y los demás, en este partido y en otros, las órdenes las reciben desde Madrid o desde Sevilla. Por lo pronto ha anunciado que hará la misma oferta a PSOE y a PP. Me anticipo a la respuesta, los dos dirán que sí a lo que quiera o mucho me sorprendería.    

En todo caso de lo que me alegro, y ya lo esperaba, lo he dicho cantidad de veces en las últimas semanas, es de que la decisión final dependa de la llave en poder de María Cantos. Tengo confianza en ella, primero porque no es una política profesional, es lo que siempre he llamado una militante ciudadana, que cansada de predicar en desierto desde un movimiento vecinal al que los sucesivos ayuntamientos no le han dado el sitio que le corresponde, harta de pedir y exigir mejoras en la ciudad que han sido desatendidas, decidió dar el paso y con algunos de sus leales colaboradores en la travesía vecinal entendieron que la política activa, es decir, la presencia institucional en el Ayuntamiento, era la vía más eficaz para empezar a resolver de verdad tantos problemas como existen y han denunciado incansablemente. María y su gente representan aire fresco y limpio, a día de hoy es lo que se puede decir de esta opción y me sorprendería mucho que cuando vaya pasando el tiempo cambien y la rutina vaya diluyendo sus ilusiones. Creo que no, sé que no, porque he hablado mucho con María Cantos y tengo muy grabadas frases que definen a las claras que ama a Jaén y le duele Jaén.

Los jienenses optan por una fórmula de gobierno en función de las propias ideas de cada uno, y  esto es lo normal. Por mi parte me quiero alejar en lo posible de esa visión y poner el foco en las cuestiones que a mi juicio sí son las nucleares. Por un lado la pregunta sería ¿qué pacto necesita la ciudad de Jaén? No nos engañemos, el que más posibilidades tiene, a priori, es el del tripartito, aunque ahí está la presencia de Vox que es un elemento perturbador, al menos así lo ha reconocido la candidata a la Alcaldía por Ciudadanos. No se olvide, por ejemplo, que la relación del alcalde Márquez con Juan Marín es muy efusiva, como se comprobó, y no era la primera vez, en la visita del vicepresidente de la Junta y responsable de Ciudadanos en Andalucía, al Ayuntamiento de Jaén, acompañado de la delegada y mucho más que eso, Raquel Morales, de hecho Marín medió en el tema del tranvía, aunque parece que va a servir de poco, porque ya nos han dicho que nos olvidemos del sistema tranviario por lo menos hasta el año que viene. Javier Márquez, que lo pasó muy mal la noche electoral hasta que después de la oscuridad llegó la luz, se ve de nuevo con la vara de mando, y Salud Anguita ya ha dicho que la izquierda no va a gobernar, que es lo mismo que decir que ella sí va a hacerlo. Claro que, en la parte contraria, Francisco Reyes, que sabe mucho de política, por su experiencia, también ha manifestado que Julio Millán será el nuevo alcalde. En medio está Ciudadanos, que haga lo que haga tendrá mando en plaza. Vaya galimatías…

Volviendo al alcalde en funciones me ha llegado por personas de muy distintos ámbitos el rumor, que se va extendiendo y que viene a decir que Márquez medita si abandonar el barco y marcharse a su tarea como senador, y dejar la herencia a su número 2, Javier Carazo, o la 3, Reyes Chamorro. No sé lo que hay de verdad o de mentira en este comentario que se transmite en los corrillos políticos. No sería la primera vez que siente la tentación de tirar la toalla, ya lo hizo tras su llegada a la Alcaldía cuando se empapó del marrón que había recibido, le dieron ganas de huir, a él y a cualquiera, porque el Ayuntamiento de Jaén no era ni es todavía ninguna bicoca. Entiendo que le pueda pasar ahora algo parecido, el síndrome de la decepción, antes que alcalde y que político se es persona, Márquez, que es alabado por unos y criticado por otros, como todos sus antecesores, porque es difícil contentar a todo el mundo, seguramente contaba con obtener un mayor respaldo, ya que es verdad que la ciudad acumula muchos problemas porque la situación económica tampoco lo ha permitido, aparte de los éxitos y los fracasos en la gestión, de lo que hemos escrito tantas veces, pero seguramente él esperaba que su trabajo, especialmente para poner mejor orden en la ruina económica, con ese gran concejal que ha sido Manuel Bonilla, iba a ser expresamente reconocido.

Al principio de la noche electoral, con los primeros resultados, me comentan que se le vio hundido, derrotado, y aunque luego su gente le aupó, le coreó, hasta contagiarle una cierta sensación de optimismo, posiblemente Javier Márquez esté madurando una decisión, la que sea. Por encima de todo lo tengo por una buena persona y en un periodo de mucha dificultad por la herencia que las corporaciones anteriores le han dejado, una faena tremenda, le ha tocado gestionar un marrón, a él lo critican por ello, pero a muchos de los criticadores les querría ver con ese “morlaco” con el que Javier ha tenido que lidiar. 

Por supuesto que también me pongo en la piel de Julio Millán, ganador de estos comicios, que le ha sacado 5.000 votos al siguiente, PP, y que como lista más votada, como a todos se les llena la boca, es normal que pretenda tener la opción de gobernar. Esto de la lista más votada lo esgrimen los partidos cuando creen que les va a afectar a ellos, pero a la hora de la verdad todos se saltan esta regla. El PSOE sabe lo que le ha costado superar un nivel conseguido hace nada menos que 32 años, por tanto es lógico que pretendan tener la oportunidad siquiera de negociar. Ya he dicho que Julio Millán también es una buena opción para Jaén, como no estoy atado a ningún partido puedo decir con toda claridad que está preparado para dar este paso siempre y cuando las circunstancias políticas lo permitan. De lo contrario se quedarían en la misma situación de la noche electoral, con la miel en los labios y dejando pasar este cáliz. Y como hay que ser pragmáticos, la solución hay que buscarla entre los grupos que hay, la aritmética posible condicionada por los intereses políticos, en realidad nada nuevo bajo el sol.

La siguiente pregunta que habría que hacerse es la siguiente: un pacto con el que finalmente decidan, pero ¿un pacto para qué? Esto es lo que me parece verdaderamente importante, llegar no es lo fundamental, sí lo es llegar para hacer algo distinto, diferente, decisivo para Jaén, sean quienes sean los protagonistas. Ciudadanos lleva en su oferta y esto creo que será la primera exigencia para cualquier acuerdo, un programa de mínimos para sacar a Jaén del pozo en el que se encuentra. Por supuesto que sí, se trata de cuestiones que en algunos casos ni necesitan respaldo económico, sino voluntad política. Llevar a cabo un plan de esta naturaleza y hacer funcionar la maquinaria municipal, con atención preferente a las cuestiones económicas, ya justificaría plenamente un mandato municipal. Si no hay proyecto nítido, si no hay un programa, si no existe una directriz, si no se planifican los cuatro años de manera que dentro de las limitaciones Jaén pueda tener un impulso importante, como jienense, libre de cargas y gravámenes políticos, aunque obviamente tengo mis preferencias, me daría igual el acuerdo al que se llegue. Los partidos, en este delicado momento, deben ser generosos y darle protagonismo a la ciudad y no a los intereses partidistas.

La idea está muy bien resumida en una muy conocida frase del presidente Kennedy perfectamente aplicable al caso de Jaén, y que vale igual para tantos pueblos y ciudades que tienen la misma o parecida situación tras los resultados electorales: “No os preguntéis qué puede hacer el país por vosotros. Preguntaos qué podéis hacer vosotros por nuestro país”. Así que esta es la verdadera situación que se presenta en Jaén: con quién y para qué.  

 

(Un resumen de este comentario ha sido ofrecido hoy en el programa Jaén en la Onda, de Onda Cero Jaén) 

 

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