En el Consejo de Gobierno que hoy ha celebrado la Universidad de Jaén se ha aprobado la convocatoria electoral, fijada para el día 2 de abril, fecha en la que se designará en las urnas al rector de la institución y al Claustro Universitario. La principal novedad con respecto a ediciones anteriores es que esta vez no parece que Juan Gómez Ortega, el actual rector, vaya a tener competencia, es decir, es bastante improbable, salvo sorpresa de última hora, que nadie aspire a pelear el Rectorado a quien en los últimos años ha llevado las riendas de la institución universitaria. Es además lógico que, como en el caso de los mandatarios anteriores, Juan Gómez tenga la oportunidad de gobernar durante dos mandatos para culminar una gestión en la que tal vez cuatro años sean insuficientes, aunque por los acontecimientos que han transcurrido en el Campus jienense pudiera dar la impresión de que este periodo ha sido más largo.
Gómez Ortega llegó a las elecciones desde un puesto de responsabilidad interna en la UJA y había dudas en el sentido de si el catedrático, brillante por otra parte en su labor al frente de la Escuela Politécnica Superior, y en una trayectoria académica e investigadora indiscutible, podría continuar la senda de sus antecesores, habida cuenta de que partía con el estigma de ser más un burócrata que un gestor. El tiempo quita y da razones, y en el caso de Gómez Ortega ha demostrado que se ha hecho a la institución y ha marcado una línea de trabajo dentro de la más estricta normalidad, de modo que si Luis Parras fue el providencial primer rector y a Manuel Parras le correspondió el papel de consolidar el proyecto de futuro más importante para la provincia, en el caso de Juan Gómez ha planteado objetivos para un nuevo tiempo al que se enfrenta el mundo universitario y aún le quedan cuatro años, si resulta elegido, para seguir perfilando la Universidad que Jaén demanda, un reto que no se puede ni se debe descuidar.
Pienso que una de las razones por las que no habrá competencia es el antes indicado de que un periodo es poco tiempo para culminar una gestión, pero, además, interpreto que si no hay aspirantes es porque el modelo de gobernanza que se está realizando resulta satisfactorio, de otra manera no se entendería esta inhibición de quienes podrían ser potenciales aspirantes al cargo. Al actuar rector hay que reconocerle que en estos años no solo se ha hecho con el control de la Universidad de Jaén, que es un ente complejo, sino que ha emprendido aventuras muy señaladas, como ha sido la celebración del XXV aniversario de la creación de la UJA, que ha contado con una gran cantidad de actos y que han contribuido a aumentar la fortaleza de la institución. Se une esto también a las buenas noticias en torno a la proyección de la UJA, a la notable mejoría de su situación económica, aunque sigue latente la inquietud por su modelo de financiación; al compromiso cultural que se ha adquirido, en fin, la Universidad ha proporcionado en estos años muy buenas noticias y como han pasado más de 25 de existencia, da la impresión de que se ha apoderado de ella un estado de confianza y de bonanza, seguramente expectante, pero en la que, salvo algunas excepciones muy señaladas, no es frecuente encontrar en el ámbito de la comunidad universitaria un estado de crítica o malestar hacia la labor de gobierno.
El rector, en nombre de la UJA, ha trabajado en la tarea de abrir cauces de colaboración con instituciones y con la sociedad, han surgido iniciativas en el orden académico y se han creado algunas cátedras que no solo vienen a dar respuesta a inquietudes del momento presente sino que le van a dar prestigio y visibilidad a la institución; ha comprometido una reflexión en profundidad sobre la oferta académica de la UJA para adaptarla a las demandas formativas que la provincia demanda; se le ha visto especialmente satisfecho de la presencia de la UJA en algunos rankings, que no son un motivo para obsesionarse, pero sí lo es para observar las fortalezas y trabajar sobre las debilidades; se ha referido con satisfacción a la movilidad estudiantil que este curso en concreto permite la salida y entrada de casi 2.000 alumnos; ha hecho referencia continua a objetivos ambiciosos, especialmente a que la Universidad mejore el futuro de las próximas generaciones de jienenses. Y al rector magnífico tampoco le ha temblado el pulso a la hora de reivindicar ante la Junta, dibujando con claridad las principales preocupaciones, entre ellas, de manera prioritaria, la de hacer del sistema universitario andaluz una gran oportunidad y en un marco competitivo, pero para que las universidades avancen, la nuestra entre ellas, hay que definir un nuevo escenario, porque el actual es pasado y se necesitan nuevas fórmulas para seguir volando de acuerdo con las exigencias de los nuevos tiempos, y ahí se debe incluir asimismo la puesta al día de un Plan Andaluz de Investigación que satisfaga a los profesionales y haga rentable socialmente este gran capital que junto al conocimiento distinguen al ámbito universitario.
Juan Gómez, además, ha vendido con pasión y entusiasmo, esto al menos hemos querido ver, lo que se ha venido en llamar Generación UJA, es decir, un estilo, un compromiso que se constituye en el instrumento que quiere ser punta de lanza de toda una provincia y que está formando precisamente a unas generaciones que en lugar de salir fuera deberían ser las que cogieran el timón de esta provincia que tiene derecho a un futuro mejor. Y que confía en que el lema de la UJA “Comprometidos con tu futuro” se haga realidad. En definitiva, espero y deseo que Juan Gómez, en su campaña para un nuevo periodo de gobierno, siga poniendo en el escaparate de su atención preferente el papel de la Universidad como la gran apuesta para el futuro de la provincia y de sus recursos, como el olivar, que tendría que ser objeto de una atención preferencial. Ojalá que el buen estado de salud de nuestra institución, al que seguro va a hacer referencia el rector en su campaña, sirva para plantear retos de distinta índole en base a un doble horizonte, ser una institución útil y que responda a las necesidades y exigencias del territorio.
Foto: Juan Gómez Ortega, rector de la Universidad de Jaén.