El presidente regional del Partido Popular de Andalucía, Juanma Moreno, ha estado esta mañana en Jaén y ha presidido, a las puertas mismas de la sede popular de la calle San Clemente, un simulacro de unidad con el sector crítico, es decir, los que se han apeado del proyecto de Jaén Adelante. El líder andaluz de los populares ha dado mucha importancia a este encuentro. Se ve que ha ido aumentando su preocupación a medida que han ido apareciendo las encuestas de las últimas semanas con pronósticos preocupantes, por mucho que los sondeos electorales sean una foto fija para el momento presente, pero él mejor que nadie sabe que no es cuestión de dormirse en los laureles.
Tan contento parecía Moreno con el acuerdo con los críticos, encabezados hoy por Jesús Estrella, que no ha dudado en hacer un discurso triunfalista, del estilo de “hoy es un día de especial significado para el Partido Popular de Andalucía y para el Popular de Jaén”, “hoy se escenifica un acuerdo de carácter político, personal y humano” o, mirando hacia algún adversario y a la par sacando pecho: “Somos un partido político vivo, que a diferencia de otros somos un partido que tiene pasiones”. Todo resumido en un problema de pasiones,, para pasar a mostrar el objetivo: “Poner a Jaén por encima de cualquier interés personal incluso partidista. Somos referencia de alternativa única y viable para que Jaén tenga un futuro más prometedor”. ¿Qué iba a decir el hombre?
Se ha pretendido cerrar, no sabemos si realmente o en falso, el tiempo lo dirá, un conflicto que cumple nueve meses, un parto, por tanto está bien que se haya querido trabajar por la normalización. Con independencia de la forma elegida, del proceso seguido, de los daños directos y colaterales que se han producido durante todo este tiempo, es una buena noticia que el Partido Popular de Jaén trate de rearmarse, porque la provincia necesita que todas sus fuerzas políticas, y en especial las más representativas, y el PP lo es, tengan en forma sus fortalezas, sobre todo pensando en que al final un partido político no es más que un instrumento para llegar a las instituciones donde gobierno y oposición tienen como principal tarea dar respuesta a las demandas de los ciudadanos.
Juanma Moreno ha venido ahora en son de paz y cuando las aguas, por lo menos en parte, estaban encauzadas. Pero su actitud en este delicado asunto que ha partido por la mitad al PP de Jaén no obtuvo respuesta diligente en la dirección regional, que en un primer momento debió evitar un espectáculo que ha sido bochornoso y que como he indicado en alguna ocasión han administrado mal las dos partes. Juan Diego Requena ha representado el papel de la legitimidad arropado por un congreso que no fue precisamente ejemplar, y entiendo perfectamente su desazón en unas circunstancias tan adversas; y Miguel Moreno ha actuado, hasta sus últimas consecuencias, como el militante que ha creído ver pisoteados sus derechos en tanto que los votos de unos delegados que le dieron amplio respaldo no sirvieron absolutamente para nada. No es cuestión ahora que se ponen medianamente de acuerdo en volver al escenario que motivó todo el posterior enfrentamiento.
Ahora un grupo decide volver al redil, al tiempo que Moreno y un puñado de personas entre alcaldes y militantes de base han decidido seguir sus pasos haga lo que haga, organizados en una plataforma que lo más probable es que acabe pidiendo la entrada en una opción que por lo demás está en alza, como es Ciudadanos. De todas maneras el alcalde de Porcuna, que ha sido el gran protagonista de esta gesta histórica en la trayectoria del partido conservador jienense, parece que se plantea consultar a su pueblo sobre qué hacer en el futuro inmediato, y parece buena idea porque si es el alcalde más votado en términos comparativos, en cierto modo se debe a su gente, ella tal vez tenga legitimidad para señalarle el camino.,
En cuanto al acuerdo, Jesús Estrella, en nombre de los críticos, lo ha valorado positivamente, aunque también ha señalado que habrá que verlo en la práctica, en el día a día. Para ver si se cumple lo establecido de “un hombre, un voto” y aspectos muy específicos de la democratización interna del partido, como la celebración en su momento de un congreso, cuando toque, de carácter asambleario, sobre lo que existe cierto escepticismo, según he constatado, porque no parece fácil que de la noche a la mañana se cambien unas actitudes. El propio Estrella, haciendo un guiño a los que han sido sus compañeros durante estos nueve meses, se ha mostrado alegre por un lado por las perspectivas que ofrece el acuerdo, y con sensación de tristeza por las personas que voluntariamente han tomado el camino definitivo de la salida, los que fueron compañeras y compañeros…
En fin, en esta escenificación que se ha producido esta mañana en plena vía pública, en la céntrica calle San Clemente, ante los ojos de los sorprendidos viandantes, a pesar de la alegría sentida o forzada, lo que sí me parece es que había sonoras ausencias. Esta foto podría tener un valor bastante significativo si en ella viéramos a José Enrique Fernández de Moya, cuya autoría intelectual en el PP jienense no se discute, aunque me dicen que Requena está cada vez más en disposición de ser y parecer el jefe; me pregunto por la ausencia de Gabino Puche, con mando en plaza; de Miguel Contreras, coordinador general y hombre de la confianza de Fernández de Moya; incluso me pregunto por la ausencia del alcalde, Javier Márquez, por el peso de su cargo y como uno de los representantes institucionales del PP; y claro, no puedo dejar de preguntarme la ausencia en esa foto de destacados militantes como Miguel Ángel García Anguita, aunque sí estaban José Antonio Miranda y el exalcalde, Miguel Sánchez de Alcázar, si bien no aparecen en las imágenes. Creo por tanto que se ha recurrido, no sé si por la urgencia, a una foto reducida cuando se pudo hacer de manera solemne y con todos (y todas) los protagonistas juntos en amor y compaña. La interrogante que planteamos para terminar es si a pesar de que se acaba de fumar la pipa de la paz, al menos con una parte de la disidencia, el futuro electoral pasará o no factura a esta crisis que ha sido muy fuerte aunque ahora se pretendan minimizar sus efectos.
Foto: Una imagen de esta mañana a las puertas de la sede del Partido Popular, en la calle San Clemente, tras fumarse la pipa de la paz