Han sido casi 300 los cargos institucionales y orgánicos y representación de la militancia jienense que han pasado el fin de semana en Granada, asistiendo y participando del congreso regional en el que el Partido Popular ha llevado en volandas a su actual líder andaluz y presidente de la Junta, Juanma Moreno, que se ha dado un baño de cariño y adhesión. Ha sido la primera vez, desde la instauración de la democracia y más aún, el estado de las autonomías, que el PP de esta comunidad, y por lo que a Jaén se refiere, el de esta provincia, ha vivido un proceso congresual desde el poder, que evidentemente no es lo mismo que desde la oposición. No es igual visionar el panorama desde la opción de ganadores y con los vientos soplando a su favor, que asistir a cónclaves con desgana porque era más de lo mismo, sentarse a esperar a que Andalucía dejara de otorgar su confianza al socialismo, como ha venido ocurriendo una cita tras otra. Está claro que el poder une, y la oposición desune, y para confirmarlo tenemos la propia experiencia de Jaén que lleva ya unos años difíciles, con un momento clave que fue la sucesión de José Enrique Fernández de Moya hacia Juan Diego Requena, que propició una división interna cuyas heridas han tardado tiempo en curar y en el que el propio Requena era una víctima más del mal ambiente que se instauró en aquel momento, de hecho hizo que una parte de la militancia del PP abandonara el partido hacia Ciudadanos, formación que paradójicamente hoy gobierna en coalición con Moreno en la Junta y que tiene como responsable en la provincia precisamente al alcalde de Porcuna, que era la alternativa al dedazo de Fernández de Moya. De hecho se estaban dando situaciones violentas, de nula relación entre compañeros, es decir, quedaban los rescoldos de una gestión anterior que parecía estar más por crear conflictos que por resolverlos, aunque no fuera esa la voluntad, porque no se puede entender que haya nadie que opte por la guerra en lugar de por la paz en una organización, la que sea.
El caso es que “el espíritu de Granada”, este largo fin de semana de camaradería, de euforia, de abrazos y todos a una imbuidos por el lema #elCambioFunciona, ha llenado de moral al PP andaluz, pero específicamente al jienense, que parece nuevo, saboreando las mieles del poder que están disfrutando y que según la mayoría de los pronósticos no se le va a ir de las manos en los próximos comicios. Esta impresión la saco no solo por lo que se ha difundido en los medios de comunicación, que también, sino porque he visionado decenas de fotos de lo más variado y en todas ellas se reflejaba hermandad y camaradería, y entre ellas me ha impresionado favorablemente el ver juntos, pelillos a la mar, al expresidente Juan Diego Requena y al exalcalde de Jaén y actual senador del Reino, el bueno de Javier Márquez, abrazados como buenos compañeros y dejando atrás las rencillas, los malentendidos y una etapa que ya quedó para la historia. Los congresos en los partidos, incluso los que el PSOE ha celebrado, también en Andalucía donde está en la oposición, como todo el mundo conoce, son oportunidades para levantar el ánimo. Todo lo demás depende de las urnas, de la elección que haga cada uno de los ciudadanos y ciudadanas.
Pienso que en todo o en parte hay que colocarlo en el haber del actual presidente provincial del partido, Erik Domínguez, que una de las tareas prioritarias que se impuso fue pacificar el partido y darle sensación de unidad. Junto con sus colaboradores, entre ellos la secretaria general Elena González, un buen fichaje como ahora se confirma, o el coordinador Miguel Contreras, al que incluyó en el staff y lo contrario hubiera sido un error, porque es de los que mejor conocen el PP en la provincia, se están pateando los pueblos, uno a uno, algo que en otros tiempos estuvo muy descuidado, el principal mérito de Domínguez y su gente ha sido hacer partido, creando una serie de herramientas que propician la participación y el debate, porque su obsesión es llegar a las elecciones municipales con la maquinaria bien dispuesta y el sueño de conquistar la Diputación, conscientes de que es difícil, porque el adversario es potente granero de votos, pero en absoluto es imposible, la prueba está en que el PP se ha tirado toda la vida en la oposición en Andalucía y hoy gobierna, aunque sea en coalición. Domínguez no tiene ninguna varita mágica para transformar la realidad de su partido, pero se le ve trabajador y con ganas, sus mensajes son ambiciosos, siempre le oigo y le leo referirse a la “Jaén brava” y en el congreso de Granada ha sabido ganarse a los suyos y hacer piña. No sé si habrá algún o algunos descontentos, pero no se percibe en el ambiente nada que no sea unidad y fortaleza para hacer frente al tiempo que viene.
Siempre digo que es de vital importancia que los partidos políticos, en especial los que tienen una mayor responsabilidad en el territorio, sean fuertes, no solo para mejorar su vida orgánica, sino sobre todo para que sean el sostén de una política de apoyo a la provincia, que es lo que Jaén espera de ellos, más aún en este momento en el que se han levantado las expectativas de nuevas fuerzas políticas que vienen a buscar espacios para reivindicar justicia inversora para esta tierra, ya que los partidos tradicionales, entre ellos el PP, que han gobernado España y ahora lo hace en Andalucía, no nos ha concedido la tan comprometida discriminación positiva, de vital importancia para que podamos converger, porque nos vemos cada vez más alejados y conscientes de que con Jaén las administraciones se han saltado todas las reglas de la vertebración. Por eso digo que hacen falta partidos fuertes y capaces de abanderar las exigencias para Jaén, empezando por su propia opción, para la que no pueden ni deben ser cómodos sino muy reivindicativos, aunque dudo que se atrevan a hacerlo…Esto es lo que esperamos de los políticos del PP en general, en este caso que nos ocupa, y especialmente de quienes tienen posiciones de responsabilidad.
Por lo que se refiere a la presencia de la provincia en los órganos de dirección del PP andaluz, no es que sea muy significativa, hay 18 personas que han sido incluidas en el Comité Ejecutivo, todo el que es algo en el partido en la provincia está presente en la relación, sobre todo cargos institucionales en las cámaras, en el ejecutivo andaluz, en delegaciones, algunas alcaldías… Los elegidos son: Erik Domínguez, Elena González, Luis Mariano Camacho, Juan Bravo, Catalina García, Maribel Lozano, Yolanda Sáez, Juan Diego Requena, Javier Márquez, Jesús Estrella, Trinidad Rus, María José Lara, Miguel Contreras, Francisco Miralles, Mariano Aguilera, Mariola Aranda, Agustín Moral y Gabino Puche. Son todos los que están, aunque es posible que no estén todos los que son, en estas difíciles decisiones hay que elegir. Pero están casi todos los que aparecen continuamente en el escaparate, y se ha incluido a Gabino Puche, el que fuera referente primero de Alianza Popular y después del Partido Popular, que en tiempos más que complicados ocupó la presidencia regional en Andalucía, se entregó en cuerpo y alma al partido y durante muchos años ha sido también un referente, representando a Jaén tanto en el Congreso como en el Senado. En fin, tan cierto es que ahora mismo los populares están como en una nube, viviendo una especie de luna de miel, que su presidente provincial les ha dicho esta mañana, al hacer balance congresual: «No sabéis lo orgulloso que me siento de todos vosotros. Somos familia y sois ejemplo».
Foto: En el congreso de Granada, Erik Domínguez, fotografiando a la militancia jienense en el cónclave regional.