Es digna de elogio la labor promocional que con el aceite de oliva virgen extra (aoves) realiza la Diputación Provincial de Jaén desde hace alrededor de quince años, con lo que ha conseguido al menos dos objetivos: poner al aceite de excelencia en el lugar que le corresponde como producto gastronómico y saludable, y al mismo tiempo, estimular a las empresas olivareras a realizar todos los esfuerzos necesarios para seguir apostando por la calidad de los aceites, condición indispensable para seguir ganando mercados y cocinas en todo el mundo, aprovechando que cada vez se difunden más las cualidades del aceite de oliva virgen extra, de cuya riqueza podemos presumir.
En los últimos días se ha producido un hito importantísimo, que viene a sumarse al palmarés ya acumulado en otras acciones promocionales, y ha sido la presencia de los aceites “Jaén Selección 2018” en los “World´s 50 Best Restaurants”, que es como la celebración de los “Óscar de la Gastronomía”, y que ha tenido lugar en Bilbao, no podía ser de otra manera, con la presencia de los más prestigiosos representantes de la restauración mundial. Los aoves jienenses han sido los aceites oficiales de la gala para la elección de los 50 mejores restaurantes del mundo, y los asistentes, claro está, han tenido la oportunidad de degustar nuestro oro líquido, que ha superado la prueba con matrícula de honor en el mejor escaparate posible. Hasta allí han viajado el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, y el alma máter de la labor promocional y turística en la administración provincial, Manuel Fernández Palomino, que han respaldado con su presencia el éxito del principal producto jienense en este excepcional escaparate.
Labores promocionales las hay y muchas a lo largo del año para los “Jaén Selección”, se empieza con Fitur y le siguen todas las ferias nacionales e internacionales, Alimentaria, ITB de Berlín, WTM, de Londres, la feria de Milán, el Madrid Fusión, Salón de Gourmets, el Premio Internacional de Cocina con Aceites de Oliva Virgen Extra, y un largo etcétera que le dan presencia y prestigio a los aceites, sin olvidar en esta labor de proyección que se realiza, el envío de un estuche a los restaurantes de tres estrellas Michelín de todo el mundo, que se viene haciendo en los últimos años. Pues ahora se ha puesto el broche de oro porque lo que ha ocurrido estos días en Bilbao ha sido un espaldarazo definitivo para los mejores aceites de Jaén. Todo un honor ese espléndido ‘stand’ promocional en el ‘hall’ del Palacio de Euskalduna. La tarea de la Diputación ya es imposible de mejorar, seguro que podrán encontrarse nuevos caminos para extender los beneficios de los aoves de Jaén, pero el listón se ha puesto muy alto.
La elección de los “ocho magníficos” se ha convertido cada año en todo un acontecimiento por las expectativas que despierta, porque no puede olvidarse que los aceites gozan de un enorme privilegio durante doce meses y quien primero se beneficia es la propia marca. De un año para otro se producen entradas y salidas en el selecto club de los escogidos, de manera que no están todos los que son pero sí son todos los que están, y lo habitual es que concurran al menos medio centenar de marcas de aceites de la provincia, que suelen coincidir con las iniciativas empresariales emprendedoras y que una mayor apuesta están haciendo por la calidad y la competencia.
Falta felicitar a las firmas de “Jaén Selección 2018”: Castillo de Canena, de Canena; Claramunt, de Baeza; Nobleza del Sur, de Castellar; Oro de Cánava, de Jimena; Maquiz, de Mengíbar; Picualia, de Bailén; Puerta de las Villas, de Mogón, y Melgarejo, de Pegalajar, porque han escogido el camino de la calidad, que no siempre quiere decir el de mayor beneficio económico, al menos inicialmente, rompiendo con el conservadurismo a ultranza que tanto tiempo ha caracterizado a este sector vital de la economía jienense. Acontecimientos como el de Bilbao son puertas que se le siguen abriendo a nuestros aceites, exhibiendo por todo el mundo los galones que le dan ser la avanzadilla como provincia principal productora mundial con ese bosque inmenso de 66 millones de olivos que lo dicen casi todo de Jaén.
La carrera por la calidad, en la que ahora se está, acabará imponiéndose, porque en ella está también el futuro de Jaén, no hay otra salida posible. Hay que saber agradecer que para que haya llegado este momento de tan buenas sensaciones para nuestros buenos aceites hay un ente, que es la Diputación Provincial, no nos deben doler prendas en reconocerle su enorme mérito, que se ha preocupado, con muchos recursos y actuaciones, en abrirle al sector y a la provincia las puertas del mundo y enseñarles cuál es el camino.