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Jaén, 12/septiembre/2019

Lo que queda del día…Consummatum est. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jaén, formado por PSOE y Ciudadanos ha aprobado en un pleno extraordinario la subida del IBI, que por mucho que han tratado de maquillar los números, va a ser del 11%, incluyendo la eliminación del 2,5% por domiciliación de recibos que se anula, con el argumento, pienso que bastante peregrino, por parte de la actual concejala de Hacienda, María Orozco, de que en un ayuntamiento con riesgo financiero no se pueden hacer este tipo de bonificaciones. Menudo marrón le ha caído a la “ciudadana”. De hecho los primeros en recriminar esta medida del grupo de Rivera han sido algunos de sus propios militantes, los más activos en redes sociales, con el razonamiento de que una medida de este calado no figuraba en el programa electoral, todo lo contrario, hoy los suyos propios y el PP por tierra, mar y aire, se han dedicado a publicitar el contenido del programa de las pasadas elecciones municipales de la lista encabezada por María Cantos, donde figura el compromiso de “bajar el recibo del IBI”, cuando a la hora de la verdad ha sido “subir”. Supongo que en este grupo municipal se les ha contagiado la visión política del consejero de Economía de la Junta, su compañero Rogelio Velasco, célebre por haber afirmado en su momento, tras la llegada al gobierno de la comunidad autónoma, que los compromisos de las campañas están para no cumplirse y que lo que se usa es una forma de expresión que vienen a ser “metáforas”, que al parecer no hay que tomarse al pie de la letra. Acabáramos.  

Con todo, es un primer revés importante para el gobierno municipal que en pocos días se ha enfrentado a medidas cuanto menos polémicas y controvertidas. El equipo de gobierno habla directamente de valentía, pero hay una exigencia que se deben plantear los políticos y es la prudencia, aunque sea junto con la valentía, pero unidas, no separadas. Me parece normal que el PSOE quiera hacer su política y marcar las diferencias con el anterior gobierno, que en muchos aspecto es de esperar que así sea porque hay donde actuar, y que en parte haya sintonía con los postulados de Ciudadanos. De todas maneras cuesta creer que el grupo mayoritario haya torcido la voluntad en campaña de su ahora socio de gobierno, a no ser que se le haya abierto con información pormenorizada de la hoja de ruta impuesta por el Ministerio de Hacienda y de este modo le haya llevado a su terreno. De todos modos resulta bastante sorprendente en partidos que pregonan la participación y la transparencia, el ejemplo de opacidad que ha habido en este primer asunto controvertido de orden económico, nula información previa, hecho consumado, ni siquiera se ha contado con la televisión local, porque no existe, para que los jienenses se enteraran en sus casas, en directo, de unos acuerdos que van a afectar a sus bolsillos, y además parece que la estrategia es a propósito, casi con nocturnidad y alevosía, de tal modo que es absurdo entrar en una guerra de cifras entre los unos y los otros, cuando cualquier jienense lo va a poder verificar con la simple comparación entre recibos. Y pregunto, ¿esto es lo que nos espera durante todo el mandato de cuatro años, contando con que esta situación se vaya a dar, me refiero al actual pacto de gobierno?

La justificación de que la subida del IBI es requisito del Ministerio para conceder los 26 millones de los fondos estatales de ordenación para el pago de sentencias judiciales firmes, me parece que no se ha testado suficientemente, de hecho el concejal del PP y ex responsable de Hacienda, Manuel Bonilla, que tiene experiencia demostrada en este ámbito, lo ha puesto en tela de juicio y pronostica que este gobierno del Ayuntamiento de Jaén va a “freír” a impuestos a los jienenses, aunque es posible que la declaración sea un tanto exagerada, porque ahora están a muerte, hay unos cuantos temas que no van a permitir la menor tregua. En su descargo, del gobierno local, hay que decir que los populares no hicieron esos pagos a los que estaban obligados y desde este punto de vista tienen más fácil la crítica, pero es un poco tramposa porque ellos no dieron solución a un problema que les quemaba, hicieron otras cosas, pero de esta se olvidaron o simplemente la ignoraron. Hay que decirlo todo, no dejarse nada en la recámara, aunque lleguemos a la misma conclusión, hay que escuchar más a la calle y se corre el riesgo de no ser permeables y exponerse a avanzar un paso y retroceder dos. El PSOE tira de Ciudadanos, y el partido que encabeza María Cantos tiene más que perder, no llevan cien días gobernando al alimón y a pesar de sus esfuerzos por diferenciarse, que seguro que están en ello, la realidad es que el grupo queda un tanto desdibujado en el conjunto de la acción de gobierno, por importantes que sean las responsabilidades asumidas, porque en este momento no me refiero a asuntos de gestión, sino a visibilidad y nivel de influencia política.    

Cambiando de argumento, el decano del Colegio de Abogados, Vicente Oya Amate, ha reivindicado hoy la construcción de la Ciudad de la Justicia. No es la primera vez que lo hace, ya plantearon la misma formulación en su día todos los decanos anteriores desde hace más de veinte años, en realidad hemos perdido la cuenta. A todos los conozco y todos han repetido la misma cantinela, eso sí, sin el menor éxito. Lo mismo que los respectivos presidentes de la Audiencia Provincial desde el primero, creo que Pío Aguirre, hasta Rafael Morales, el actual, un señor muy educado y correcto pero que no comulga con ruedas de molino y que en su día, no hace mucho, cuando presentaba la memoria del pasado año judicial, le cantó las cuarenta a los políticos, y, entre otras cosas, expresó su rabia, “por no poder ofrecer a los ciudadanos la Justicia que se merecen”. Qué falta hacen en Jaén personas así que hablen claro y defiendan a sus instituciones. En fin, estábamos ya a la espera de un proyecto y nos cambian los planes. Como diría Benedetti, cuando creíamos que estaban todas las respuestas, surgen de nuevo las preguntas. Estamos donde estábamos hace unos cuantos años, en el solar de Marroquíes Bajos, optando por la solución de encajarla en el entorno en lugar de proyectar esos yacimientos tan importantes que sin embargo hemos descuidado de manera tan desconsiderada para nuestra propia identidad. El Colegio de Abogados ni siquiera ha pretendido entrar en el dónde, solo se interesa por el qué y el cuándo. He aquí un ejemplo que identifica muy bien el paso del tiempo en este Jaén nuestro sin que nos veamos sorprendidos por la continuada repetición de los argumentos. Es posible que la semana que viene volvamos a lo mismo, igual que el año pasado y con toda seguridad el próximo año y el siguiente.

Durante todo el verano he hecho una prospección por numerosos establecimientos de hostelería de Jaén, sobre todo bares y cafeterías, por la simple curiosidad de comprobar qué aceite sirven para los desayunos y en qué aceiteras. En la mayoría de los casos me he encontrado con aceites de Jaén y en aceiteras irrellenables, esta es la verdad, y debe quedar constancia de ello. Pero del mismo modo me ha llamado poderosamente la atención que hay más locales de los que pensaba que o tienen las aceiteras rellenables, es decir que pueden darte cualquier aceite, y que estoy seguro que algunos ni siquiera son aove, y luego hay, que me sigue sorprendiendo, negocios que optan por aceites de fuera de Jaén. Hace pocos días compartí la entrada de un amigo de Facebook que acababa de desayunar en la cafetería de la Universidad de Jaén y le habían puesto como aceite una tarrina de una firma de Málaga, en concreto “La flor de Málaga”, que, dicho sea de paso, también me la he encontrado en bares muy acreditados del centro de nuestra ciudad. La advertencia en las redes sociales fue muy comentada, y las opiniones mayoritarias se inclinan por la conveniencia de que en Jaén luchemos por levantar lo nuestro, por razones que no creo que haya que explicar. De todos modos hay quienes defienden que existen las leyes del libre mercado, etcétera, y que este tipo de situaciones no deben sorprendernos. Respeto todas las opiniones, faltaría más, pero la mía, en la que no voy a transigir porque creo que me asiste una razón muy poderosa, es la de que somos los jienenses los que tenemos que hacer grande lo nuestro, y con esta filosofía que es muy sencilla de entender no puede explicarse que un establecimiento rechace vender aceite de la tierra y mucho menos que quien dé ese paso sea nuestra Universidad, un símbolo, un icono de Jaén, la principal empresa que tiene nuestra provincia. Pues bien, a la vista de la información o denuncia alguien advertía en las mismas redes sociales que iban a desaparecer “ipso facto” las tarrinas de la firma malagueña e iban a ser sustituidas, o lo estaban siendo ya, por marcas jienenses. Esto no ha sido así, esta misma mañana han servido el mismo aceite. Y al interesarme por este hecho me sugieren que quienes vayan a consumir al local sean los que demanden el aceite de Jaén. Pudiera ser, pero parece bastante más natural que se ofrezca sin pedirlo, estamos aquí y lo nuestro se tiene que hacer valer por sí solo, sin ayudas.

Quiero dejar claro llegado este punto que no tengo nada en contra del aceite “La flor de Málaga”, todo lo contrario, ni por supuesto critico su estrategia comercial, a la que tiene todo el derecho. Solo apunto que en Jaén debemos apostar por lo nuestro, sobre todo cuando somos la provincia más olivarera del mundo y nos llena de orgullo esta consideración. Lo que lamento, por tanto, es que, por un lado, no se haga vigilancia estricta de la ley que prohíbe las botellas rellenables de aceite, y por otro, porque me produce una sensación desagradable, es que la Universidad no ponga los medios y exija en su contrato para la explotación de los servicios de bar, cafetería o restaurante, que esté presente el aceite de Jaén, y supongo que habrá muchas firmas dispuestas a estar en la UJA y llegar a acuerdos con la empresa que en cada momento se quede con la concesión de estos servicios. No es un tema de legalidad o de norma, es de sensibilidad y de dar ejemplo. No quiero ser pesado en este asunto y espero no tener que volver a él, pero al menos a mí me parece importante y significativo, aunque entienda que haya personas a las que les pueda dar igual un aceite que otro. Mi criterio es que si nosotros no apoyamos a nuestro aceite de oliva virgen extra, ¿quién lo va a hacer?

Y me van a permitir una felicitación a Santi Rodríguez, nuestro Santi, un artista como la copa de un pino, pero un ser humano extraordinario, que sigue sumando ediciones en su compromiso con la Asociación de Síndrome de Down, aunque es fácil encontrarlo habitualmente en apoyo de cualquier causa solidaria o que tenga que ver con el jaenerismo. Grande Santi, grande su espectáculo “Santi y sus amigos”, que mañana, viernes, celebra su XI edición. Nos sentimos orgullosos de esta oleada de solidaridad y de que sea uno de los nuestros. Por cierto, tampoco este evento va a poder recogerlo Onda Jaén, la televisión local tan pegada a la ciudadanía. Sigue silenciada por un capricho municipal con el argumento de que es deficitaria, que serviría, de seguir el ejemplo, para cerrar todos los medios de comunicación públicos del país. También un día más sin aclararse la investigación del incendio intencionado. Hace una semana que era “inminente”, ignoro en qué momento procesal estamos, por lo pronto esta mañana me he ido al dial de Onda Jaén radio,  y como jienense me ha indignado su silencio y he concluido que el gobierno municipal, tan cómplices, tan de la mano, se han aprovechado de una situación penosa para cumplir una promesa, incluso es posible que una venganza. En la esquela que está a punto de fraguarse van a aparecer una coronas encargadas por miles de jienenses que rechazan la medida, muchos más de los que los promotores consideran de su impopular ¿prioridad política?  y una inscripción bien rotunda: “Sus trabajadores no os olvidan”.  

 

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