De vez en cuando se van sucediendo declaraciones que ya, a casi ocho años del compromiso expresado rotundamente por la Junta, vienen a echar tierra sobre la posibilidad de que la Universidad de Jaén pueda contar con el Grado de Medicina. No hace mucho, el rector de la Universidad, Juan Gómez Ortega, se limitó a decir en unas declaraciones públicas, algo así como que “estamos trabajando para que se den todas las circunstancias. Pero es una titulación cara. No hay que perder la esperanza”. Creo que era una manera suave de decir que se tira la toalla, el proyecto está totalmente perdido, han pasado casi ocho años desde su anuncio y no se ve indicio de ninguna clase para hacerlo realidad. Debe quedar meridianamente claro que en su día, en 2010, parecía que en un par de cursos contaríamos con la nueva Facultad, pero la crisis y los olvidos acabaron con una nueva ilusión para la ciudad y su provincia.
El entonces presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que por cierto tenía serios encontronazos con la familia socialista de Jaén, se trajo a la ciudad una reunión del Consejo Andaluz de Universidades, en la que a bombo y platillo, lo recuerdo muy bien, anunció la creación de la Facultad de Medicina en la UJA. Me extrañaría que en cualquier otra universidad hubieran permitido dejar pasar una promesa de este tipo, aquí sí ha ocurrido y de lo único que se trata es de exigir que los políticos no vengan a hacer brindis al sol o a hacer política de partido, a costa de los jienenses que todo lo admiten. Pues no. Soy de los que piensan que la Universidad de Jaén y con ella la sociedad, empezando por el Consejo Social de la institución, deberían haber estado recordando machaconamente su compromiso y si llegado el caso no hubiera sido posible, algo que me niego a aceptar, tendría que ser a cambio de otra oferta que pudiera interesar a la UJA, nunca pasar página y actuar desde la falta de consideración y el engaño complaciente.
También leí ni hace mucho las declaraciones del presidente del Colegio Oficial de Médicos, que tampoco se muestra partidario de establecer en Jaén el Grado de Medicina y cree mejor que se completen en los lugares de Andalucía donde ya existen. Lamento no coincidir con ninguna de las opiniones citadas, básicamente porque las promesas están para cumplirlas y Jaén se merece una explicación. Es una lástima que los políticos pasen a veces con tanta rapidez por los cargos, porque se impide que le puedan ser exigidas responsabilidades y lo digo por este y por otros casos que siguen en Jaén en la permanente lista de espera.
Ya he hecho en los últimos años varios alegatos para tratar de que no se quede en el olvido una promesa formal y las autoridades de la Junta no nos sigan echando jarros de agua fría, porque los que llegan no quieren saber nada de historias del pasado. De hecho, sin ningún reparo, el secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología, reconoció no hace mucho en la UJA que es la limitación en las contrataciones la que hace muy difícil instaurar Medicina en la Universidad de Jaén. Todo un despropósito porque lo que le ocurre a la Junta con Jaén no tiene nombre, no se inventan nuevos proyectos ilusionantes para esta provincia y, con respecto a los que ya estaban, los siguen dilatando en el tiempo cuando no cerrando el paso como ocurre con Medicina.
No niego las dificultades a las que se aluden en el aspecto concreto de las contrataciones, pero sí afirmo con rotundidad que a perro flaco todo son pulgas y que los políticos encuentran más facilidades para recortar en Jaén que en otros lugares donde se lo ponen mucho más complicado. Verbigracia, Granada. Tiene que haber soluciones, no me creo que un compromiso sellado en abril de 2010 se tenga que revisar y que la crisis se cebe aún más en nuestras posibilidades de futuro. Y me cuesta ver, además, que las fuerzas vivas de esta ciudad, den por bueno el argumento oficial y aquí nadie proteste y reivindique bien alto para que a la Junta le llegue el clamor en lugar del resignado silencio. Puede haber problemas económicos, cierto, pero algunas universidades siguen creciendo y sumando titulaciones.
Es verdad que los políticos jienenses que se hicieron la foto, con Griñán a la cabeza, hace ya casi ocho años, anunciando y prometiendo solemnemente el Grado de Medicina para Jaén, ya no está ninguno de ellos, para pedirles explicaciones. Lo que digo es que algunos tenemos la obligación de tener conciencia y memoria. No podemos ni debemos consentir que aquello fuera una pantomima, una manera de mofarse de Jaén tratando de darnos un caramelo para aliviar las tensiones políticas que entonces eran bien evidentes entre Sevilla y Jaén. No podemos ni debemos rendirnos, si hay problemas políticos debe ser para todos y si hay prioridades aquí debe estar Jaén para exigirlas. Ni más que nadie, ni tampoco menos que nadie.
Foto: Uno de los accesos a la Universidad de Jaén.