Por ANTONIO GARRIDO / Menos mal que hace solo unas semanas fue posible constituir la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén, ante los temores de que se produjeran serios recortes que pudieran afectar al futuro desenvolvimiento financiero de la UJA. Frente a los políticos, en especial de los partidos que gobiernan la Junta, dando por hecho que había acuerdos bien atados y que no se daban condiciones razonables para la movilización social, poniendo como excusa las propias declaraciones del rector, Juan Gómez, satisfecho de los acuerdos adoptados, en estos días nos hemos encontrado con el reconocimiento expreso del responsable de la institución universitaria en el sentido de que la presión ejercida por la referida Plataforma ha tenido mucho o todo que ver con el curso de los acontecimientos, es decir, con el freno a unos planes que representaban un hachazo en toda regla al desarrollo de nuestra Universidad.
A pesar de ello, como también se preveía desde la sociedad civil, la convocatoria electoral realizada por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, pone el marcador a cero, y cualquiera sabe lo que vaya a ocurrir tras la cita con las urnas del 19 de junio. Por si acaso, algo sí hay ya seguro, y es que la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén, va a estar muy vigilante del desarrollo de los acontecimientos, va a tratar de implicar a las opciones políticas que concurran a los comicios autonómicos, para que todas ellas lleven en sus programas de manera muy clara y terminante el compromiso con la UJA y no haya lugar a posiciones cerradas como la que ha venido mantenido el consejero Velasco, que ojalá no repita, por nuestro propio bien. Por tanto, la Plataforma velará armas, pero estará muy activa para evitar que nadie trate de tocar el desarrollo de la empresa más necesaria y emblemática con la que cuenta la provincia, la única capaz de provocar el cambio mental y material de la sociedad jienense.
El modelo de financiación es el verdadero leitmotiv de la Plataforma Ciudadana, pero a la Universidad de Jaén hay que defenderla en estos mismos momentos de otros riesgos, en especial de las consideradas universidades grandes y poderosas, que durante muchos años han disfrutado de beneficios, que se han repartido la tarta a su conveniencia y que al parecer no ven con muy buenos ojos que las universidades más pequeñas y con menos historia, busquen las vías naturales de crecimiento para desarrollarse ellas y servir al progreso de sus respectivas comunidades. No me cabe duda de que en el propio Modelo de Financiación planteado y parece que frenado por el momento, aunque no me lo creo del todo, tiene mucho que ver la suficiencia de las instituciones más potentes, las que se han sentido tan bien repartiéndose la tarta a su conveniencia y ahora se ven en la tesitura de tener que ceder ante otras universidades, como la nuestra, que aspiran a algo tan elemental como crecer y hacerse cada vez más útiles y comprometidas con el futuro de su provincia. Y si transigen, es porque faltan médicos en Andalucía y hay que formarlos. En este sentido me llegan unas declaraciones de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, que tratan de ser comprensivas ante el reto que se ha planteado en Jaén y Almería de implantar de inmediato el Grado de Medicina, ahora bien, hace una llamada a los planes de estudio, parece que pretende decir: Facultad de Medicina, sí, pero no de cualquier manera. No sé si hay algún mensaje cifrado en esta manifestación, que es posible que se produzca porque le hayan llegado rumores del malestar de la otrora colonia dependiente de la Universidad de Granada, por otra parte tan ligada a Jaén por la formación de muchas generaciones de titulados en todas las ramas del conocimiento.
Cuando surgió el conflicto financiero que auspiciaba el consejero Rogelio Velasco, defendí en todo momento que se iniciaba una revuelta política y que había que tratar de no disparar contra el resto de universidades. Lamento haberme equivocado en mi buena fe, en realidad creo que en el fondo subyace una especie de contubernio, por intereses que se me escapan, porque no entiendo el sentido de exclusividad y la baja estima en que parece que nos tienen, claro que por algo será. Lo he visto más claro al enterarme de la existencia, al parecer, porque yo no lo he visto, pero así se ha transmitido, de un escrito dirigido a la Junta de Andalucía de los rectores de cinco instituciones de las más renombradas de Andalucía, entre ellas las universidades de Granada y Córdoba, si no oponiéndose frontalmente, sí planteando exigencias al establecimiento de los estudios de Medicina en lugares como la Universidad de Jaén, y lo mismo en Almería. Nada nuevo bajo el sol, especialmente en las vecinas, que son las que se creen con derecho a exigir y que defienden sus privilegios, porque obviamente perderían alumnos y les ha ido mejor con sus posicionamientos de colonialismo. No quiero entrar muy a fondo en este asunto, hasta que no sea estrictamente necesario, pero si hubiera sido por la Universidad de Granada, hoy no llevaríamos treinta años con una universidad propia. Todavía recuerdo declaraciones de antiguos rectores granadinos, caso del profesor Gallego Morell, cuando Jaén solo tenía Colegio Universitario, que ni en sueños pensaba que esto sucediera, así me lo expresó muy claramente en una entrevista, menos mal que hubo una decidida apuesta política, en este caso sí viene bien utilizar el tan manoseado término “apuesta”, porque lo fue y todas las fuerzas políticas lo aceptaron y un consejero, jienense por más señas, Antonio Pascual, fue el gran valedor, y solo él sabrá las críticas que hubo de soportar por una voluntad política tan valiente y decidida. Pues eso, las “grandes” y poderosas, las bien equipadas económicamente y que siempre han disfrutado de sus prerrogativas, tienen sus reticencias al reparto del pastel, les gustaría ser únicas y exclusivas y así no perder su estatus.
En los últimos tiempos tanto desde la Junta como desde la propia UJA nos han venido diciendo que el Grado de Medicina no corre peligro y que el primer curso está previsto implantarlo en el próximo año académico. Así lo esperamos. Creo que falta una autorización de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), que es de suponer que ya es de puro trámite, pero como en Jaén todo nos cuesta más y nos salen enemigos hasta de debajo de las piedras, incluso en nuestro propio ámbito, tampoco hay que irse muy lejos, habrá que estar muy despiertos para dar en cada caso a quien corresponda la respuesta más enérgica de que ya se acabó el continuado maltrato a Jaén, ya sea a su Universidad o en cualquier otro ámbito. Esta sociedad ya no va a permitir más engaños ni más juegos con nuestro futuro, así que aviso a navegantes, sean quienes sean y estén donde estén. Razones por las cuales la Plataforma en Defensa de la Universidad de Jaén es más necesaria que nunca.
Foto: Primera movilización de la sociedad civil por medio de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén, la primera, pero tal vez sean necesarias algunas más.
Magnífico Antonio!!! Enhorabuena!!!
Muchas gracias por el comentario. Saludos.