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Por ANTONIO GARRIDO / Calor sofocante, Jaén es un horno y lo que queda, según los partes meteorológicos. La política también quema. En Madrid el presidente del Gobierno decreta manga ancha para según que cosas y estrecha para otras, barre para casa, cada vez va a costar más ponerse al lado de la crítica a su excelencia don Pedro. Algunas de las medidas dictadas están de acuerdo con otras establecidas en el marco europeo, lo peor es cuando se usan para beneficio propio y del escrupuloso control. Creo haberlo dicho en más de una ocasión, pero no tengo reparo en repetirlo, en los últimos años se ha ido deteriorando el marco de la libertad. Los gobiernos, todos, rechazan la crítica y no digamos los equipos de aduladores de los que se rodean. Sí, malos tiempos, por eso tratan de promulgar normas a su imagen y semejanza con los pretextos más banales. Ya en Andalucía, ha resucitado Manuel Chaves, aquel presidente de mal recuerdo para los intereses generales de Jaén, sálvese quien pueda, porque también hizo favores ostensibles. Hoy se ha atrevido a afirmar, con todo el descaro del mundo y una actitud que cuesta trabajo calificar, que la sentencia del Constitucional es el fin del ciclo de gobierno del PP, y aprovecha para ponerse a disposición del PSOE, igual opta por volver. Es obvio que no me voy a erigir en el abogado defensor de los populares andaluces, pero lo de Chaves tiene tela, en lugar de humildad, la imprudente actitud de la soberbia. Sus señorías progresistas del Constitucional han hecho tabla rasa, todos inocentes, aunque determinadas causas tendrán que revisarse, pero adiós a esas sentencias ejemplares, en proporción al montante millonario perdido en los EREs, pero, ya se sabe, el dinero público parece no ser de nadie.

Otro que también puede respirar tranquilo, aunque salió casi indemne de la quema, es el que fuera todopoderoso consejero jienense, Gaspar Zarrías, la mano derecha de Chaves. Ya hace unos días comenté el caso y no insistiré, es más, no le deseo mal a ninguna de las personas que han estado implicadas en este proceso, menos si se trata de políticos de Jaén o ligados a la provincia con los que hemos tenido que relacionarnos en años atrás por razones obvias. Dicho esto debe quedar claro que una cosa es aceptar lo que en cada momento diga la Justicia, aunque también tenemos derecho a pensar que nos toman el pelo y que efectivamente hay dos varas de medir, y que la instrumentalización de este poder del Estado es un mal endémico de nuestra democracia, y otro que pretendan que les organicemos un homenaje colectivo a quienes por acción u omisión vivieron el triste episodio de los EREs y la enorme vergüenza que supuso, como se puede certificar expresamente desde esta provincia. Es de esperar que el siguiente capítulo no sea distinguirlos a todos con los máximos honores del Estado. Ya llevan bastante con las lisonjas que estamos leyendo, creíamos que habían sido condenados con sentencias firmes por alguna responsabilidad en distinto nivel, cuesta trabajo verlos ahora como héroes y personajes ejemplares. No quiero pecar de injusto, pero ¿no les parece que en esta sociedad se está cambiado la escala de valores y que cada día tenemos que asumir conceptos y situaciones que antes no se daban, al menos con tanta naturalidad como ahora ocurre?  

Ya en casa se agradece que los movimientos sociales estén vivos y operantes. Lo hemos visto en el caso del Conservatorio de Danza, y a pesar de que hay muy buenas palabras por parte de la Consejería, porque el Ayuntamiento por mucho que se empeñe el alcalde es un convidado de piedra, la acción ciudadana que lleva años movilizándose es a la que verdaderamente hay que felicitar, porque le ha costado lo suyo una demanda tan simple. Da la impresión de que todo cuesta más en Jaén. Hay un compromiso firme, pero son plenamente conscientes de que no se pueden dormir en los laureles porque hace falta un cronograma y bien claro. Me encanta esta lucha social, porque es la única manera, no conozco otra, de que los políticos se pongan las pilas y no demoren soluciones. Estaremos atentos. Un panorama similar es el que afecta a la planta de estiércol autorizada por el anterior gobierno municipal en la zona del Puente Jontoya, un marrón heredado por el actual Ayuntamiento. Hay un movimiento en pie de guerra, ecologistas y asociaciones vecinales, en concreto la asociación «Juntos Ya», en tanto que la responsable de la Gerencia de Urbanismo ha tomado la decisión de paralizar la licencia. La noticia ha traspasado fronteras para llegar a medios nacionales, y ciertamente es inadmisible que una planta de estas características pretenda ubicarse en el lugar previsto, paraje natural y muy próximo a una zona habitada. Ya está bien del todo vale, por esta razón me parece que sigue siendo vital, y más en esta ciudad donde los desmanes han estado a la orden del día, que la sociedad civil siga fortaleciéndose y esté muy vigilante. La asociación «Juntos Ya», del Puente Jontoya, tiene publicado en su perfil este texto, que lo dice todo:

«JAÉN NO OLERÁ A ESTIÉRCOL | El Ayuntamiento de Jaén no quiere que sepas que ha permitido la construcción irregular de una balsa de 5.000T de estiércol al lado del COLEGIO ALFREDO CAZABÁN y el PUENTE JONTOYA.

🗓 En octubre de 2023 denunciamos el peligro de esta balsa SIN INFORME POSITIVO DE MEDIOAMBIENTE, SIN VALORACIÓN DE IMPACTO EN SALUD Y SIN INFORME DE CONTROL DE PLAGAS pero nos han ignorado.

🖊 NECESITAMOS TU FIRMA para hacer presión al Ayuntamiento de Jaén, accediendo a change.org/jaennooleraaestiercol

Mañana el alcalde se reúne con quienes han protagonizado las alegaciones, veremos de qué manera actúa finalmente el Consistorio.

También he leído un dictamen muy juicioso, como todos los suyos, del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Jaén (CES local) en relación con la ordenanza de veladores. En los últimos años, desde la pandemia, se han cometido verdaderos atropellos, muchos negocios de hostelería han tomado literalmente la vía pública y en algunos casos parece que a perpetuidad. La excepción se ha convertido en regla. El CES se manifiesta en favor de una forma ordenada, lo que todo el mundo puede considerar prudente, garantizar el paso de los ciudadanos cuando se trata de espacios públicos, respetar la accesibilidad y la seguridad pública. Lo cierto es que se ha consentido que la ciudad sea poco habitable, demasiados obstáculos y debería iniciarse un camino de retorno en la medida de lo posible. Hay que apoyar la hostelería, sin duda alguna, pero la prioridad son los peatones, esta es una regla sagrada.

Por lo demás, desde hace unos días no ha habido novedades con respecto a la carta a la ministra de Hacienda, inspirada por el alcalde y con un PSOE disconforme. Nada nuevo bajo el sol. Sobre este asunto he estado dando vueltas en los últimos días y llego a la conclusión de que no sé si es mejor que se transmita a la ciudadanía toda la información sobre la deuda municipal o lo que corresponde es hacer más y quejarse menos, porque es meter presión al vecindario, y se nota porque las redes sociales convertidas a veces en redes fecales empiezan a soltar basura criticando a diestro y siniestro, que está bien, salvo cuando se acude al insulto grueso, incluso mensajes de odio, y en todas direcciones. Los políticos con mando en plaza deberían tener la suficiente altura de miras para mover ficha sin inquietar demasiado a las víctimas de la ruina, porque no se olvide, lo repito, que ni los ciudadanos ni los funcionarios del Ayuntamiento son culpables de la situación de la tesorería municipal. Con Manuel Bonilla de concejal de Hacienda lo cierto es que en muy pocas ocasiones se lanzaron mensajes de alarma, simplemente el edil estuvo gestionando, a mi modo de ver bastante bien, y hasta fue capaz de dejar aprobado el presupuesto de 2017, el último hasta hoy. Y con la anterior edil, María Orozco, la verdad es que tampoco se hizo alarde, salvo cuando tocaba aprobar alguna operación financiera. No digo que se nos ignore, pero llego a la conclusión de que los gobiernos son los obligados a resolver el problema, que no es nuevo, viene de atrás, y nos harían un favor si trabajan la eficacia y cuando nos den noticias que sean alentadoras, no nos trasladen la culpa y la responsabilidad, por favor.

Siguen los desencuentros entre los grupos del equipo de gobierno, PP y Jaén Merece Más, hoy a propósito del nombre de unas calles en el entorno del campo de fútbol, el partido que fue plataforma se ha molestado bastante por lo que parece, otras denominaciones sí han salido adelante. El patio está medio revuelto, cualquier día estalla otra crisis, aunque más parece que se ha cronificado y es permanente. Por lo que respecta a la rehabilitación de la iglesia de Santa Catalina, en el conjunto de Santo Domingo, la Diputación se ha comprometido a que en 2026 estará lista, y conociendo cómo funciona no dudo en que será así, pronto tendremos este nuevo recurso patrimonial en el casco histórico. Bien está lo que bien acaba.

Foto: La asociación de vecinos «Juntos Ya», del Puente Jontoya, clama por un entorno limpio.

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