Por ANTONIO GARRIDO / Me van a permitir que, avanzando en la verdadera cuesta, que ya es la de febrero, empiece con la frase de un psicólogo, Carl. Rogers: “Cuando miro al mundo soy pesimista, pero cuando miro a la gente soy optimista”. Como las anteriores, esta semana nos daría cuerda para rato si decidiéramos pararnos a escrutar la realidad que nos circunda dentro y fuera, drama y comedia, hay donde elegir, ¿qué les voy a contar? Pero la esperanza es la gente que merece la pena, y en este momento ya barro para casa, estos días se han anunciado las banderas de Andalucía para distinguir a jienenses con nombres y apellidos o colectivos que se han destacado en alguna faceta para contribuir a un Jaén mejor. Y sí, esta semana desemboca en la celebración del Día de Andalucía y Jaén se suma a ella como el resto de los territorios, faltaría más. El viernes, día 24, se van a entregar en el Aula Magna de la UJA, diez banderas que corresponden al ámbito de la provincia y que distinguen al Ateneo de Ilugo, Festival de Música en Segura, Federación de Peñas del Real Jaén “La Victoria”, José Luis García-Lomas Hernández (a título póstumo), empresa Andel, José Ignacio Porras Sánchez, Irma Soriano, Grupo Oleícola Jaén, Voluntarios de la Parroquia San Pedro Poveda de Jaén y Elena Arias Salgado Robsy. Tenemos tres Medallas de Andalucía, igualmente con acierto pleno: Colegio Cándido Nogales, la empresaria Silvia Peláez, de Quesos y Besos, y el eminente doctor Ramiro Rivera López, distinciones que serán entregadas el día 28, en el acto solemne que tiene lugar cada 28-F en Sevilla. Los premiados constituyen una buena muestra de ese Jaén con razones para el legítimo orgullo.
Comparto una preciosa confesión del recordado Carlos Cano, un paisano de lujo: “Ser andaluz, para mí, es la forma cultural de ser persona”. Lo que ocurre es que nuestro sentimiento andaluz, el de esta provincia, no ha sido ni reconocido ni valorado. Nos han relegado en España y en Andalucía y de vez en cuando nos ofrecen bonitos discursos, amor incondicional, y alguna que otra migaja, nada que le haga justicia de verdad a nuestra tierra. Algunos, que estuvimos con Andalucía y su bandera desde el primer momento, todavía no hemos perdido la esperanza. Ahora supongo que ya estarán advirtiendo los mensajes que lanzan los aspirantes a los sillones de los ayuntamientos, en especial los alcaldables. Les deseo a todos y a todas la mejor de las suertes, porque participar en la política, con gente que en la mayoría de los casos está cargada de buenas intenciones, es digno de gratitud, solo que deberían limitarse a prometer lo que crean posible de cumplir.
Las listas ya se van fraguando, de nuevo en la capital el primero ha sido el PSOE, con una mínima renovación y una apuesta por la continuidad, Millán bien acompañado de su núcleo duro, los que le han sacado las castañas del fuego, y es ambicioso, pide una mayoría absoluta, aun sabiendo lo caras que se cotizan. La “ciudadana” María Orozco, que sin comerlo ni beberlo se vio subida al trono de la vida municipal, y a la que creo en el fondo le hubiera gustado mantener ese estatus, queda fuera, ni como independiente ni como nada, la lista es PSOE puro. Veremos en qué queda la del PP, supongo que una cosa era la voluntad de Agustín González, el candidato a alcalde, y probablemente otra la que aparezca en el Boletín Oficial de la Provincia, estamos ávidos por conocer el encaje de bolillos, el protagonista debe saber que no es un trámite, que “su público” espera una relación de nombres trabajada y pensando en áreas, por si suena la flauta, porque ya se sabe que estas próximas elecciones, salvo error y omisión, son cosa de dos. La pugna es de tal dimensión que oigo hasta comentarios tratando de diferenciar algo tan sensible en unas elecciones como es la propia cartelería, les comentaré en otro momento, puede parecer un tema menor, pero no lo es. Lo mismo digo de otras candidaturas. En no pocos lugares hacer las listas es un parto doloroso, cada cuatro años necesita la epidural para ayudar a digerir el proceso. Luego lo normal es que las aguas vuelvan a su cauce, aunque siempre suelen quedar heridos y heridas por el camino.
Esta semana ha estado en la calle el siempre controvertido debate entre lo público y lo privado. Nuevas universidades andaluzas con el sello privado, la denuncia de más convenios con la iniciativa privada en materia de sanidad para atenciones de la pública, en vez de implantar medidas estructurales en los centros hospitalarios, etc. Hay quienes de manera drástica niegan la mayor, guerra frontal a lo privado. No milito en esa división. Creo que lo público y lo privado son perfectamente compatibles, por ejemplo en Jaén me parece muy oportuno, ya era hora, que empresarios solventes hayan decidido invertir en dos hospitales privados que están en vías de construcción. Reitero, alfombra roja para el sector privado, además si tanto nos quejamos de las dificultades de la sanidad pública, en Jaén y la provincia la sanidad privada está bajo mínimos y son muchos los clientes potenciales, entre ellos miles de funcionarios, que salen a Granada o Córdoba, cada vez más concurridas y demandadas, porque en Jaén solo está la clínica Cristo Rey, Dicho esto, también soy un defensor a ultranza de todo el sistema público, en sanidad, en educación…tiene que funcionar como un reloj, que no es el caso, y dar libertad para que el ciudadano elija, esas tienen que ser, al menos así lo veo, las reglas de juego. Primero, lo público, con todas las garantías, y después lo demás.
Nos siguen engatusando con el Cetedex, en buena hora sea, pero las mejoras en el tren, que machaconamente insisto en ello, ni están ni se le esperan, silencio sepulcral de la política, lo sacan para expiar sus culpas, es un recurrente Guadiana, pero solo de higos a brevas, ahora en elecciones no toca, por vergüenza, pero en la sociedad pasamos olímpicamente, como si no fuera con nosotros, ya es difícil advertir ni una mínima queja. Esa indiferencia es descorazonadora, nos reconcilia con un pasado tan presente de resignación y de indolencia. También he visto esta semana que el grupo municipal del PP se ha quejado del paro en la capital, ha dicho que el desempleo está al 15,83% y ha debido ser un error, porque así se llegaba a final de 2022, pero hoy con 111.669 habitantes, el paro real, con datos del INE, es del 17,73%, más de 9.000 personas. No creo que se pueda culpar en exclusiva al alcalde, pero de ser así todos los alcaldes deberían asumir su cuota parte. Y de la despoblación, he escuchado el optimista mensaje del candidato popular, Agustín González, prometiendo que de llegar a la alcaldía una prioridad será frenar la sangría poblacional, ya nos gustaría saber cuál es su fórmula.
La Universidad de Jaén, pendiente de que el rector, Juan Gómez Ortega, convoque, porque es su competencia, las elecciones al Rectorado, que debe estar al caer, y mañana, en el Parlamento andaluz, el consejero Villamandos tendrá que pronunciarse sobre el modelo de financiación y el tratamiento a Jaén, en una pregunta formulada por el Grupo Parlamentario socialista, que posiblemente defienda Ángeles Férriz. Habrá público para tomar nota, una representación de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Universidad de Jaén. Por cierto, la Universidad y el Ministerio de Defensa, con la colaboración de Diputación y Ayuntamiento, han programado una sesión de trabajo, que tendrá lugar el día 6 de marzo, durante toda una mañana, en el Aula Magna, con el sugestivo título de “El Cetedex, generador de valor para Jaén”, con diferentes intervenciones, y todo hace indicar que se dará a conocer todo lo que hay que saber sobre ese Centro. Me acabo de inscribir como asistente porque me resulta interesante y al tiempo es otro indicador de que el proyecto va en serio, ya es una garantía que la UJA esté de por medio.
Finalmente, por lo que he visto en las redes sociales, parece que medio Jaén ya ha probado la nueva cerveza El Alcázar a la que han añadido el calificativo de “leyenda”. Verdaderamente lo es el hecho de recuperar el sabor clásico que está en la memoria de los jienenses desde el año 1928. Parece que hay división de opiniones, unos están encantados de su cerveza de toda la vida, otros dicen que es suave y cara. Nunca llueve a gusto de todos. Pero se agradece el gesto de Heineken, que parece que se ha dado cuenta, trabajo y tiempo le ha costado, de que la marca “El Alcázar” es para Jaén más que una bebida, un emblema.
Foto: El candidato del Partido Popular a la Alcaldía de Jaén, Agustín González, observando un cartel con su imagen, previamente a la presentación de su candidatura, en fecha aún reciente.