Por ANTONIO GARRIDO / Mis acotaciones del pasado día 7, la semana pasada sin ir más lejos, terminaba así: “En fin, ¿que los jienenses paguen, vía impuestos, los platos rotos de los políticos? Pues debe ser que NO. Por lo demás, ya sé que estamos en un momento procesal muy goloso para explicitar las diferencias, pero por sentido de la responsabilidad y porque hay una ciudad detrás que no se merece que se le sume al actual panorama el espectáculo del descrédito político, en este asunto deberían cerrar filas, ver más lo que les une que lo que les separa. El problema es grave, muy grave, pero con un Ayuntamiento en el que cada grupo mire en una dirección diferente estamos condenando a la ciudad hacia no se sabe dónde. Es lo que me preocupa como jienense. Este es mi mensaje: sentido y sensibilidad”. Antes, en el artículo de referencia, también recordaba de qué modo los dos partidos mayoritarios se reprochan mutuamente del pozo en el que nos han metido, pero en vez de mandarse recados lo que deberían hacer ambos es pedir perdón en nombre de las siglas a las que representan porque nos han arruinado la vida a los jienenses.
Como jienense valoro que en el ámbito municipal se esté pasando a la parte seria, es decir, a tratar al menos de afrontar la ruina municipal. Casi todos los actores han movido ficha, el grupo mayoritario del PP por boca del alcalde, ha presentado la revisión del Plan de Eficiencia de los Recursos del Ayuntamiento, que según ha indicado Agustín González, ha sido negociado con su socio, Jaén Merece Más. Por su parte, el partido provincialista también ha dado a conocer las numerosas medidas que propone para el citado Plan. Y al menos esta formación, según ha reconocido su portavoz, Luis García, piensa asistir a la “mesa de trabajo para sanear la situación del Ayuntamiento de Jaén” que propone el portavoz socialista y exalcalde, Julio Millán. Como dice el refrán popular, “más vale tarde que nunca”, lo importante es que, aunque sea con mucho retraso, exista el necesario consenso y se haga política útil para la ciudad. No solo han de ser conscientes de ello los partidos, deben trasladar el mensaje a los ciudadanos de manera que los palmeros moderen el lenguaje, sobre todo en redes sociales, y sean también comprensivos, ya que estamos en un momento decisivo para tratar de encontrar fórmulas por las que abandonemos un futuro que por ahora se nos ofrece con tintes dramáticos, una hipoteca de por vida. La inacción no resuelve, todo lo contrario, agrava.
Veamos brevemente el escenario. El alcalde es el alcalde, por tanto a quien corresponde liderar el proceso. Agustín González, antes de su llegada al cargo e incluso ya en él, siempre creyó en los milagros, de hecho supeditó la solución del gravísimo problema financiero a hacer desde el Ayuntamiento la misma política que ejerce en su cargo el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Esto le salió mal, los sueños, sueños son, y el problema de las arcas municipales es muy complejo, lo extraño es que él no lo conociera al detalle y pensara que con su aval de buen gestor podría resolverlo. A la vista de los resultados y habida cuenta además de que el alcalde prometió en campaña que no se volvería a presentar si no reducía la deuda, ojo al dato, pero también supongo que por un principio de responsabilidad, desde hace un tiempo se dedica a remover Roma con Santiago, de tal modo que ha llamado a todas las puertas y aunque generalmente se le cierran, empezando por las del Gobierno central, aunque lo niegue sistemáticamente el PSOE bien lo sabemos, en tanto que la Junta no tiene competencias aunque en algún momento inicial se ofreció a colaborar, Agustín González, como es su obligación, no se ha dado por vencido ni ha arrojado la toalla, sabe que la situación es muy complicada y por eso ha propiciado un Plan de Eficiencia de los Recursos del Ayuntamiento que ha ido modulando de acuerdo con la respuesta política y social.
No voy a juzgar por el momento la bondad o no de las medidas que esta mañaña ha presentado, me interesa más subrayar que este alcalde ha dado un paso al frente y que lo ha hecho con determinación, con valentía. Saldrá bien o saldrá mal, pero el delicado momento obliga al menos a poner un programa de actuaciones sobre la mesa para, lo viene repitiendo con insistencia, el Ayuntamiento más endeudado de España. Agustín González al frente de su grupo lo que busca es el equilibrio financiero, que es condición sine qua non para poder elaborar un presupuesto, del que se carece desde 2017, y no se olvide que el PSOE con Ciudadanos abandonaron esa posibilidad en su mandato, por razones obvias, no ya por falta de voluntad, sino por no existir el exigido equilibrio financiero. El regidor, que define el “desafío complejo”, dice contar con el apoyo de Jaén Merece Más para su Plan y pide asimismo el de PSOE y VOX. Algunas de las medidas que ofrece como soluciones, tales como las de centralización de servicios o central de compras, entre otras, se han repetido en numerosas ocasiones durante las últimas décadas, pero nadie se puso seriamente a ello, lo mismo que la RPT que lleva rodando tanto tiempo, que llegó casi a su fin en la etapa socialista con Carlos Alberca como concejal y que finalmente pasó a resultas. En resumidas cuentas, si los dos partidos de gobierno han confluido en posibles medidas en favor de un Ayuntamiento en tan serios apuros, supongo que necesita respaldo y por supuesto, antes diálogo y consenso. Este problema es de todos, en especial de quienes lo crearon durante tantos años y aunque sus responsables se fueron de rositas, los actuales representantes políticos han de sentirse con un deber subsidiario de dar la cara.
En cuanto a Jaén Merece Más, aparte de la rueda de prensa del alcalde, ha querido comparecer en nombre del grupo su portavoz, Luis García Millán, también muy claro y conscientes de que les toca dar un paso al frente en favor de la eficacia y del crédito político. Sus palabras iniciales son una buena manera de enfocar el panorama: “No vamos a dejar que pase el mandato y que todo siga igual, y con la única salida fácil de subir los impuestos y seguir manteniendo la deuda municipal”. A esto nos condenaría la inacción. En determinados impuestos no hay posible vuelta atrás, porque se trata de exigencias de Hacienda para poder autorizar un presupuesto, así de simple, pero al menos se orilla la subida del IBI, muy impopular y que irritaría a los jienenses, precisamente por pagar el pato, pero por lo demás el grupo de los tres concejales de JM+ hacen su aportación, hasta 48 medidas, en las que plantean alternativas de diversa índole, unas de tipo económico sin más, pero también entran en el terreno del liderazgo organizativo, incluso llegan a proponer, también lo hicieron antes de la constitución del Ayuntamiento, un tripartito para ser más los que deciden qué hacer en esta tesitura, reconocen que se llega tarde, muy tarde, pero… García Millán también ha puesto énfasis en que en este mes se conocerán los Presupuestos de la Junta y que según sea la respuesta se adoptarán decisiones. Jaén Merece Más se pronuncia sobre retribuciones, se opone al recorte de derechos a los empleados municipales, pero nadie toca a un capítulo sumamente engordado, los sueldos de los corporativos, en un Ayuntamiento en ruinas no parece lógico que haya más de veinte concejales liberados. Ese capítulo junto a las asignaciones a grupos, liberados, asesores, etc., no es precisamente una minucia.
Por cierto que en redes se sigue insistiendo sobre qué pasa con el cumplimiento de las 100+1 medidas del programa de gobierno con el que llegaron al Ayuntamiento PP y JM+. Es verdad que la velocidad no es la adecuada y estaremos exigiendo que se cumpla, pero hay cuatro años de mandato, y recuerdo a los desmemoriados que en los últimos cinco años de gobierno socialista en la Junta la señora Susana Díaz, tan amiga de los líderes provinciales y locales, no hizo en Jaén nada más que terminar dos obras que duraron casi como la construcción de El Escorial, me refiero al Museo Íbero y al Centro de Salud del Bulevar, así que algunos y algunas deberían ser más comedidos y tampoco estaría mal hacerse un poco de autocrítica. Que conste que no aplaudo el ritmo de la Junta, pasen y vean mis crónicas diarias si tienen alguna duda, las medidas se adoptan para cumplirlas, hace falta un cronograma más exhaustivo, pero al menos, y en este caso gracias a Jaén Merece Más que lo demandó, hay una hoja de ruta que antes jamás existió, es más, para evitar la crítica en los últimos años de gobierno socialista se adoptó la decisión de no provincializar las inversiones. Todo un ejemplo de transparencia.
Y luego está el PSOE en el Ayuntamiento. Sinceramente no me ha sorprendido en exceso la reacción de este grupo y en su nombre del portavoz, Julio Millán, porque ante los movimientos orquestales del equipo de gobierno, buenos, malos o regulares, pero movimientos, es decir, acción, les tocaba mover alguna ficha, porque más que solución son una parte del problema. Hay dos objetivos que se ha marcado la instancia municipal, luchar lo indecible por unos presupuestos que aún a día de hoy no se pueden hacer porque estamos en el fondo de ordenación, y el otro es un Plan de Ordenación Urbana Municipal, que se llama ahora, que debería estar ya listo si se asume al fracasar el anterior por decisión de los tribunales de justicia, y al que también se renunció en la anterior etapa. Julio Millán conoce dos datos fundamentales: por un lado, hacia dónde va el viento político en las encuestas, también en Andalucía, y por otro que si la estrategia le va bien a PP y Jaén Merece Más y no se rompe el pacto que a pesar de los pesares pende de un hilo, Presupuestos de la Junta para 2025 y su repercusión en la ciudad, el PSOE, que sigue aspirando legítimamente a gobernar Jaén, quedaría en una posición bastante desairada para lograr sus propósitos. De modo que ha movido ficha y no sé si con la intención de construir, pero estoy totalmente de acuerdo cuando propone lo que cree que es algo que espera “la gente sensata de Jaén y la mayoría social de nuestra ciudad”, en referencia a “una mesa de trabajo para el saneamiento y sostenibilidad municipal”.
Quiero entender que al invitar a JM+ a la “mesa de trabajo” no lo excluye, aunque plantea la duda al referirse a que “los dos grandes partidos acuerden las medidas que se necesitan para la aprobación del nuevo fondo de ordenación y aquellas otras medidas que son necesarias también por la ciudad de Jaén y su futuro”. No entiendo bien cuando el PSOE niega que el Ministerio de Hacienda imponga medidas al Ayuntamiento, porque entonces se podía hacer la obligada pregunta: ¿y entonces, cuál fue la razón de estar todos los años de su gobierno sin presupuesto, prorrogando sistemáticamente el elaborado en 2017 por el PP? Pese a todo creo que es el momento para el diálogo, ya conocemos las diferencia, a ver si son capaces de presentar sus ganas de aportar en positivo soluciones comunes para el Ayuntamiento y que puedan salir a flote POR UNANIMIDAD. Lo dicho, a pedir perdón y a actuar. Sé de la dificultad en este Ayuntamiento, pero cuánto me alegraría por Jaén y los jienenses recibir tan buena nueva.
Foto: Último pleno celebrado por el Ayuntamiento de Jaén.