Las cifras del paro registrado en febrero han vuelto a castigar duramente a la provincia, que suma 4.776 desempleados. Sí, ya sé que han terminado los trabajos de la aceituna y que el año en nuestra provincia se divide en ciclos. También conozco que la situación ha mejorado, al menos en las cifras, con respecto al año anterior. Pero igualmente es una terrible realidad que somos la provincia con más paro de España y que no podemos quedar resignados a repetir los ciclos como si nos hubiéramos hecho a las estadísticas y no encontremos otro camino para darle fortaleza a esta tierra.
Me niego a pensar que se haya arrojado la toalla y que nos hemos rendido a la evidencia de los datos. Actualmente tenemos 52.703 parados registrados. Y en cuanto a la foto fija del mercado laboral jienense es muy transparente, en el sentido de que las afiliaciones la Seguridad Social han pegado una bajada de campeonato, más de 22.000 personas, lo cual es indicativo de que la campaña de la aceituna es a todas luces la principal y casi única tabla de salvación para miles de trabajadores.
Entendiendo todos los condicionamientos, parece que una buena parte de quienes tienen responsabilidad de gobierno, en el conjunto de las administraciones, no acaban de enterarse de que el paro es con diferencia el gran problema de Jaén, dibujando un panorama desolador, de nuevo a la cabeza nacional del desempleo, con lo cual las alarmas están ya disparadas y lo que te rondaré. Pero creo que o no saben hacer nada por remediarlo, o simplemente no quieren. En definitiva se trata de un desprecio a la realidad que dibujan las estadísticas sobre Jaén, que son el reflejo de una realidad bien amarga para muchísimas personas y familias.
La valoración de los agentes sociales va a ser pesimista, aquí la historia se repite y los discursos también, y la de los partidos políticos, como siempre, leyendo los datos de acuerdo a sus intereses y echando balones fuera porque la responsabilidad siempre es del otro, con lo datos que son los políticos a reivindicar sus gestas y a colgarse las medallas, seguro que hoy todo serán evasivas. Nos gustaría saber qué tendrá que pasar en Jaén para que los principales responsables de las instituciones públicas se den por aludidos y decidan coger el toro por los cuernos, o qué ha de pasar para que los jienenses abandonen su siesta y demanden soluciones urgentes ante esta situación excepcional.
Nos asaltan hoy dos reflexiones. Una, el mensaje de pesimismo que los datos trasladan sobre todo a los jóvenes jienenses, cada vez más preparados, con una Universidad que quiere formar talentos, y a los que obligamos a coger las maletas y marcharse, en la mayoría de los casos para no regresar. No olvidemos que también estamos en cabeza del paro juvenil, lo digo para que no se olvide. La segunda es una pregunta dirigida a nuestros políticos, de izquierdas y de derechas, de arriba y de abajo, en el sentido de si esta situación tan arraigada, tan cruda y tan real es el proyecto de futuro que tienen para esta provincia y si no les causa sonrojo no estar ocupados permanentemente en esta cuestión.
Creo que hay que dejarse de paños calientes. Los planes de empleo son un alivio, indudablemente es así, pero muy limitado a juzgar simplemente por la evidencia de los datos. ¿Se puede hacer algo ya o esperamos al mes que viene y a seguir condenando a que miles de personas estén pendientes de recibir unos fondos estatales de ayuda, porque se les han negado otro tipo de expectativas, que tienen que ver con el trabajo y la dignidad?