No me ha sorprendido y además me alegro de que en el primer día de las inscripciones que fue ayer, lunes, se agotaran las 10.000 inscripciones con las que se contaba para tomar parte, en la noche del 14 de enero, en la Carrera Internacional Urbana Noche de San Antón. Se esperaba una respuesta de estas características, en primer lugar porque en una población que ronda los 117.000 habitantes, y teniendo en cuenta que vienen a participar atletas profesionales y aficionados de toda la provincia, del área metropolitana, jienenses que residen fuera, etc., finalmente la oferta no resulta especialmente significativa y sabemos de casos de personas que se han encargado de hacer inscripciones sin limitación, habida cuenta de que la cantidad estipulada son solamente tres euros, con lo que en su día puede haber muchos puestos libres, porque la gente se ha lanzado a inscribirse como rosquillas, lo sé a ciencia cierta, pero ese no es el problema porque se pueden compensar las salidas con las entradas.
En resumidas cuentas las circunstancias que se dan en Jaén, unido por descontado a la experiencia extraordinaria del pasado año, han sido el revulsivo, bien es verdad que también se cuenta con la moda del “runner” y que desde hace años, no solamente en la edición anterior de 2015, los jienenses le han tenido siempre mucha fe a esta popular carrera. Ahora hay costumbre de sacar las cosas de quicio y parece que se ha descubierto la pólvora, he leído algunas declaraciones un tanto fuera de medida, porque cada cual cuenta la feria según le va en ella. Nada hay diferente a lo que ha venido ocurriendo en todas las ediciones, tan sólo el feliz argumento de que una parte notable de la ciudad se ha movilizado para sacarle a esta singular cita el máximo provecho, no solo deportivo, sino también social y económico, en el disfrute de la ciudad.
Me alegro enormemente y hay un motivo fundamental para ello, y es que todo lo que sea bueno para Jaén coincidirá con los intereses que defienda a capa y espada. De todos modos pocas personas han puesto en entredicho la conveniencia de que la Carrera Urbana Noche de San Antón no se celebre en sábado, porque atrae a más gente y el espectáculo y la promoción de la ciudad bien lo merecen. Pero la Carrera es de creación todavía reciente, no está aún tocada por la vitola de la tradición y es oportuno hacer los necesarios experimentos para sacarle el máximo provecho posible.
Lo que algunos, entre los que me cuento, hemos defendido, es la existencia de la Carrera de San Antón en la noche del sábado, con una programación para redondear la noche, incluso con alguna hoguera significativa, para ponerla en el escaparate de la cita festiva anual de Jaén. Esta es la responsabilidad directa del Ayuntamiento, en la que puede hacer y deshacer como le parezca oportuno, mejor aún si consigue un cierto grado de consenso.
En lo que personalmente he discrepado es con respecto a la celebración de las lumbres de San Antón, que no hay nada que les obligue a seguir el mismo camino que la Carrera Popular, sobre todo porque en este caso la responsabilidad corresponde a los colectivos ciudadanos, especialmente a las asociaciones de vecinos, y aunque se les ha pretendido dividir y violentar más de lo que ya están sus relaciones, son ellas las responsables de promover las hogueras, las hacen con sus medios, y todavía no entiendo el motivo por el que carrera y lumbres hayan de coincidir al cien por cien. Pienso, por el contrario, que con el tiempo trascurrido ya va siendo hora de que cada actividad tenga su vida propia, se complementen en la medida de lo posible, y en lugar de un día de acento jaenero nos podamos encontrar con dos.
Foto: Se esperaba la inscripción masiva, nada distinto de lo que ocurre con todas las carreras. El “runner” sigue estando de moda.