Una imagen ha destapado una realidad que estaba ahí y seguramente seguirá estando. Con la rapidez que generan las redes sociales y el acceso automático que nuestros teléfonos móviles nos brindan a cualquier cosa, muchos jienenses hemos descubierto algo que tal vez no conocíamos. Y el bochorno ha sido evidente.
Me estoy refiriendo a una escena que muestra a una familia humilde presenciando el campeonato de España de campo a través. Una prueba de atletismo que tuvo como escenario el campo de fútbol “Sebastián Barajas” y sus inmediaciones, consiguiendo traer a nuestra ciudad a numerosos deportistas y todo lo que ello conlleva. Una cita deportiva que ha logrado posicionar a nuestra ciudad aún más en el mapa del atletismo. Un evento, en definitiva, que servía finalmente para que Jaén sea capaz de demostrarse a sí misma –y a los demás- que puede hacer y conseguir mucho si se lo propone o se proporcionan las facilidades.
Y se ha conseguido, cierto. Él éxito deportivo y organizativo ahí está, y el impacto económico hablará y vendrá a demostrar que oportunidades así son más que necesarias para que Jaén sea más ciudad. También la marca propia de “Jaén, ciudad del atletismo” da un pasito adelante para seguir creando identidad y demostrar con hechos aquello que se pretende.
Pero lo triste es que esta satisfacción acabe resultando agridulce por una serie de carencias que Jaén mantiene, que no deja ser el descuido y la falta de amor propio hacia nosotros mismos. De nuevo se falla en lo básico.
Las imágenes hablan por sí solas, mostrando un Jaén abandonado y roto en aquellas zonas del Polígono del Valle cercanas al espacio donde la prueba deportiva se desarrolló. Una tarjeta de presentación sucia y que contrasta con el brillo al que Jaén aspira cuando trata de desarrollar oportunidades así gracias al deporte.
Y esto no es un hecho aislado en una ciudad, lo he dicho muchas veces, que tiene un parque acuático a medio terminar y un hotel cerrado y desvalijado en una de sus entradas. Una enorme mole de hierros y maleza, viendo pasar el tiempo donde otrora tuvimos un glorioso campo hípico. Y las paradas de un tranvía que no va a ningún lado atestadas de publicidad y mugre ante la falta de uso. Pero sobre todo de civismo.
Foto: Una imagen del circuito por el que se desarrolló el Campeonato de España de Campo a Través. (PATRONATO MUNICIPAL DE DEPORTES).