Escrito el 23 de septiembre de 2019
Lo que queda del día…Se ha conocido en los últimos días que la plataforma ciudadana “Teruel Existe” ha decidido concurrir a las próximas elecciones generales, y lo hará como una agrupación de electores, para lo cual ha de recabar 1.100 avales, que no creo que vaya a tener ningún problema en obtener. De este modo lo que ha venido siendo durante bastantes años una expresión autorizada de la sociedad civil, va a dar el paso de inmiscuirse en la política activa porque, y así lo han explicado sus portavoces, pretenden acceder a las instituciones en las cuales se decide qué hacer. Y dan el paso, señalan también reconociendo una frustración, cansados de buenas palabras de respuesta a sus reivindicaciones de mejoras para la provincia turolense, especialmente en el ámbito de las infraestructuras. Añaden igualmente que la decisión se ha tomado a impulsos de una demanda ciudadana generalizada, lo cierto es que la hasta ahora plataforma inaugura un nuevo tiempo y todo hace indicar, gane quien gane las elecciones, que estará en la oposición, aunque por la actual ley electoral se puede dar el caso de que un solo voto, o dos, suponiendo que la agrupación de electores de Teruel, obtenga representación en el Congreso de los Diputados, pueda sonar la flauta, su apoyo a un futuro gobierno fuera decisivo, y entonces sí tendría la posibilidad de poner sobre la mesa sus exigencias. En ese caso dábamos por hecho que Teruel iba a existir. Pero esa posibilidad es bastante remota.
De no producirse esa circunstancia, creo que por aspirar a estar con alguna presencia en el Congreso a costa de renunciar a la militancia ciudadana activa, no es un cambio especialmente operativo beneficioso, aunque son ellos los que tienen que decidir sobre su futuro, faltaría más. De obtener algún diputado, o en el mejor de los casos, más de uno, podrían llamar la atención en el hemiciclo, como han hecho otros diputados de distintos partidos, sobre los problemas de Teruel, tendrían las intervenciones que correspondieran a sus escaños, o podrían colocarse todos los días con una pancarta junto a los leones de las Cortes. De la misma manera pueden utilizar sus escaños y hacer lo que hacen todos los demás, pero corren el riesgo de contagiarse y lo peor sería sumarse al “más de lo mismo”, lo peor que podía pasar es que fracasara la agrupación de electores y resultara inviable la recuperación de la plataforma. De todas maneras, ya que así lo han decidido, le deseamos suerte. Sabemos los años de lucha que llevan apostando por su tierra y la enorme frustración de no haberlo conseguido. Tienen todo el derecho a experimentar otra vía.
A raíz de este anuncio me he preguntado si sería posible hoy día que la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”, que es la que por razones de cercanía mejor conozco de nuestra provincia, decidiera hacer lo mismo que su homónima de Teruel. En el caso de Jaén no se percibe esta posibilidad, la mayor parte de las personas que están dando la cara no sienten ninguna tentación por la política ni tampoco aquí, hasta donde yo percibo, hay una demanda de la sociedad jienense para que su plataforma, la que trata de sacarle las castañas del fuego, se meta en política. Claro que Jaén tampoco es Teruel. Aquí sigue estando muy presente la rémora histórica del pasotismo y la creencia bastante asentada de que sean los demás los que nos arreglen nuestros problemas. Incluso mucha gente que valora el trabajo abnegado de la plataforma ciudadana para resolver las reivindicaciones de Jaén, a la hora de la verdad no es capaz de movilizarse o acudir a una manifestación donde haya que expresarse con rotundidad hacia los poderes públicos. Hay cierto temor en señalarse, incomprensible pero es así, aunque sea difícil encontrarle una justificación a esta altura del siglo XXI…
Personalmente al menos, prefiero a una sociedad civil fuerte, enérgica, seria pero sin pasar ni una, temida o al menos respetada. La incursión en la política pura y dura, aunque sea de un modo un tanto especial, como una agrupación de electores, nada que ver con un partido político al uso, creo que tiene más contras que pros. En este momento de la vida de Jaén, donde hay tantos proyectos en lista de espera y los asuntos van saliendo con una lentitud exasperante, no tengo la menor duda de que la rebeldía ciudadana es la única manera de hacer entrar en razón a las administraciones y a los partidos que la sustentan, pero, eso sí, nada de laxitud, nada de medias tintas, rotundidad y firmeza, ya es hora. En Jaén conocemos bien la dificultad que entraña, porque la política, sobre todo la política profesional, la que siempre ha hecho y deshecho a su antojo, por eso nos va tan mal, odia los testigos de vista y por supuesto les incomodan los colectivos organizados que estén todos los días recordándoles sus obligaciones, que a pesar de todo, por fuerza de la costumbre, siguen ignorando.
Para lo cual hace falta que plataformas como “Jaén Merece Más”, que lleva ya un tiempo actuando con solvencia en la defensa de los intereses de Jaén, pise a fondo el acelerador y reclame más atención política o dé un ultimátum antes de anunciar medidas más contundentes, de modo que las administraciones que tienen las competencias de nuestro territorio, empezando por la propia capital, no sigan por el camino que van y empiecen a dar respuestas concretas, porque de lo contrario se encontrarían con una respuesta social a la medida de la dejación de sus responsabilidades. En resumen, los políticos deben hacer su trabajo, para el que están elegidos o designados, y la plataforma ha de hacer el suyo, ser la conciencia de los jienenses y no dejar pasar ni una. La idea central que debe presidir esta actuación es que los políticos pasan, las administraciones pasan, pero la ciudad de Jaén en este caso, permanece. Este es el interés que debe movernos, y ya sin dilaciones y sin más miramientos, no podemos ni debemos permitir que nadie se ría de Jaén o que juegue con los intereses de todos. Política, no; pero Jaén, sí, sí y sí.
Escrito hoy, 28 de septiembre de 2021
Leído el texto anterior, y estando totalmente de acuerdo con él en la fecha en que lo escribí, desde entonces han pasado dos años y desde hace algún tiempo he cambiado mi manera de pensar. Puse toda la carne en el asador en la fortaleza de la sociedad civil, en la creencia de que los partidos clásicos iban a reaccionar de algún modo ante la avalancha de críticas y la general indignación ciudadana por el cada vez mayor desprecio de la política en general, sálvese quien pueda, a los intereses generales se Jaén. Al decir sálvese quien pueda no trato en absoluto de lavarme las manos o inhibirme, en definitiva no mojarme. Lo diré por tanto con más claridad, el Gobierno de Sánchez está totalmente de espaldas a Jaén, ¿hace falta facilitar argumentos contundentes, que los tenemos, para que se convenzan los santos Tomás de por aquí? Por su parte la nueva Junta lleva ya un poco de tiempo y no le vale el discurso de la herencia recibida, de acuerdo con sus compromisos de campaña –aunque ya sabemos que las campañas se hacen en verso pero se gobierna en prosa- los resultados tendrían que ser mucho mayores, no digo que en dos o tres años se haga lo que debió ejecutarse en veinte, pero al menos no hacernos caer en una nueva etapa de desengaño.
En estas circunstancias y dado que se han ido constituyendo con el tiempo nuevas plataformas, más de una docena en el territorio, ahora unidas –la unión hace la fuerza- bajo el paraguas de Levanta Jaén, es el momento dar el paso adelante y hacer política, como vienen haciendo porque no es otra cosa, aunque no sea la política desde el punto de vista de los partidos o la dictadura a la que nos viene sometiendo desde hace tantos años la partitocracia, sino la política de defensa de los ciudadanos y de los pueblos y ciudades.
Quede claro, no obstante, que lo que van a hacer las plataformas es tratar de canalizar la demanda social, pero ellas directamente no se inmiscuyen en política, sino que serán personas de la sociedad civil las que den el paso al frente. Las plataformas seguirán como hasta ahora y en el mismo plano reivindicativo. Es decir, en vez de haber un camino se establecerán dos y en dos direcciones, esta es la conclusión a la que han llegado en reciente convergencia de plataformas.
Creo que es una decisión acertada la de tratar de asomarse al ruedo electoral, y además, lo mismo que hace dos años no se percibía ningún clamor, ahora no hay más que entrar a las redes sociales para detectar que un alto porcentaje de ciudadanos de la provincia lo que están pidiendo a voces a los representantes de la vertebración social es que apoyen propuestas de gente que tenga las condiciones que en principio debe reunir todo candidato, empezando por dos fundamentales, amor a Jaén y desapego a cualquiera de las siglas clásicas. Se trata de empezar una aventura con todo respeto, sin confrontación, pero poniendo a cada cual en su sitio, y, lo más importante, teniendo muy claros el discurso y las prioridades. Entiendo que no es una tarea fácil y que la operación puede cuajar o no, pero de eso se trata, de ir a muerte a por ello, porque el futuro de nuestro Jaén ya no puede esperar más, y esto lo tenemos muchos jienenses muy interiorizado, así que ahora o tal vez nunca.
Foto: Una de las manifestaciones reivindicativas promovidas por la plataforma «Jaén Merece Más».