El Vicerrector de Investigación de la Universidad de Jaén, Gustavo Reyes, la Directora del Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, Carmen Rísquez, y el alcalde de Rus, Manuel Hueso, han visitado este jueves el yacimiento arqueológico romano de ‘El Altillo’, que se localiza en este municipio, donde han dado a conocer los resultados de los trabajos arqueológicos realizados durante los meses febrero y marzo en los que se han podido documentar una villa romana, mosaicos de grandes dimensiones y zonas de producción, como un alfar y una almazara, así como varios enterramientos.
La intervención arqueológica en este paraje de olivar, ubicado en el término municipal de Rus, en concreto a un kilómetro de la localidad, fue autorizada por la vía de urgencia por la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, con la financiación del Ayuntamiento de Rus, que adjudicó en concurso público la investigación de los restos arqueológicos al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA.
La intervención en ‘El Altillo’ vino motivada por el hallazgo fortuito de fragmentos de mosaico. A propuesta del Ayuntamiento de Rus, se realizó un trabajo previo de micro-prospección superficial y prospección con georrádar. Los resultados de ese primer trabajo de evaluación del potencial arqueológico del yacimiento, llevó a plantear una segunda fase de actuación, con el objetivo de evaluar el nivel de conservación de los restos detectados y proponer posibilidades de investigación y gestión para el consistorio. La intervención tuvo como objetivo documentar las estancias con los restos de mosaicos que podrían verse afectados por trabajos agrícolas y expolio, así como determinar la naturaleza de los restos de construcciones diseminadas por una serie de parcelas próximas, trabajos autorizados por los propietarios de las parcelas, que facilitaron el acceso a los terrenos.
Los restos documentados corresponden a una extensa villa romana, con ocupación entre los siglos I y V, si bien la mayor parte de las construcciones hasta ahora documentadas corresponden al siglo IV. De entre los restos descubiertos, destaca un edificio residencial de gran tamaño donde se localizan los restos de mosaicos, entre ellos un mosaico con decoración geométrica de unos 9 metros de anchura por unos 18 de longitud, que constituye uno de los mayores conocidos en el sur peninsular y la conservación de algunas áreas productivas (un alfar para la producción de tejas y una almazara para la producción de aceite). Además de otras construcciones diseminadas, se ha delimitado un espacio funerario, una necrópolis asociada a este momento bajoimperial.
El equipo de arqueólogos, dirigido por Marcos Soto Civantos y José Luis Serrano Peña, ha contado con el apoyo de los servicios técnicos y laboratorios del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica, así como del Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la UJA. Por su parte, el Ayuntamiento de Rus ha proporcionado los empleados para los trabajos manuales de excavación y la infraestructura necesaria, y está prevista la apertura de los trabajos a los voluntarios de la localidad que quieran sumarse.
A punto de finalizar los trabajos arqueológicos de valoración del nivel de conservación de los restos, se está a la espera de elaborar el informe por parte del Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA con el que el Ayuntamiento de Rus podrá proponer nuevas actuaciones de protección e investigación de los restos. En este sentido, Manuel Hueso recalcó la importancia de contar con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del sitio arqueológico, lo que permitiría al consistorio poder acceder a fondos, tanto públicos como privados, para acometer las futuras intervenciones. “Hemos hecho una apuesta muy decidida por el patrimonio de Rus, no solo para poner en valor aquello que consideramos que tiene un potencial para dar a conocer la historia del municipio, sino también para reescribir la historia del olivar en la provincia, pero fundamentalmente, que nos pueda servir como producto turístico en un futuro, para lo que estamos haciendo un gran esfuerzo económico”, indicó el alcalde del municipio.
Por su parte, el Vicerrector de Investigación de la UJA felicitó tanto al Ayuntamiento de Rus como al Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica por el trabajo realizado, “unas actuaciones encaminadas a preservar, conservar y poner en valor este patrimonio”. En este sentido, Carmen Rísquez afirmó que “hay que valorar y destacar la apuesta del Ayuntamiento de Rus por la investigación encargada al Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA, un esfuerzo no sólo económico, que refuerza la voluntad de desarrollar el potencial patrimonial en su término municipal, ya que podría sumarse a otros recursos como el eremitorio de Valdecanales, también en el entorno de la localidad”. Cabe recordar que el Instituto de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA viene trabajando desde principios del mes de octubre del pasado año en otra zona cercana a Rus, Valcuenda, donde el bajo nivel de agua del embalse del Giribaile dejó al descubierto una serie de vestigios que se han documentado para analizar su conservación, como varios asentamientos íberos y una villa romana.
Foto: Visita al yacimiento arqueológico de «El Altillo», en la localidad de Rus.